Mi Dulce Chico Nerd ❤️

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Capítulo - 27

PETER

Después de una rica comida que le hizo Lali seguimos en la cocina, sus  padres estaban de viaje así que aprovecharía todo el tiempo que pudiera con ella. Estaba sentada sobre la mesa y yo en el medio de sus piernas, charlamos de todo un poco y nos reímos un montón. Por más que este mal por lo de mama su sonrisa me saca una sonrisa a mi. Me tira de ese pozo hondo y oscuro que quiero meterme y nunca más salir. A veces me pregunto qué hice para merecerla, una mina así de linda y tierna, y ahora, la mujer de mi vida.
Cuando percibí que todo estaba en silencio me percaté que me había quedado mirándola, pero no viendo nada. Estaba pensando y no me percaté que me observaba también.

-Eu... qué pasa? -me preguntó acariciando mi mejilla y dejando un beso ahí-
-Porque yo?-me miro extrañada- Podrías elegir a cualquiera. Un chico fuerte....
-Sos fuerte. -dijo pasando las manos por mis brazos y espalda-
-Alto...
-Sos más alto que yo. -dijo riéndose y acercando su cara a la mía-
-Un chic...
-Cállate! No puedo elegir a cualquier chico, porque te amo a ti, y ningún otro llega a tus pies. -sus ojos se iluminaron de una tal forma que me mato de amor- Entendiste ahora?
-Completamente. -dije sonriendo y acercándome hasta chocar sus labios con los míos, y fundirnos en un beso tierno y perfecto. Como solamente pasa cuando estoy con ella-

No sé porque pensé en eso ahora, estamos felices y la amo más que nada nada en el mundo. Ahora estoy para cuidarla y mimarla mucho, todo ese tiempo que pasamos lejos uno del otro me sirvió de algo. Ahora se que no puedo vivir sin ella, y que este amor que siento crece cada vez más.

Estábamos besándonos y el beso fue subiendo el tono, sus manos apretaron mi pelo y la mias su cintura, luego baje a su culo y la atraje hacia mi, pegándola a mi cuerpo. Nuestras lenguas trababan una guerra para saber quién tiene el mando. Sus manos bajaron por mi pecho y brazos y se posaron en mi abdomen, mis manos se fueron a sus muslos y Lali se sobresaltó, su mirada desconcertante me asusto, me miró unos segundo y algunas lágrimas corrieron por su mejilla y me aparto bajando de la mesa y corriendo a su habitación, se encerró ahí y escuche sollozos, uno tras otro. Cosa que me desespero aún más.

