Cap 1

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[pd: la historia comienza con Caura. Pronto, poco a poco se agregará Raura] Denle a la estrellita, 5 votos y subo el segundo capítulo]

-La fiesta estuvo increíble. Gracias Calum, te quiero mucho. - agradeció Laura con un abrazo cálido. Ayer tuvieron una fiesta, donde los amigos de ambos se reunieron en su casa para ver un partido de hockey.

-No hay nada qué agradecer, te amo... -sus palabras fueron un poco más allá.

Calum dijo. Sonó demasiado cursi, y la castaña no pudo evitar malinterprerarse ese comentario.

-D-dijiste "te amo"...

El pelirrojó se ruborizó.

-Como amigos. - aseguró.

-Lo siento, no quería malinterpretarte. Si es de amigos...

Volvió a sonrojarse. Un "te quiero de Laura era sentirse en el paraíso, aunque fueran de amigos... Amigos, sólo amigos, o al menos eso parecía.

Así Laura le dedicó una sonrisa pequeña y corta, y subió las escaleras para vestirse.

¿y si la veo vestirse? No sería nada malo ver la anatomía del cuerpo femenino. -pensó Calum con cara perversa.

Subió silenciosamente apenas sintió una puerta cerrarse, y aprovechó para ir. Arriba, abrió lentamente la puerta con intenciones de que las bisagras no sonaran, y la vio, la contempló. Como una diosa, como una chica con un cuerpo tallado por los dioses. Lástima que sólo pudo ver su espalda, cubierta por pequeños mechones de su cabello. Sus pechos también estaban tapados con su cabello, y su trasero estaba tapado por las sábanas. La chica tenía la ropa en la cama, y pudo notar que sus grandes pechos, que se podían notar tras la blusa, no era relleno. Los sostenes eran blancos de encaje, del mismo color de la polera que puso en su cuerpo con diseño "Bad blood" escrito a mano en honor a su ídola, Taylor Swift. Se paró para ponerse sus chones y vio allí todo, pero todo acerca de su centro. Increíble. Se puso un short negro corto, y se dirigió a la puerta. Él no lo notó.

-Disculpa, ¿estabas espiándome?

-N-no, sólo estaba viendo los detalles de tu puerta, claro. -rió nervioso.

Ella arqueó una ceja y cerró la puerta.

Calum rendido, bajó las escaleras y ordenó el sofá desordenado. ¡No podía ser! Su teléfono estaba prendido y desbloqueado. Era su momento.

Miró las escaleras, verificando que Laura no viniera, y puso su dedo en "WhatsApp". La aplicación estaba llena de conversaciones sin agregar a contactos, y en todas ella respondía con un "No". Le dio a una conversación y ésta era de número desconocido. Estae hombre, de aproximadamente, [y calculando más o menos por la foto] unos cuarenta años, y le decía cosas como:

"Mami estás bien deliciosa" "Te haré mía"

Y cosas por el estilo. Él abrió los ojos como platos y supuso que todas las conversaciones que tenían un "No" eran de este tipo, diciéndole cosas raras y sin sentido. Enfureció. Decidido subió nuevamente las escaleras hasta la habitación de Laura, y entró sin tocar la puerta. Ella no estaba.

-¿Laura?

Demoró en contestar.

-Estoy cepillando mi cabello, ya voy.

Y era cierto. Estuvo unos dos minutos allí y salió del baño apagando la luz y cerrando una puerta frente a su cara.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Claro, dime.

-¿Por qué la gente te manda mensajes privados por WhatsApp piropeándote?

Laura abrió la boca indignada.

ONLY MY FANTASY; rauraWhere stories live. Discover now