VIII. DEVIL VS BEAST

754 80 25
                                    



—¿Ves? No es nada del otro mundo —Harry mencionó luego de que yo botara el humo en otra dirección. 

Aún no le veía la gracia a lo que estaba haciendo, pero las cosas mejoraron un poco cuando Harry hizo el porro a un lado para comenzar a besarme y a diferencia de todas las veces anteriores yo le correspondí al instante, no podía culpar a la calada que acababa de dar aunque tal vez sí podría echarle un poco la culpa a los tragos que tenía encima. Lo único cierto era que sentía que nacía de mí corresponderle, besarle también, sentir el sabor de sus labios, extrañaba eso, su coqueteo, sus insinuaciones, él me atraía, me atraía mucho, pero más que un fruto prohibido él era como una fruta podrida, ni siquiera era una hermosa manzana con veneno en su interior, él mostraba lo que era, e insinuaba lo que podía encontrase en él y aun así muchos se veían tentados a morderle, a probarle, yo era uno de esos, aunque tenía la fe de estar tratando con su parte menos corrupta.

Varios minutos después, cuando él ya había comenzado a amansarme me invitó a darle un par de caladas más al porro, a mi parecer los efectos eran casi imperceptibles para todo lo que se decía de esa droga, y hasta jugué con Harry a botar el humo por la nariz. Antes de acabarse era yo quien buscaba los labios de Harry para besarle y ya el rizado se había acomodado para comenzar a tocar más de lo que quedaba a la vista.

Desencajó la camisa de mis pantalones, desajustó unos cuantos botones y coló su mano bajo mis ropas acariciando uno de mis pezones mientras reía totalmente divertido y me besaba a la vez.

—Harry, no —le detuve cuando trató de quitarme la camisa, que una cosa era que yo estuviese cediendo y aceptando jugar con él, y otra muy diferente era que se nos pasara la mano en un lugar donde en cualquier momento podrían llegar otras personas—. Niall y ese hombre volverán en cualquier momento.

—Ellos están ocupados en lo suyo —Harry me susurró al oído, se deshizo de lo que quedaba del porro que entre los dos habíamos fumado y se recargó aún más sobre mí, besándome más intenso, haciendo de todo para poder sacarme la ropa. Harry comenzó a besar mi cuello y sus manos desajustaron mis pantalones y sabiendo bien lo que haría le detuve, le frené de golpe y le miré directo a los ojos. Sus achocolatados cabellos caían sobre su rostro y aunque su melena cubría una buena parte de sus ojos yo aún podía ver su inquietante y directa mirada sobre mí.

—No, no quiero que nos vean —le dije totalmente decidido y hasta ajusté todos esos botones que él había logrado desabrochar.

—¿Cómo haces para controlarte? —él me cuestionó mientras jugaba a ser sensual, mientras me miraba con fuego en sus ojos y volvía a tomar mis labios con posesión, tirando de mi labio inferior de manera juguetona y manteniéndose tan cerca que yo sentía quemarme.

<<No lo sé>> esa tal vez sería mi mejor respuesta, porque no iba a negarlo, todo mi cuerpo gritaba por él, me pedía que cayera, que no luchara más contra la corriente, que no temiera a pecar, pero también había una vocecilla menos poderosa pero más convincente y esta me decía "No, no Louis " aunque no me daba muchas explicaciones.

—Quiero hacerte de todo —él volvió a susurrar en mi oído y yo cerré fuerte mis ojos para mantenerme en mis argumentos—, quiero hacerte hombre, comerte así bien rico, besar por todas partes tu cuerpecito caliente y desnudo— Harry decía todas estas cosas tan cerca de mi oído que podía sentir como el calor de su respiración empañaba mi oreja— quiero que gimas, que chilles, que me pidas que te dé más duro.

—¿No crees que pides demasiado? —comenté después de tragar en seco, es que imaginé todo lo que él me decía y se me abrieron las ganas de cumplirle su deseo

Hell ; Larry Where stories live. Discover now