-Lali! -le grite por la quinta vez- Abre la puerta por favor... -le suplico y la habitación sigue en silencio, tengo una angustia tremenda en mi pecho, no que le pasó para estar así- Dale mi amor, puedes decirme que pasa? -escucho pasos pero la puerta aún está cerrada, apoyo mi frente ahí y suspiro para intentarlo una vez más- La... te lo estoy pidiendo por el amor de dios. Por favor mi amor, abre la puerta para mí. Déjame ayudarte. -dos minutos después la puerta se abre, mi mirada automáticamente se dirige a la de ella, tiene los ojos rojos y asustados,  una mirada de miedo y pena-
-Peter... -susurró bajando la mirada y la atraje hacia mi, su cara en mi cuello y mis brazos rodeándola, dandole suporte. La tome en brazos y me senté en la cama con ella en mi regazo-
-Mi amor... -le acaricie el pelo y le di un beso allí- Que pasó? -negó con la cabeza escondiendo su cara aún más en mi pecho, sus lágrimas salían y no deja de temblar bajo mis brazos- Ey... -levante su mentón y hice que me mirara- Dime.
-No puedo.
-Si, si puedes.
-No puedo decirte Peter. Ahora que volviste, que estamos bien, no puedo arruinar todo así.
-Nada de lo que me digas va a cambiar lo que siento. Me oíste? Nada. -me miraba a los ojos y nuestros corazones latían a mil, le acaricie la mejilla y cierro los ojos, inclinó su cabeza tocando mi mano y suspiro para luego asentir con un poco de miedo-
-Yo.... -miró el techo y una lagrima sola cayó por su mejilla, la limpie y cuando me miro a los ojos lo vi, su decisión fue contarme, fue abrir su corazón y dejar que le ayude- Tenía trece cuando todo empezó. Mama quería que fuera la niña perfecta. No podía tener defectos, y era una gran presión para mí eso. Hija única y con padres ricos, todo caía sobre mi, de una manera o de otra. -se quedó en silencio unos segundos y luego suspiro- Un día, estábamos en un evento social de la empresa de papa, en aquella época no me gustaba mucho hacer amigos, y aún más si fuesen como mi mamá. Pero ese día decidí intentarlo, quería dejar de ser así y tener amigos, amigos que mi mamá aprobaría. Conocí a unas chicas y jugamos casi toda la mitad de la fiesta, no había visto a mama ni una vez después que llegamos, tenía sueño y me quería ir. Entonces salí a buscarla, por unos minutos mire entre toda la gente y no la vi, luego empecé a caminar y caminar hasta llegar a una puerta grande de madera. Me recuerdo como si fuera ayer ese día, una puerta decorada y nada sencilla, toque dos veces y nada. Pensé que no había nada hasta que escuche una risa, la de mi mama. Solté una gran bocanada de aire, me sentí tranquila, la había encontrado. Pero... cuando giré el paumoro de la puerta yo... -se callo, sus lágrimas caían sin parar y no sabía que hacer, solo la traje a mis brazos y la apreté contra mi, intente calmarla pero nada resultaba, suspiró y sabía lo que venía ahora, no quería escuchar, no quería saber lo cuánto sufrió- La vi allí, con otro hombre. Un hombre que no era papa. Estaban... haciéndolo. Ella desnuda y abajo de el, iluminados por la luz de la luna, me quede paralizada ante la escena, por unos minutos siguieron haciéndolo, no se había percatado que estaba allí. Cuando intente volve bati en algo y se cayo haciendo un ruido tremendo, los dos me miraron y al principio mamá tenía una mirada de miedo y preocupación, luego su mirada se transformó completamente, se volvió rabiosa, llena de odio. Se paro y camino hacia mi, dando azocadas fuertes en el suelo y pareciendo estar muy, pero muy canteada. -suspiró y me acomodo en mi regazo, a cada palabra se estremecía más, y no aguante más-
-Mi amor... si quieres no contarme eso...
-No. Quiero hacerlo. Quiero que sepas y me entiendas. -asentí y le di un beso en los labios para luego seguir escuchándola- Y cuando...cuando llegó a mi lado me agarro el brazo y me llevó afuera, no necesitamos pasar cerca de nadie porque conocía el lugar mejor que yo. Me llevó directamente a casa, en silencio todo el tiempo pero con un aire de rabia y odio. Cuando llegamos me jugó al suelo haciendo que me lastime la mano y la rodilla derecha, justo ahí me pego, por todo el cuerpo y me dejo marcas que me costó mucho que saliesen. Y en ese día, luego de que mamá me haya pegado todo lo que quería, me mandó al cuarto, me encerró y dijo que nunca más iba a salir. Cuando ella cierro la puerta llore, como nunca había llorado en la vida. Se me salió al alma de mi cuerpo, no aguantaba más tanto dolor. Y eso ocurrió por meses enteros, me pegaba y me encerraba en la habitación, no tenía amigos y aún no tenía a Alex. Cinco meses después, cuando ya no pude aguantar más tanto dolor y angustia, cuando ya no quise quedarme sola con mis pensamientos, hice la única cosa que me arrepiento en toda la vida. Hice una cosa irreparable, que le dejó marcas permanentes.... Me lastime, y no una. No dos. Sino muchas veces, unas profundas y otras no. Hasta casi quitarme la vida. -cuando llegó ahí me quede helado, sin respiración, lleno de rabia por su mama y dolor por ella. Se auto lastimo, mismo tan chiquita y sensible. "Casi quitarle la vida." Eso soñaba una y otra vez en mi mente. Si creía que iba a huir y desaparecer de su lado se engañó completamente, ahora sí que debo y quiero protegerla, que quiero amarla aún más y sanar este dolor.

Mi Dulce Chico Nerd ❤️ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora