Capítulo 12

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—¿Le ha quedado claro lo que tiene que hacer? — preguntó Alexander hablando con Lady Crewson apartados del bullicio de los aplausos del perfecto baile que habían encabezado los jóvenes.

—Sí, me ha quedado claro — respondió ella aburrida mientras observaba con odio a la chica — Ahora tenemos que esperar a la cena.

—Exacto, y actúe normal, nada de sobreactuaciones — pidió el marqués bebiendo de su copa — Y recuerde, cuanto más acción entre vosotros vea Phoebe, más conseguiré mi objetivo — dijo para alejarse de ella y dirigirse al comedor, donde comenzaría el banquete.

Percy acompañó a Phoebe hasta su asiento y pronto sus hermanas se reunieron con ellos. La cena fue agradable para todos los comensales que estaban cerca de Phoebe. Se divirtieron con ella, a pesar de ser todos hombres. Hablaron un poco de política y temas sobre la guerra que se estaba llevando a cabo por el mundo; sin embargo, Phoebe llevó esos temas de maravilla, sorprendiendo a todo aquel que la oía hablar con tanta soltura y conocimiento.

Durante el postre, los comensales se comenzaron a separar en los grupos según su sexo. Cada uno hablaba con alguna mujer que tenía al lado, en el caso de las chicas, y con el primer hombre que tenían cerca teniendo en cuenta que se trataba de chicos. Phoebe y Percy mantuvieron conversación mientras tomaban su pequeña tarta de fresas y vainilla junto a un café caliente.

Después del postre, las mujeres comenzaron a salir hacia la pista de baile junto a sus parejas, aunque no fueran a bailar. Percy tuvo que dejar sola unos instantes a Phoebe mientras discutía unos asuntos con el duque y cuando finalizó su conversación con él, apareció Lady Crewson.

—¿Su pareja no le acompaña ahora, milord? — preguntó tendiéndole una copa de vino de los viñedos sevillanos.

—No, estaba discutiendo unos asuntos con el duque — bebió un trago mientras esperaba a que comentara algo — No ha sido de mucho interés, pero el duque se ha mostrado amable con mis peticiones.

—Me alegro de que no hayan llegado a tocarse — sonrió seductora la mujer acariciando su brazo.

—Si me disculpa, debo volver con mi acompañante — un mareo le nubló la vista durante unos instantes y tuvo que sujetarse al hombro de la señora.

—¿Se encuentra bien, milord? — preguntó con fingida preocupación. La mujer sonrió felinamente mientras se llevaba al conde de allí hacia uno de los salones privados del duque. Seguramente a la señora Crewson no le importó que tuvieran invitados a menos de veinte metros de ellos, pero cumpliría con lo que el marqués le había pedido, además de que disfrutaría haciéndolo.

—No muy bien — ella le tumbó en el sofá y comenzó a desnudarle para luego ella quitarse el vestido y subirse la ropa interior. Percy no sabía lo que estaba pasando, ni siquiera notaba lo que estaba haciendo Lady Crewson con su cuerpo, solo sentía que se mareaba cada dos por tres y tenía la sensación de caerse en un pozo cada vez que intentaba levantarse.

Phoebe comenzó a preocuparse al no ver a Percy en ninguna parte del salón. Angy bailaba con Devon y Celine charlaba con sus amigas de bridge. Caminó hacia la mesa donde se servían las bebidas y se tomó un poco de vino.

—Una noche fantástica, ¿no cree señorita Authbrey? — preguntó el marqués detrás de la muchacha. Ella se tensó inmediatamente — Hizo una entrada muy bonita, y está arrebatadora — Phoebe se dio la vuelta viendo una sonrisa malévola en el rostro de Alexander.

La ModistaWhere stories live. Discover now