Cap 9

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Una llamada interrummpió su llanto desconsolado. Era un número desconocido.

"¿Señor Lynch?" Dijo la voz de un joven hombre. La reconoció y supo que era el paramédico que se había llevado a Laura.

"Aquí estoy, ¿qué pasa?" Se paró bruscamente. Se mareó, pero no pareció importarle.

"La paciente, su amiga, su novia, la señorita... -se detuvo como si estuviera leyendo un papel-.  Marano no está bien. Las heridas se propagaron por su cuerpo entero".

Ross se mordió el labio para aguantar el llanto incontrolable que quería salir a flote.

"Es mi culpa. Leí que la papa le hacía mal, e hice pastel de papas cuando se desmayó y los llamé" se lamentó.

"¿¡Le dio papas sin saber que eso empeoraría las cosas!?"

"No lo sabía, de verdad lo siento. Ahora centrémonos, ¿Laura va a sobrevivir?"

Se demoró un tiempo como si fuera a decir una mala noticia. Ross tosió dejando salir el llanto un poco, pero no, los hombres no podían llorar, ese era su lema, el que le decía su padre antes de que falleciera.

"No le damos muchas esperanzas. Si escucha una alarma, es porque la señorita Laura está entrando en un paro. Lo siento mucho, pero no creo que podamos seguir haciendo algo. Ella está sufriendo aunque no esté consciente, hace una hora entró en estado vegetal. ¿Sabe lo que significa eso?" Dijo el joven.

Era cierto, una alarma pequeña pero igual audible sonaba. Esta vez Ross ya casi no podía ver su casa con tanta lágrima acumulada en sus ojos color avellana.

"Lo sé. ¿Debo ir?" Tragó saliva.

"Sí señor, se lo recomiendo"

El joven cortó. Antes de que lo hiciera, era muy evidente que sonó una alarma que había escuchado antes. Más bien no era una alarma, si no un agudo sonido igual y se terminó únicamente cuando el jovencito cortó. Supo que debía ir. Aunque no supiera de qué era el agudo sonido familiar, debía ir por si alguna tragedia pasaba.

Corrió con las llaves de su vehículo hasta éste, las entró rápidamente en su lugar y movió las palancas haciéndolo avanzar rápidamente.

A mitad de camino, las dudas entraron a su cabeza mientras una lágrima corría por su mejilla. La dejó allí, no era tiempo de recordar el lema que su papá solía decirle.

¿Y si él también tenía una tragedia y estuviera junto a Laura?

¿Y si se volcaba o chocaba a propósito para estar con su hermosa Laura?

Las dudas lo invadían sin piedad. Pero no se decidió a hacerlo por miedo a que ella se recuperara y no él estuviera. Pero por otro lado, si a propósito chocaba podría estar con Laura en el mismo estado y poder vivir juntos la experiencia tan dura. Y pensó muchas veces y tomó finalmente una desición.

Ya no era momento de pensar si ya entraste a la autopista central; la mayor pista donde transitan vehículos.

La desición estaba tomada.

**

Estaba conduciendo a 210km, suficiente como para chocar.

Y no pasó mucho tiempo para que sucediera.

Iba en la pista de la orilla izquierda, donde estaban las barreras de protección. El plan era que se detuviera bruscamente, se volcara por ello, y lo rematara el auto que viniera detrás. Era el plan perfecto.

A 210km, era prácticamente imposible que eso no sucediera.

Lloró la última lágrima que le quedaba para poder por fin pisar ambos frenos bruscamente; el ubicado al lado del acelerador, y el de mano.

El impulso fue demasiado grande, no podía ser mejor para su plan. La fuerza que ejerció hizo que la parte detrás del auto se levantara volcando el vehículo. Cerró los ojos esperando lo peor.

No pasó nada, simplemente se había volcado y quedado de cabeza. Lo único malo es que como no iba con cinturón de seguridad, su brazo se dobló por completo. Sintió que no podía moverlo, al parecer se había dislocado. Aunque le doliera un poco y la sensación era incómoda, no había pasado nada mas que eso y un rasguñón más en la frente que sangraba un poco. No era lo que quería.

De pronto un auto celeste que venía detrás del vehículo volcado no alcanzó a frenar ni doblar, e impactó el auto de Ross, que imprevistamente lo mandó mínimo unos diez metros más allá.

Ross sonrió, antes de estrellar su cabeza en el volante del auto mientras el auto rodaba, y quedar completamente inconsciente. Cuando al auto se detuvo, quedó nuevamente parado, como si estuviera simplemente detenido, pero Ross tenía la cabeza en el volante, estaba pálido y sangraba más su rasguñón y ahora tenía otra herida, que al parecer lo hizo un vidrio roto que se había salido de la ventana.

Era exactamente lo que quería que pasara. Era genial aunque en ese momento no estuviera consciente.

**

-Llévenselo y midan su presión, adminístrenle suero en las heridas y también por intravenosa. Póngale oxígeno. Y también gasa en las heridas que no dejan de sangrar, sólo la de su frente que es la de mayor grado.

Dijo una señorita paramédica. Justamente una ambulancia del mismísimo hospital de Laura transitaba por allí y vieron el "accidente". Ross no estaba consciente para nada, estaba un poco pálido y frio, pero los paramédicos aseguraban que era por el frio que hacía en ese momento, y que tiraron agua al vehículo para asegurarse que no se provocara un incendio.

Se lo llevaron de la misma forma que a Laura. En la camilla, conectada a unos cables que le administraban suero, otro oxígeno, y uno que le administraba una droga que supuestamente lo haría despertar rápidamente, o ayudaría en eso.

En menos de dos minutos, Ross poco a poco estaba despertando, e instintivamente miró su brazo. Éste estaba torcido, con la palma de su mano mirando hacia el techo, no como el otro. Su brazo estaba torcido completamente. Ahora no sentía ningún tipo de dolor, pero seguramente pronto lo sentiría.

Miró a su alrededor, los paramédicos mojaban una gasa en suero y la aplicaban en la sangrante herida en su frente. Otro apretaba su brazo "normal" midiendo la presión. Y una señorita simplemente al verlo despertar le explicó lo que había pasado, él la ignoró sólo pensando en que estaría casi en el mismo estado de Laura. Después le hacía preguntas estimulantes como:

¿En qué año estamos? ¿Qué dia es hoy? ¿Cuál es tu nombre?

Ross las respondió con facilidad, eso indicaba que no tenía lesiones a simple vista que dañaran su cerebro. Pero para él esto no estaba bien, quería estar en el mismo estado que Laura, no estar despierto viéndola y seguir sufriendo. Esto no era lo que él quería.

ONLY MY FANTASY; rauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora