Internamente Fría

Atando cabos

Por Santiago

Una semana exactamente había pasado desde el secuestro de Gianella, había investigado a cada sospechoso que tenía en mi lista.

Primero a Richard él esta felizmente casado con una mujer llamada Bárbara y aún vive en España. Descartado.

Segundo estaba Fernando, un amigo de Gianella que según Thiago, estaba enamorado de ella. El está viviendo en Boston, le salió una beca para continuar sus estudios. Descartado.

Por último y por ningún detalle menos importante... está Daya. Esa mujer nunca me dio buena espina, fueron pocas las veces que la vi. Llamé a uno de mis colegas en Italia y le pedí que averiguara todo referente a ella. Tengo los documentos en la mano, llegaron esta mañana.

Al abrir el sobre había una carta de mi colega:

Detective Santiago:

Esa mujer es muy peligrosa...

Atando cabos, Daya Giovanni es hija del señor Bruno Giovanni, un hombre con mucho poder e influencias, logramos dar con su paradero hace algunos meses atrás y fue condenado a cadena perpetua por lavado de dinero.

Estamos en la búsqueda de la señorita  Daya, ya que uno de los seguridades de la prisión, hace una semana escuchó al señor Bruno decir que alguien de su confianza y única heredera está haciendo su trabajo, nada más y nada menos que...ella.

Como es un tema sumamente delicado por eso no estaba enterado nadie más, solo nosotros acá en Italia. Usted sería informado de esto la próxima semana, en su regreso.

Att: Thom.

Tanto tiempo detrás de este caso y ahora todo tiene sentido, el detective de Italia también me envió un vídeo, de ella en actividades sospechosas. Lo que más aclaró todo fue que después de reproducir el vídeo, sin querer se había empezado a reproducir mis vídeos de vigilancia, donde aparecía Daya discutiendo con Thiago aquí en mi casa. Estoy seguro que ella la tiene y creó saber donde. Lo que el personal en Italia no sabe, es que ella está aquí.

Inmediatamente llamé a Thiago, tenemos que ser muy cuidadosos para ejecutar un plan. Al parecer ella tiene problemas mentales desde pequeña.

Por Gianella

No sé cuanto tiempo llevo aquí, no puedo distinguir si es de día o de noche, siento pataditas débiles dentro de mi, algo no está bien, además no me he estado alimentando como es debido. Tengo algunos moretones en mi cara por algunas cachetadas que me he ganado por gritar. El sonido del foco me esta volviendo loca, parece que está apunto de dañarse, algunas ratas han mordido mis piernas ya ni siquiera tengo voz de tanto gritar estoy afónica. Me pregunto si estarán buscándome, ellos deben estar tan preocupados por mi... Thiago.