Parte 30✨

202 8 0
                                    

Volvimos al hotel para bañarme. Ahora estoy en la bañera.


Sonó mi celular.


Una llamada entrante de Sofía


-Lo siento Ariadna-dijo del otro lado de la línea. Mis lagrimas empezaron a salir.


-No sé que hacer, no lo sé Sofía-dije llorando


-Voy para allá-dijo Sofía.


-Lo necesito, necesito a Joel-dije, lo único que hice fue llorar, llorar sin parar.


Cuando le colgué a sofía miré sus últimos mensajes, los leí, reproduci la canción, una y otra vez.


 Te prometo que algún día estaré a tu alrededor
Te mantendré a salvo,
te mantendré segura

Ahora es bastante loco
Y no sé como pararlo o hacerlo más lento

Y oye
Sé que hay algunas cosas de las que necesitamos hablar

Y no me puedo quedar
Así que déjame abrazarte un rato más

Toma un pedazo de mi corazón
Y hazlo todo tuyo
Así que cuando estemos separados
Nunca estarás sola
Nunca estarás sola

Nunca estarás sola
Cuando me extrañes cierra tus ojos
Puede que este lejos pero nunca me he ido

Cuando te duermas por la noche solo recuerda que nos acostamos bajo las mismas estrellas

Y oye
Sé que hay algunas cosas de las que necesitamos hablar

Y no me puedo quedar
Así que déjame abrazarte un rato más

Y toma un pedazo de mi corazón
Y hazlo todo tuyo
Así cuando estemos separados
Nunca estarás sola 

Y toma un pedazo de mi corazón
Y hazlo todo tuyo
Así cuando estemos separados
Nunca estarás sola
Nunca estarás sola  


Esa canción me tranquilizaba, pero me ponía triste. Quería más que una canción, lo quería a él, pero por ahora esa canción era lo único que tenía, esa canción y a Buddy.


Me arrepiento de no haberlo abrazado con más fuerza, de no decirle más que lo amaba, de no besarlo más. Y esque ya no lo haré más, ya no estaré con él.


-Ariadna, qué haces!-dijo mi mama, apenas y la escuchaba.


Después de eso no recuerdo mucho, solo me recostó en la cama, no sé cómo me logró llevar hasta ahí, no es que pese mucho,  al tiempo me sentí mejor y me levanté, me vestí con la ropa que mi mama preparó para mi .


-Ariadna, ¿estas bien?-dijo Sofía.


-¿por que lo preguntas?-dije secando mis lagrimas que estaban casi secas.


-No me respondiste-al parecer me quedé en un estado de trance, porque su cara mostraba miedo.


Sofía me abrazó con fuerza, necesitaba eso, aunque aún seguía devastada, no sé como explicar que es lo que siento, aún no lo puedo creer, aveces me quedo sin hacer nada, reaccionó y todo lo que ha pasado pareciera un sueño.


Lo peor es que recordé mi sueño, mi maldita pesadilla se volvió realidad.


Me da miedo verlo, en esa caja, no se si podré resistir.


AL llegar a la casa del tío de Joel mi corazón latía con fuerza, me sentía mareada, me dolia la cabeza y no soportaba estar en un mismo lugar.


-Hija, ahí está javier-dijo mi madre, no solo estaba el padre de Joel, si no también su tío.


Me acerqué temerosa hacia ellos, aun con las lágrimas saliendo, me di la media vuelta para ver a mi mama y a Sofía, mi madre asintió, Sofía solo me sonrió. Al verme, el padre y tío de joel, me sonrieron, javier el padre de Joel me abrazó, lloré en su hombro, aunque me separé, no quería llenarlo de lágrimas, el tío de Joel también me abrazo.


-Lo siento mucho-dije, mis lagrimas no paraban. 


-Javier-dijo un hombre. El padre de Joel se alejó.


-Ariadna, nosotros también lo sentimos, sabíamos que lo querías-dijo me puso la mano en es hombro, me dio unas palmaditas y se fue.


Claro que lo quería.


Lo amaba.


Lo amo.


-Ariadna debemos entrar-dijo mi mama.


-No sé si pueda-dije-no soportaré.


-Eres fuerte-dijo Sofía.


Yo solo negué. Entramos, mi madre y Sofía me tomaron de la mano. Lo primero que vi fue a mucha gente, recorrí mi vista por toda la sala, hasta que ví la caja. Apreté más las manos de mi madre y de Sofía.


-¿Lista?-dijo Sofía.


No le contesté.


Porque obviamente no estoy lista.


Me acerqué, solté la mano de sofía, esquive a varias personas, para llegar hasta el, donde hace unos segundos había ruido, ahora solo se escuchaban  mis latidos, cada vez más rápidos. Cuando estaba enfrente, antes de dar el último paso, cerré mis ojos, me preparé mentalmente. Cuando me tranquilice un poco, cuando mis latidos estaban regulados, abrí mis ojos y lo ví.


Estaba como la última vez.


Solo que ahora estaba tan tranquilo, tan serio, tan guapo.


Me sorprendió que no había tantos rasguños en el, la verdad ni siquiera se perciben bien. Ahí estaba Mi primer amor, Mi Crush.

Mi CrushOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz