One Shot → Bucky Barnes/Winter Soldier

Confía en mi → 1 Parte

Winter Soldier x Lectora

Me llamo _________ Alexander, soy  agente de S.H.I.E.L.D, y fui rescatada por el famoso Soldado del Invierno, de la base de Hydra en Alemania.

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Castillo de Hydra // Alemania, 12: 45 A.M.

Zas, Raz...

El único sonido que podía oírse en todo el calabozo, eran los azotes que era propinado a la joven agente, por los secretos que ella conocía, por los secretos, que te condenarían a la muerte.

—Es mejor que empieces hablar, muñequita—, Le gruño un asqueroso hombre, con hedor a licor y cigarros, cerca de su rostro sudado.

_______ cerro los ojos, y trató con todas sus fuerzas, no echarse a vomitar en los zapatos del hediondo. Su cuerpo dolía a horrores, y apenas podía mantenerse alerta. Sus ojos habían empezado a empañarse con puntos negros, cada vez más y más grandes, opacando su visión...

—No veo—, Murmuro para si misma, mentalmente, entrando en pánico.

Sin su visión, sin poder mover el cuerpo, o si quiera poder desatar sus manos alrededor del poste, ¿Como lograría salir de ese lugar? No tenia ni un arma, y estaba cien por ciento segura, de que no seria capaz de combatir, o siquiera correr.

Estaba indefensa.

—Pierdes el tiempo, hijo de puta—, Le dice mordaz al hombre, sin poder verlo.

Sentía sus manos sobre sus a doloridos y sudados hombros. Y pronto escuchó esa chirriante risa provenir a un costado suyo, enviando otra oleada de pánico por ser incapaz de ver.

—No te preocupes...—

Tenso las manos contra las amarras en sus muñecas, siendo capaz de oír el tintineo de las piezas de tortura que se le había mostrado antes de que le azotaran.

Si solo tuviera la posibilidad de cortar las amarras...

—Pronto te oirás cantando todo lo que sabes, querida oyente. —Continuo el hombre, hablando con burla. —Tu tortura no acabara, hasta que cantes.

—Tendrás que matarme, y eso a tu jefe no le gustara. —Ladeó la cabeza, mordiendo su labio inferior al sentir las gotas de sangre correr por todo el camino de los latigazos.

Profundas, calientes y llenas de sangre...

—Si muero, seguro él te matará —Continua ella, sonando de lo más calmada. Eso es bueno, así no demuestra el dolor por el que esta pasando. —Y en algún momento moriré, con 50 latigazos.

—¿Piensas que no se cuanto dolor es capaz de soportar una mujer? ... Claro niña, una mujer soporta más que un hombre, seguro que esto lo vas a soportar...

________ quien tenía los ojos cerrados, agudizó los demás sentidos, siendo capaz de sentir y oír los pasos del hombre, caminar en su costado izquierdo.

Soltó las amarras con una navaja que corto en un costado de su muñeca, y cayó contra el frío suelo de piedra, sintiendo todo su peso, contra sus temblorosas piernas.

De un pronto, levanta la cabeza en dirección de la entrada al escuchar la puerta abrirse, y ágiles pasos entrar en el recinto.

—Vete—, La voz masculina resonó en todo el recinto.

Pudo notar que no tiene acento alemán como los demás con quien ella se topo. No, su voz y acento son elegante y muy varonil, sin ni una pizca de perversión o maldad.