❀Capítulo VIII❀

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Creo que es hora de que me vaya, Nagisa-kun. Dijo Karma. Ambos habían acabado bastante bien luego de la cita —a pesar de que Karma no supiera que era una—; las mejillas de Nagisa se encontraban encendidas, y una gran sonrisa estaba plasmada en sus labios. En cambio, Karma también tenía una hermosa sonrisa entre sus labios, pero un destello de amargura se distinguía en sus ojos.

 K-Karma-kun. Llamó el menor. ¿P-Puedo acompañarte hasta tu casa? Preguntó avergonzado, aumentando el sonrojo de sus mejillas.

Es tan lindo.Pensó el pelirrojo, sin embargo, no tardó en sacudir su cabeza, desaprobando todo lo que su cabeza pensaba.Uhm, sí. Mencionó. No obstante, la sangre subió a sus mejillas, sonrojándose levemente.

   Ambos continuaron su camino hasta la casa de Karma, hablando entre risas y algún comentario típico del mayor, quien procuraba avergonzar a Nagisa.

Ya hemos llegado, Nagisa. Dijo, deteniendo su andar frente a su casa. Se giró y le dedicó una hermosa mirada al contrario, quien le miraba sonriente. Me he divertido mucho contigo hoy.Comentó, provocándole —nuevamente— un sonrojo. 

Yo también contigo, Karma-kun. Sonrió tímidamente, causando que el mayor soltara una leve risa ante sus reacciones. ¡Me ha llamado sin honoríficos! Exclamó en su consciencia. C-Creo que es hora de que por fin se lo diga... Un silencio se hizo presente, cada uno en sus pensamientos, mientras que el ocaso se hacía presente en el paisaje. No obstante, Nagisa procedió a romperlo. K-Karma, t-tengo algo que decirte. Desvió su mirada hacia el piso; sus manos comenzaron a temblar mientras jugaban con el dobladillo de su chaleco.

¿Qué sucede, Nagisa? Preguntó desconcertado. Su corazón se agitó al contemplar de ésa forma a su mejor amigo. No lo digas, no lo digas. Repetía en su interior.

So-Somos amigos desde hace mucho... Comenzó. Su voz temblaba al igual que su cuerpo.Y creo que... Me he enamorado de ti. Ante sus últimas palabras cerró fuertemente sus ojos, esperando alguna respuesta. Sin embargo, nuevamente se creó un silencio; uno que atentaba contra el corazón de Nagisa, que en estos momentos tan frágil se encontraba.

   Nagisa se sobresaltó al sentir las manos del contrario sobre sus hombros, invitándolo a dedicarle una mirada. Éste aceptó gustoso, ilusionado por las próximas palabras que el mayor le diría.

Perdóname, pero no puedo corresponderte, Nagisa-kun. Dijo suavemente; sin embargo, aquellas palabras fueron suficientes para que Nagisa se quebrara completamente... Por dentro. A mi me gusta Okuda-san.

A-Ah, sí, l-lo entiendo, Karma-kun. Intentaba aguantar sus ganas de llorar frente a él. Lo útlimo que más quería era perderlo definitivamente. Me con-conformo con que tú lo sepas.Sonrió. 

   Karma correspondió ese gesto de igual forma, mientras su corazón se estrujaba al ver tal imagen de su amigo. Si es que así se podía llamar a la persona que amas.

No te preocupes, podemos seguir siendo los mismos hasta ahora. Comentó, mientras acariciaba delicadamente con sus pulgares, los hombros sobre el uniforme del contrario. A pesar de sentir como su pequeño cuerpo temblaba, Karma intentaba ignorarlo completamente.

C-Claro, n-no hay problema. Dijo de forma entrecortada —cosa que creyó que Karma aún no había notado—. Y-Yo, si me disculpas, Ka-Karma-kun, se está haciendo tarde y mi madre me regañará.Habló con cierta rapidez en su voz. 

   El mayor asintió sonriente, mientras veía como el contrario se alejaba lentamente.

¡Nos vemos mañana, Karma-kun! Exclamó mientras comenzaba a correr sin rumbo.

Lo siento, lo siento mucho, Nagisa.Pensó Karma de forma desesperada, mientras entraba lentamente y a paso desganado hacia su hogar, el cual se encontraba tan sólo como de costumbre. 

   Ahora que ambos estaban alejados, podrían desahogarse como su corazón se los pedía.

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Y todavía falta lo mejor¿?
♡Autora-chan los quiere mucho♡

Gracias por Leer

Sin editar, f.◄  

《Déjate Querer Por Mi》 [Yaoi/gay]Where stories live. Discover now