Mi Crush

Parte 40

— Soy fuerte por ella, deberías ser fuerte por las personas que te queremos— dijo tocando mi hombro.

Suspiré— eso intento hacer— dije de golpe.

  — Las veo en la noche— dijo, y salió

  — Tengo que ir a comprar ropa— dije con rastros de lágrimas en mis mejillas y con una a punto de salir, dándole la espalda.

 — Está bien— dijo yendo a la cocina. Yo me senté en el sofá y limpié mis lágrimas nuevamente—Vamos—dijo con las llaves en sus manos.

Yo asentí y caminé hacia la salida.

(...)

Cuando me decidí a comprar el vestido y lo pagamos mi mamá insistió en comer en algunos de los establecimientos del centro comercial, pero me negué—Saldré con Sofía—dije, ella termino por acceder a regresar a casa.

Al llegar a casa me senté en el sofá y le envíe un mensaje a Sofía

"Hola, ¿puedes venir?"

Escribiendo eso dejé mi celular a un lado, desde que Joel murió no platico con nadie aparte de Sofía en el móvil.

  — Hija abre la puerta por favor— dijo mi madre desde la cocina

— Luego vengo— dije a punto de salir.

— ¿A dónde?— dijo poniendo sus manos en la cintura y haciendo esos gestos que tanto la caracterizan

  — Es Sofía, volveré en unos minutos— dije, cuando cambió su cara supuse que accedió y salí de ahí

  — Hola— dijo Sofía un poco extrañada

Suspiré hondo— El tío de Joel..— no pude terminar la oración porque no contuve el llanto.

  — Lo siento tanto— dijo sofía abrazándome 

  — ¿Puedes acompañarme al velorio?, será hoy en la noche— dije a Sofía suplicando que no me dejara sola, so quería estar sola yo y mi mama

  — Tendré que pedir permiso— dijo

— No te preocupes, le diré a mi madre que le diga a tus padres— dije sonriendo

Después de casi suplicarle a mi madre para que hablara con los padres de Sofía accedió, al igual que sus padres,ahora mismo estamos en camino, está sonando desde  mis audifonos que comparto con Sofía Runaway  de Ed Sheeran, esa canción que por tres minutos y medio me hizo olvidar el dolor punzante en mi pecho. Y me maldije por guardar tantas canciones tristes, las cuales me hicieron llorar.

Sofía lo notó y cambió la canción.

  — Gracias— dije volteando a ver con los ojos rojos.

El viaje no fue tan largo pero si muy doloroso, pasamos cerca de el autocinema al que fuimos yo y joel, no sé cómo pude resistir a no llorar, pero en fin.

Al llegar al funeral del tío de Joel todos nos recibieron y fueron muy amables, aunque se denotaba mucho el dolor, todos estaban muy tristes, el lugar estaba tranquilo un poco solitario pero todos estaban contentos, y no sabía por que.

  — Oye, me acompañas al auto de tu madre, ahí dejé mi agua— dijo Sofía con voz suave y con un volumen muy bajo, como si alguien nos fuera a escuchar, como si fuera un secreto.

— Mejor vamos a la cocina, ¿no?— dije, no quería tener que recorrer de nuevo el mismo camino, además quedaba más rápido la cocina que el auto de mi madre.

— Bueno— terminó diciendo, aunque se lo pensó un poco.

Después de decirle a mi madre a donde ibamos nos dirigimos a la cocina y tomamos agua

— Hola Ariadna— dijo una de las tías de Joel

— Hola— dije denotando mi tristeza 

  — Él se fue muy feliz— dijo forzando una sonrisa—Dijo que a fin se reuniría con su hijo—refiriéndose a Joel.

Yo sólo sonreí.

El resto de la noche no la pasamos ahí, tomamos café y después nos fuimos al mismo hotel en que nos quedamos la vez pasada.

A la mañana siguiente el entierro fue temprano, nos quedamos un rato cerca de ahí, después de algunas llamadas de los padres de Sofía nos dirigimos a mi casa.