(GIF DELES DANÇANDO NA FESTA DELA)

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Y ahora quiero decírselo.
—Dios, qué guapa eres.
Y ella entorna los ojos y frunce un poco la boca como diciendo «Pero ¿qué dices?», y luego asiente.
—Sí, sí, cómo no...
Y justo en ese momento vemos pasar desde lejos a la mujer mayor con su perro y su don de la oportunidad perfecto. Nos echamos a reír. Luego nos sentamos y, en silencio, acabamos la pulsera de conchas. La mira, sonríe, está satisfecha, ha quedado bien.
—Toma, es para ti, te la regalo. ¿Te gusta?
—Muchísimo.
Pero decidimos dejarla allí, que resista el paso del tiempo, que rubrique esta jornada de amor, de mar, de pasión y, ¿por qué no?, de sexo. Y, cuando se lo digo, ella dice:
—Es verdad, de sexo... Y ha sido realmente bonito.
De modo que me encaramo y cuelgo la pulsera en un clavo, en alto, en una de las casetas. Es difícil verla escondida entre esas vigas. Se quedará allí mirando quién sabe cuántos otros momentos de pasión, si los hay, y recordará para siempre el que hoy y para siempre nosotros hemos vivido.

Baby Y Yo❤Where stories live. Discover now