Capítulo 12

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El mago de sanación.


- Eso es lo que pensamos de él –Menciona Geraldine mientras le damos nuestras sospechas- Debido a esto fuimos a ver a una amiga de Elliot que. . .

- No es mi amiga –Le interrumpo tajantemente- Es una compañera de Incal para los juegos mágicos. Además es una telépata bastante antipática.

- Ay, no digas eso. Es muy agradable –Me replica la chica morena- De cualquier modo, la fuimos a ver durante el almuerzo.

- Así que por eso desaparecieron –Indica Tessa mientras sale de la ducha-.

- ¿Pudiste escuchar todo desde adentro? –Le pregunto secamente-.

- Claro, ¿por qué no?. Hay bastante eco –No, no creo que sea eso-.

          Me pongo de pie y me paseo por la habitación golpeando las paredes levemente con el reverso de mi mano, sin embargo no hay ningún lugar que suene hueco, es bastante sólido. ¿Entonces como?. . . No me digas que ese maldito de Jake hizo eso.

- Tabatha –Menciono su nombre de la nada y ella se pone rígida- ¿Eres capaz de usar magia?.

- Si –Dice asintiendo con la cabeza- Pero. . . ¿que necesitas?.

- Necesito tus ojos –Geraldine y Tessa me ven con extrañes de qué me sucede-.

- No hay problema. . .

- Morados –Le corto la frase y ella se exalta- Se que es mucho pedir así que yo haré el círculo por ti.

          Me acerco para arrodillarme junto a ella cerca de la mesa de centro. Coloco un dedo en el piso alfombrado y empiezo a dibujar el círculo de hechizos que nos enseñaron.

- Necesito que observes objetos diminutos que puedan estar ocultos en cualquier lugar de la habitación, también el baño y guardarropía.

- Si. . .

          Toca el círculo con una mano y con la otra se quita las gafas. Ella cierra los ojos por un momento para concentrarse y los abre de golpe dándonos a ver sus ojos morados. Escudriña toda la habitación mirando en todas las direcciones.

- En la conexión del computador hay algo, también detrás de la ventana y detrás del escusado.

          Mierda lo sabía. Tabatha los desactiva de inmediato jadeando fuertemente. Ha sido un gran esfuerzo el que ha hecho.

          Me levanto de golpe y voy detrás del escritorio. Lo saco del lugar para ver mejor. Quito el enchufe y allí está lo que me temía.

- Ese maldito malnacido –Exclamo dando un golpe en el piso con el puño cerrado-.

- Elliot, ¿qué sucede? –Pregunta Tessa preocupada-.

- Son un parlante y un micrófono, ¿no es así? –Se adelanta a decir Geraldine. Me volteo para mostrarles la evidencia. Se sorprenden bastante y en especial la pelirroja-.

- No. . .

          Dice entrecerrando los ojos al borde de las lágrimas. La pobre chica está muy ciega.

          Ya es tarde y apenas me alcanzaré a duchar. Qué asco estar así de sucio.

- Debemos tener cuidado con lo que decimos –Aplasto los aparatos que tengo en mi mano y voy a destruir los demás-.

Academia Mágica A.M.I.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora