Capítulo 10

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Percy y Phoebe llegaron a la mansión poco antes del desayuno. Cuando llegaron a la entrada tres trabajadores se acercaron para ayudar a su jefe guardando el caballo en los establos hasta que el dueño lo recogiera. Percy cargó en brazos a la joven, que aún seguía algo pálida y callada.

La puerta de la entrada se abrió dejando ver a la familia y a Winny. Todas corrieron hacia ellos preocupadas por la llegada desfavorecida de la joven. Phoebe apenas posó los pies en el suelo, se tambaleó y tuvo que sujetarse al cuerpo de Percy para no caer. Pero ¿qué había sucedido para que se encontrara como estaba?

Hicieron que llamaran a un médico cuanto antes mientras Percy la subía por las escaleras hasta su habitación asignada y la dejaba sobre la cama tapándola con la manta. El joven conde no comprendía cómo de la noche a la mañana podía estar tan mal. Observó el cuerpo de Phoebe y reparó en dos pequeños puntos en la pierna derecha. No hizo falta más para saber lo que había pasado: una serpiente la mordido. No dudó un instante en llevarse la pierna a la boca y chupar todo el veneno que pudiera.

Winny entró con una bandejita con paños y una palangana con agua. Dio un grito al ver lo que el joven hacía y comenzó a reprenderle. Percy cogió la bandejita y escupió parte del veneno ignorando completamente los reclamos del ama de llaves. Continuó su tarea unos minutos mientras Phoebe continuaba perdiendo color. ¿Por qué no mejoraba? El médico entró y le ordenó a Percy que saliera de la habitación mientras él se encargaba de la situación. El conde se mostró receloso. Iba a tocar a Phoebe con sus manos de anciano rugosas y llenas de lunares. Pero era el único médico que había en esa parte de la comarca, y debía darse prisa antes de que sucediera una desgracia.

—¿Qué habéis hecho para acabar así? — preguntó furiosa Celine mientras daba vueltas en el salón de la casa. Belladona miraba esperanzada hacia la puerta y Angy miraba el fuego calentándose, nunca se acostumbraría al clima del campo. Percy estaba sentado en uno de los sillones de una plaza, inclinado hacia delante y juntando sus manos bajo la barbilla mientras mascullaba algunas maldiciones sin casi escuchar a su hermana — ¡Suficiente tuvimos cuando no aparecisteis al llegar nosotras! — chilló, asustando a Angy que dio un pequeño salto — La tormenta casi derriba un árbol, ¡y vosotros por ahí perdidos haciendo quién sabe qué! — volvió a gritar haciendo aspavientos con los brazos, demasiado alterada dada la situación — Y no son ni las once de la mañana... — dijo sentándose junto a Percy en otro sillón — Si esto va a pasar todos los días, prefiero volver a Londres — suspiró llevándose una mano a la frente.

Percy miró el fuego, a su hermana menor y luego a las pequeñas. No se imaginaba que Phoebe hubiera hecho tantos estragos en esa familia en solo tres días. Y menos en Percy, ¿qué había hecho con él? ¿Qué le estaba pasando con la joven? El joven se levantó y comenzó a dar vueltas por la habitación hasta que divisó el libro que Phoebe había estado leyendo aquella mañana sobre la mesa. Lo cogió y lo abrió viendo en su interior una rosa de su jardín seca y aplastada con un lazo en el tallo. Percy sonrió inconscientemente lo que llamó la atención de Celine.

—Señor — llamó Winny tímidamente — El médico quiere hablar con vos — Percy no tuvo que escuchar nada más para salir disparado hacia la habitación de Phoebe.

El médico se encontraba guardando sus cosas en el pequeño maletín mientras que la joven tenía compresas de trapo en la frente. Sudaba y a veces se movía. El médico se separó de la paciente y comenzó a hablar sin quitarle el ojo al conde:

—¿Qué es lo que le ha sucedido? — preguntó el conde mientras el médico se colocaba el abrigo después de decirle que ella se recuperaría.

—Durante su escapada, se refugiaron en la cabaña de cazadores, ¿no es así? — Percy asintió — Ese lugar dejó de utilizarse por los nidos de serpientes que se instalaron bajo ella — Percy no podía creérselo, ¡podrían haber muerto solo por no estar bien informado! — La serpiente debió morderla por la mañana, el veneno hizo efecto lentamente, además, las bajas temperaturas retrasaron el efecto del veneno. Lo que no quita que su temperatura corporal y la fiebre aparezca. Como mucho, tendrá que estar unas semanas en cama.

La ModistaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin