Capítulo 22

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Demídov Antufied.

          La situación era realmente peligrosa. Con Catalina y James convertido en humano desde hace un rato tan solo nos quedamos un par de minutos y nos largamos. No teníamos nada que hacer allí, pero al menos logramos escuchar algo.

- No tienen ni idea –Decía el tipo con la máscara del tigre que más bien parece una mujer por su aguda voz. Tiene puesta una gran capucha negra al igual que el otro pero este primero emana fuego de sí mismo- Ya nos hemos infiltrado dentro de vuestra preciosa Academia.

- ¡¿Cómo dices?! –Exclamaba la profesora de tierra, la cual tenía arañazos en el rostro y en sus piernas-.

- Como he dicho. Hay 5 espías y será cuestión de tiempo para que todos ustedes caigan –Continuó diciendo la tipa de la máscara del tigre-.

- No podrán –Comenzó a decir calmadamente Arthur- Este año han llegado muchos estudiantes prometedores. . .

- ¿Te refieres a los ''hermanos'' Antufied? –Dijo la palabra con mucha ironía- O la chica del clan D'cruze -¿Qué diablos pinta Tabatha en todo esto?, pensé en aquél momento- O mejor al hijo del traidor. El hijo del apodado mago ''La Parca'', Jokull W. . .

- ¡Suficiente! –Exclamó el tipo de la máscara del oso- No querrás revelar más información a esas tres ratas.

- ¿Tres? –Se preguntó a sí misma Gea-.

          Antes de que la tipa de la máscara de oso volteara hacia nosotros, cojo la mano de Catalina y James y salgo disparado hacia la Academia. Voy corriendo tan rápido arrastrándolos a ambos conmigo que mis pulmones llegan a quemar. Los bíceps de mis brazos arden al igual que mis muslos. Las piedras y ramas se clavan en mis pies dañándome con cada paso. Cuando ya estoy frente a la muralla me detengo.

- Uf. . . –Jadeo sin recuperar el aliento con éxito mientras apoyo mi mano con el codo extendido en la gran pared de piedra-.

- ¿Qué te ha sucedido? –Me pregunta Catalina sin ese tono frío en su voz-.

- Es. . . cuchadme. . . bien –Con gran esfuerzo logro articular unas pocas palabras. Mi garganta me duele al hablar. Es como si tuviese una lámina de metal rugoso en ella hiriéndome-.

- Primero. . . recupérate –Dice tímidamente el nuevo James obeso-.

- Jamás habléis de lo que habéis escuchado.

           Puedo no querer estar con estas personas pero no puedo exponerlas a tal peligro. Nadie debe saber de aquello. Sin embargo, la voz de la tipa de la máscara del tigre me parece muy familiar ahora que lo pienso con calma.

- Tenemos que volver. ¡Ya! -Catalina reacciona y hace un agujero bajo tierra-.

- Vamos –A pesar de todo no pierde la compostura. Es una chica admirable-.

          Nos sumergimos bajo tierra hasta llegar a los dominios que encierran las murallas. No se logra ver ningún alma. La lluvia aún nos envuelve y ya se empieza a formar barro bajo mis pies desnudos.

- Entremos por las ventanas –Les aviso a los demás y como la habitación del gordo está más próxima, es el primero en irse-.

- ¿Eran los mismos que nos atacaron el otro día de camino al puerto? –Me pregunta seriamente la chica-.

Academia Mágica A.M.I.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora