Capítulo Siete: ¿Malo?

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Que pereza...

Hoy...

Hay un examen de naturales.

Y tengo mucho sueño, además hoy no estoy de muy buen humor...

Ahora mismo, solo quiero irme a la cama y soñar con Yato, como aquella vez que dijo: "Erika-chan"

Eso fue tan...

¡Increíblemente genial!

Cambiando de tema, hoy la gente tarda mucho en venir a clase, estoy sola en la sala, esperando la llegada de alguna persona para hacer ese endemoniado examen a primera hora y desconectar totalmente.

De-después de todo, estoy en mis días...

¡Es vergonzoso hasta pensarlo!

Acomodo mi cabeza en mis brazos, apoyada en la mesa.

Los seres humanos tienen...¿Diferentes tipos de tejidos?...¿Era así, no?

¡N-no me digas que se me está olvidando!...

¡Oh, no...Necesito sacar una buena nota!...

No es que me vaya mal, pero...

Si suspendo un examen, mamá...

"¿¡Has suspendido!?...¡Trae ahora mismo todos tus comic, manga o lo que sea!¡Tienen un buen sitio en la papelera!Ah, y sin ordenador y móvil por tres meses"

D-da miedo sólo de pensarlo...

—¡Tengo que aprendérmelo mejor, ahora!—exclamo, revolviendo en mi mochila, en busca del maldito libro de naturales.

Cuando lo encuentro, lo pongo en el pupitre y lo abro por la primera página que he de estudiarme.

Alguien entra y dice:

"Buenos días"

¡Es Keira!

¡Bien, a ella se le da bien todo esto!

Uh...Pero...¿Y su mochila?

—Oh, Erika...¿Qué haces aquí tú sola?...—dice, mirándome, extrañada.

Se dirige a su mesa y saca un cuaderno y un bolígrafo de ahí.

—P-pues...Esperar a que venga la gente...E-es muy raro, son las nueve y cuarto y nadie ha llegado aún a parte de tú y yo...—digo, con la mano en la barbilla.

Ella arquea una ceja, al parecer sin entender lo que digo.

—Erika, toca educación física...El examen de Naturales, es el jueves, sí, pero de la semana que viene—dice, mirándome.

¿Eh?...

¿De verdad?...

Esto no puede estar pasando...

Dejo caer mi cabeza en la mesa, con un suspiro.

Soy una...

—Toonta—completa Keira, como si me leyera la mente.

Madre mía, la que me va a caer...

¡Ni siquiera llevo ropa adecuada para hacer gimnasia!

Esto es un completo desastre...

Cojo el cuaderno de educación física, y un bolígrafo, como ha hecho mi amiga antes.

—Llegas muy tarde, Bárbara se enfadará mucho—me dice, mientras caminamos hacia el campo de fútbol.

¡Yo no soy Yato!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora