9. Morir antes de perderte

7K 464 12
                                    

West y yo entramos a la oficina. Allí estaba Elizabeth, sentada en mi sillón con un cigarrillo apagado en sus labios conversando amenamente con la misma aspirante que nos había interrumpido hace unos momentos. En cuanto me vio se quitó el cigarrillo y se levantó al igual que la muchacha frente a ella.

-¿Reemplazaste a Allison por Elizabeth? -habló West a mi lado-.

En todo caso, reemplacé a Elizabeth por Allison.

-¿Qué tal la entrevista? -le pregunté-.

-Excelente, he encontrado a la persona indicada para el puesto. Es la hija de Alfred, aquella que tanto buscaba.

Tenía una gran sonrisa en su rostro. Su sonrisa.

-Está bien, vamos a fiarnos de las palabras de la señorita Collins, espero que esta vez sea sincera.

-Claro que sí Señor Steele, no se arrepentirá.

La nueva recepcionista se acercó a mí y me estrechó la mano para después hacer lo mismo con West. Después le hizo un gesto con la mano a Elizabeth y salió. Mi escolta finalmente se retiró del escritorio y saludó a mi amigo con un abrazo.

Todos nos sentamos, esta vez yo en mi sillón, con un vaso del ron que había llevado West.

-¿Y cual era la gran noticia?

West observó un momento su vaso y después sonrió.

-Voy a ser papá.

-¿Enserio? Felicidades West, eso es increíble -Elizabeth colocó una mano en su brazo-.

-Mucha gracias Elizabeth -me observó-. ¿Qué piensas Tony?

Me aclaré la garganta.

-Pienso que deberías ponerle Tony, eso te garantiza que estará rodeado de mujeres.

Se echó a reír y le dio un trago a su bebida.

Mi amigo iba a tener un hijo. Un mini West. Aquello con lo que yo había soñado alguna vez, tener una familia, con ella. Estaba feliz por él, claro que sí, porque aún si no tuviera los míos podría disfrutar del pequeño en camino.

-Elizabeth -habló mi amigo-, oí que te ofrecieron un puesto en la policía nuevamente.

-Sí, me pidieron que regresara como comandante.

-Es una gran oportunidad, ¿por qué la rechazaste?

Sus ojos verdes se plantaron en mí.

-Trabajar aquí es más divertido.

Levanté el cuello de mi camisa para cubrir las marcas sabiendo a que se refería.

Después de acabar con media botella de ron cada uno fue a su casa. Claro que Elizabeth debía llevarme a la mía. En cuanto entramos encontré a Friday mordisqueando otro zapato de Allison. Empezaba a creer que tenía algo contra ella. Dejé mi saco y corbata en el mueble mientras observaba a Friday hacer sus travesuras.

-¿Cuando regresa Allison? -la escuché tras de mí-.

-¿Realmente te importa?

Se acercó a mi lado.

-Todo lo que pase contigo me importa.

Reí con ironía al escucharla.

-Me abandonaste un año completo, no te importa lo que me suceda. Eres igual que mi madre.

La oí suspirar con fuerza.

-No soy igual a ella Tony, en nada.

La observé dispuesto a responderle.

-¿No?

-No. ¿Recuerdas lo que hizo ella? Se quitó la vida, pero yo la di por ti y créeme que estaría dispuesta a hacerlo otra vez.

-¿Me dejarías nuevamente? ¿Me harías pasar por el mismo sufrimiento?

-Ese es tu problema Tony -levantó la voz-, piensas sólo en tu dolor, en lo que tú pasaste. Eres un egoísta.

-¿Yo soy el egoísta? -levanté la voz también-. Tomaste una decisión sin consultarme, había otra manera de hacer las cosas.

-Lo sé, pero no podía arriesgarme. No creas que fuiste el único que la pasó mal.

-¿Pasaste mal? Elizabeth, lloré tu muerte, pasé muchas noches negando que te habías ido con este maldito dolor en el pecho.

-Yo no pasé nada bonito allá. Te lo dije Tony, tuve que ver cosas que no vi en mis años como policía. Tú no lo sabes porque estabas aquí encerrado.

-Pasaste eso porque tú lo querías, así como apareciste hace unas semanas podías haber aparecido hace meses. Todo sería diferente Elizabeth.

Se acercó a mí.

-Todo sería diferente si dejarás de pensar así -su voz ahora estaba tranquila-.

-¿Sabes Elizabeth? Si en ese entonces hubiera sabido que era mi vida la que estaba en riesgo, habría preferido morir antes que perderte.

Sus ojos se abrieron al instante. Le di la espalda y caminé hacia la gran ventana. ¿Qué cosas estaba diciendo? ¿Qué estupideces le estaba contando?

-Ya vete -le dije, apoyando mis manos en el piano-.

Necesitaba alejarme de ella antes de cometer algo de lo que me arrepentiría. Sentí como colocó su mano en mi hombro y rápidamente me aparté. No porque no quisiera su tacto, sino todo lo contrario pero no podía permitírmelo, no después del dolor de su ausencia.

-Hasta mañana Señor Steele.

Después de un par de traqueteos con sus tacones, oí como cerraba la puerta. Inmediatamente me eché en mi sillón. Necesitaba descansar, eran muchas emociones para un sólo día. Friday empezó a ladrarme mientras mordía mi pantalón. Quizás estaba molesto por haber echado a Elizabeth. Insisto, traicionero.

Lo tomé para colocarlo en mi regazo mientras acariciaba su pelaje aún maltratado.

-¿Qué crees que debería hacer?

El cachorro estaba más entretenido mordiendo mi camisa que escuchando mis penas.

Ni siquiera mi perro quería oírme, así de mala era mi situación.

Nota del autor: Felicidades a nuestro querido West 👏👏 Yo creo que ese par ya debería besarse en vez de estar discutiendo por todo 😂😂 Ese perrito es lo máximo #TeamFriday 😂✋

Mini maratón [1/3]

Pa' que vean como cumplo, ahora cumplan votando y comentando 😏👌

❤️❄️

Corazón Recargado (CA #3)Where stories live. Discover now