X. FALSE CALM

619 71 22
                                    





La semana deportiva inició con grandes resultados a favor del instituto, y gracias a Harry yo hice parte del grupo de estudiantes que desde primer momento dieron todo de sí para sacar adelante la cara del Pearce. Harry me había dado dinero suficiente para pagar mi mensualidad y también para valerme por mí mismo por un tiempo, y eso era lo que más necesitaba, tiempo. Aún tenía la esperanza de que las cosas volvieran a ser como antes, mi vida, mi relación con mis padres, la perdida sensación de sentirme seguro en casa. Toda esta pesadilla se estaba prolongando demasiado y no sabía por cuanto tiempo sería capaz de mantenerme fuerte, pero no quería dejar de creer que ya pronto despertaría.

—Buen partido — él profesor Malik se me acercó finalizado el primer partido de la semana donde salimos vencedores por gran ventaja. Yo estaba todo sudado, caliente y un poco enrojecido por la actividad física, aun así estaba por lejos, mucho más animado que días atrás y esto se notaba—. No sabía que podías jugar tan bien.

—Es que no me tiene fe profesor —bromeé con una gran sonrisa y sin parar de hidratarme. Había estado tanto tiempo sumergido en una mar de problemas que ya hasta comenzaba a olvidar lo bien que se sentía hablar con él, ver su sonrisa, su sincera y tranquila mirada, escuchar sus siempre sabias palabras—. Debería confiar más en mí.

—¿Más de lo que ya lo hago? —él rió amplio y dirigió su mano hasta mis cabellos jugando a acomodarlos con suaves movimientos y yo le dejé hacerlo, no vi nada de malo en ello pero comprendí que había algo incorrecto en ese actuar cuando un alumno se acercó a nosotros y Zayn escondió rápidamente su mano poniéndose inusualmente serio, me pidió permiso con excesiva formalidad y se marchó con el chico que pertenecía al consejo estudiantil hasta el bloque administrativo. Yo me quedé donde estaba, viendo a mi profesor marcharse y extrañando ese día más que nunca todos esos momentos donde solo éramos él y yo todo el tiempo, con reuniones que cumplíamos sagradamente, conversaciones extensas, sentarnos uno frente al otro día tras día en la cafetería, hasta extrañaba los rumores que nos involucraban sentimentalmente, pero de todo eso solo quedaban vagos recuerdos.

Con botella en mano emprendí camino hasta donde se habían reunido mis compañeros de equipo y en el primer cruce de esquina Liam me intercepta, ceja enarcada, gesto endurecido, brazos cruzados sobre su pecho, él parecía molesto y yo de verdad no tenía ganas de que viniesen a arruinarme tan bello día. Traté de pasar de él sin saludarle si quiera, pero apenas estoy a escasos centímetros de distancia es éste quien mueve sus labios.

—¿Te dio dinero?— preguntó directamente y sin mirarme a la cara, y mostrándome totalmente confundido me detuve en seco y le miré a los ojos.

—No —respondí remarcando bien esta palabra y a esto él reaccionó moviendo solo sus ojos a mi dirección mientras bufaba algo cansado.

—¿Podrías dejar de ganártelo a punta de lástima?

—¿Podrías esforzarte un poco más como hombre para que él deje de buscarme? —respondí de pura molestia, sin pensar, conectando mi boca a mi pecho y no a mi cabeza, él me despertaba sentimientos negativos, él revolvía mi interior herido y de ahí no salía nada bueno. Le miré endureciendo también mis facciones y a pasos firmes me alejé de él tratando de no darle mayor importancia a su presencia, a sus palabras, a lo que me estaba insinuando. Sí, me había vuelto un ser lastimero, un ser vulnerable, un ser miserable. Había perdido credibilidad, había perdido estabilidad, había perdido un gran soporte emocional, era un ser susceptible, una persona con el alma y la vida totalmente expuesta.

Hell ; Larry Where stories live. Discover now