Combatiendo demonios

168 14 5
                                    


No pude conciliar el sueño en toda la noche, además quien podría hacerlo? sabiendo que estas secuestrada por una maldita psicópata. Mis pequeñas hoy han estado muy inquietas, quisiera saber si ya es de día.

Dentro de unas horas sera mi fin, tengo su marca. Sólo de recordar ese periódico y todo lo que ella es capaz de hacer me dan ganas de devolver el estómago.

Estoy en ese momento de la vida, en que sabes, que para algunas personas no hay finales felices, donde sabes que algún día caerías de la nube pero aun así te arriesgaste y lo peor del caso es que él no seria el causante de esa caída. Sino su... pasado.

Muchas veces por más que nos empeñemos en olvidar el pasado, en plantar una muralla para cubrirte de las neblinas ocasionadas por el mismo y enfocar tu mente en el presente; algo pasa, el pasado logra atravesar esa muralla de forma fantasmal y regresa del más allá alimentado por odio y rencor. Estoy segura de que ella no descansará hasta verme morir, lo pude ver en su mirada desbordada de maldad.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo al escuchar unos pasos afuera de la puerta, ha llegado mi fin.

La puerta se abrió de golpe y dejo entrar al chico encapuchado que siempre esta con Daya, tenía en sus manos unas llaves.

-Donde está Daya?- escupió cada palabra notablemente furioso.

-Yo..yo no..lo sé- dije titubeando. Él caminaba de un lado a otro dentro del pequeño cuarto.

Saco un celular y comenzó a teclear varios números, intento mil veces llamar pero al parecer no le contestaba. Intento una última vez y esta si dio resultado.

-Donde mierda estas Daya!!!- su grito me sobresalto.

- Cómo que éstas con él!? Te has vuelto más loca Daya! El no te ama!- yo solo lo observaba con los ojos como platos.

- Si eso quieres está bien te dejare en paz! Disfruta tu falso almuerzo! -Colgó.

Se sentó al lado mio y yo por instinto me alejé. Puso su cara entre sus piernas y comenzó a... Llorar?

-Estas bien?- me acerque un poco con miedo. Levanto la cara y se quito la capucha para poder llorar mejor, su acto me sorprendió será que va a matarme? Nuevamente me aleje rogandole a todos los cielos porque no lo hiciera.

Su llanto retumbaba por toda la habitación, parecía un niño meciéndose frenéticamente con las manos cubriendo su cara comprimida por el llanto.

Por un momento sentí lastima por él... si sentí lastima por mi secuestrador.

No soy idiota, eso solo demostraba una cosa él está pérdidamente enamorado de Daya. Pero al procesar todo no pude evitar soltar un grito ahogado que inmediatamente cubrí con mis manos.

Se supone que Daya esta almorzando con Thiago... Mi Thiago debe saber que ella me tiene. Me estaba buscando y esta arriesgándose por nosotras, tenemos que salir de aquí pequeñas.

-Yo la amo, joder!- su voz me sacó de mis pensamientos. Él aún lloraba estaba completamente herido... del corazón.

Es hora de practicar mi instinto maternal. Me acerque a él sin pensarlo dos veces y lo abracé con miedo pero lo hice. Al principio el se tenso, luego se relajo y comenzó a llorar otra vez.

-Amas a Daya, cierto?- susurré en su oído. Él sólo asintió con su cabeza frenéticamente.

- Más que a mi propia vida- susurro luego de unos minutos, ya calmado.

-Lucha por ella entonces- le sonreí. Tengo que aprovecharme de su vulnerabilidad aunque suene feo.

-Y eso hago- susurro mirando mis pies atados.- Pero sabes, ya no seré alguien que no soy...por ella. Agarro las llaves y libero mis pies, trate de levantarme por mi cuenta pero él me cargo.

Internamente FríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora