Capítulo 21 (Maratón 2/3)

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Phoebe terminó de empaquetar su última maleta y miró a Simón, que la esperaba ya en la puerta del taller cerrado. Inmediatamente sintió un dejavú por los recuerdos de su primer taller, pero lo compensó mientras ella cargaba a Zev en sus brazos. El barco salía en menos de una hora y ya se habían despedido de todos. Junto a la carta de Phoebe para Angy y Celine, Simón había mandado una carta para su hermano, en la que le avisaba de se quedarían unas semanas en su casa y que iban con un bebé.

El trayecto durante aquel mes fue algo tedioso pues las primeras tormentas comenzaban a dejarse ver. Phoebe había rezado una y otra vez para que el barco no se hundiera y sus plegarias habían sido respondidas llegando sanos y salvos al Canal de la Mancha. Aquella misma mañana llegaron a las costas inglesas y calcularon que por la tarde llegarían al Támesis.

Una semana antes, Angy y Celine habían recibido la carta de Phoebe. La leyeron y releyeron hasta casi sabérsela de memoria. ¡Ella estaba en Londres con el bebé! ¿Debían decírselo a Percy? Creían que ya suficiente le habían ocultado, pero se armarían buenas peleas entre ellos si lo hacían. Estaban entre la espada y la pared.

—Percy, debemos decirte algo importante — comenzó Angy mirando a Celine de vez en cuando.

Habían optado por decírselo antes de que se enterara por otros medios. Percy había leído perfectamente la carta del derecho y del revés y estaba seguro de que iría a por ella. Debían hablar cuanto antes si no querían pasar a mayores y apelar al derecho de paternidad.

A partir de ese día toda la casa esperó alguna carta o mensaje de Phoebe diciendo que ya había llegado, pero no fue así. Pasaron dos semanas y apenas recibieron noticias de ella, y eran pequeñas notas diciendo lo que estaba haciendo. Angy, Percy y Celine salieron una tarde a pasear por Hyde Park.

—¿Creéis que Phoebe se comunicará con nosotros? — preguntó Angy mientras ajustaba su sombrilla entre sus manos.

—Espero que sí. Yo quiero conocer al pequeño — reaccionó Celine con ilusión mientras pensaba en cómo sería el bebé de su amiga.

Se lo comenzó a imaginar con los ojos de Phoebe y el cabello de Percy, o del revés, con algunas pecas recubriendo su nariz y ojos azules... Suspiró de ternura cada vez que una imagen de su posible sobrino aparecía en su mente.

—¿No es ella? — preguntó Angy achinando los ojos mirando hacia un punto muy lejano a ellos, en el que se pudo ver una cabellera larga y castaña con algo en brazos — Voy a ir a mirar.

—¡Angy! — gritó Percy mientras avanzaba unos pasos para detenerla.

La muchacha se detuvo a los pocos metros de avanzar al ver a Phoebe con Zev en brazos mientras el amigo que se forjaron en Nueva Orleans. ¿Qué estaba pasando? Angy observó a la pareja marcharse por uno de los caminos del parque, y comenzó a seguirles sin detenerse un instante a recapacitar sobre lo que estaba sucediendo. Pocos minutos después, se detuvieron en el banco de un parquecito cercano a unas casas de buena alcurnia. Phoebe se sentó con algo de dificultad y esperó a Simón para poder conversar con más tranquilidad.

—¿Cuándo vas a afrontar de cara a Percy? — preguntó el médico bajo el agudo oído de Angy a poca distancia de ellos.

—No lo sé, quizás cuando tenga una casa donde poder alojarme con Zev — contestó Phoebe mientras miraba al bebé. Estaba enamorada de su pequeño y no permitiría que nada le sucediera — Intentaré comunicarme de nuevo con Celine o con Angy — comentó — ¿Tu enviaste las cartas? — preguntó de nuevo la mujer frunciendo el ceño.

Había mandado cartas a sus amigas, pero nunca recibía contestación y eso comenzaba a ser sospechoso, quizás les llegaban pero no querían reunirse con ella, pero habría recibido una negación por su parte.

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