Cap 6

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No podía seguir esperando sus resultados. El único recuerdo que quedaba en su cabeza era en el que Laura fue trasladada en la camilla hacia el departamento de urgencias. Tomaba su cabello entre sus manos, la presión lo agobiaba, sentía que el aire le faltaba y suspiros mezclados quizás con llanto hacían peor el momento.

-¿Familia o acompañantes de la señorita Laura Marano? -dijo un doctor saliendo por la puerta que decía "urgencias". Ross lo miró rápidamente y se acercó a él.

-Hola, soy su amigo, soy quien la trajo.

-Mucho gusto, señor. -saludó. Con los papeles en su mano, y su cara preocupada, desalentada, no daba buenas noticias al parecer. Movía los papeles como leyendo rápidamente y sacando resúmenes.-  Debo decirle que ella está bastante grave, ahora que veo este informe que me acaba de llegar de cardiología, su ritmo cardíaco está dos veces menos a lo que debería. La herida de su mano se expandió hasta su cara y le provocó unas heridas que ya son a grados mayores, prácticamente, está casi muerta. ¿Qué quiere hacer? Tenemos una última opción que es darle un medicamento llamado profesilina [ignoren el nombre horrible ;-;] que hará que su corazón se detenga sólamente por dos minutos. Luego de esto, tenemos que aplicar otro medicamento que podría limpiar todas las heridas, pero podría traer consecuencias como que quede postrada en cama, que olvide todo, absolutamente todo y que puede quedar ciega. Si quiere hacer esto, le aplicaremos nuevamente una droga que hará que su corazón vuelva a palpitar. La desición está en sus manos, señor.

Ross se tapó la boca. Pero no sabía que contestarle al hombre vestido de blanco al frente suyo, no tenía palabras para describir lo que sentía en ese momento. Sintió ganas de poder acompañarla, pero no podía aunque fuera lo que más quisiera... Debía apresurarse.

Al fin decidió.

-Sálvenla. Aunque quede con secuelas, háganlo, rápido.

El doctor asintió, para correr hacia urgencias.

***

Estaba dormido. Había esperado por al menos dos horas sin haber estado informado de Laura, nada de nada. Debía hacerlo a menos que quisiera seguir sintiéndose culpable.

El doctor nuevamente salió y vio al chico dormido, con unas pequeñas lágrimas corriendo lentamente por sus mejillas. Lo despertó moviéndolo suavemente. Abrió sus ojos y lo vio sonriente, y una luz llena de esperanza lo invadió por completo.

-¿Ella está bien? ¿Laura está bien?

Lo miró aún sonriente y asintió. Ross se contagió de su sonrisa.

-Todo salió perfecto. Incluso ahora está consciente, pero tiene una de las secuelas que le dije anteriormente.

-¿Cuál?

-Estará postrada permanente.

Su cara desvaneció al igual que su sonrisa. Pero finalmente suspiró al menos contento de que no estuviera muerta.

-Ya puedes ir a visitarla -continuó-. Si se descontrola simplemente oprime el botón rojo al lado de su cama. Si no te reconoce, es por que sufrirá la pérdida de memoria, otra secuela que te dije.

Asintió.

-¿Debo ponerme mascarillas?

-No, sólo intenta no tocar la mano que recién está sanando y su mejilla izquierda.

-Está bien, gracias. ¿Dónde está ella?

-Pasillo uno, sala diez.

Asintió nuevamente. Sonrió y caminó por la puerta de urgencias hasta la sala diez. Tocó la puerta suave y nadie contestó; volvió a hacerlo y escuchó un leve murmuro y lo tomó como afirmación.

Entró y la vio allí con los ojos cristalizados, mirando el techo inmóvil.

Se acercó y acarició su cabello lentamente. De nuevo, no pudo haber visto imagen más desgarradora que esta. Estaba conectada a mil cables de diferentes colores, funciones, diferentes partes de su cuerpo, y aún no lograba entender porqué lloraba.

-Laura, ¿me escuchas?

Lo miró y no pudo hablar, fue como si su boca no quisiera, y su ser tampoco.

-Háblame, por favor, dame esa señal de que puedes hacerlo.

No lo hizo nuevamente. Ross frunció el ceño, Laura miraba el techo como si no hubiera mada más para lo cual pudiera mirar, estaba pálida y simplemente le dirigió una mirada rápida. ¿Podía hablar o no quería hacerlo?

-Entiendo si no quieres hablarme, si quieres puedo irme, ¿si?

Se levantó, y antes de que pudiera caminar, ella tomó su mano, en señal de que quería permanecer a su lado. Volvió a fruncir el ceño.

-No te entiendo, ¿estás bien? -accedió a quedarse. Hizo una señal para Laura para que se hiciera a un lado, el se acostó a su lado.

Ella por fin habló, pero no tuvo dificultad en hacerlo.

-No quiero hablar... -tomó una bocanada de aire, se notaba su dificultad para hablar-. Y me cuesta ya que me duele demasiado hacerlo, perdóname.

Lágrimas se asomaban en sus ojos, se acurrucó en el pecho de Ross, tirando accidentalmente un cable de su brazo. No le importó y lo abrazó, no correspondió y se alejó limpiando una lágrima al notarlo.

Él miró el "cable" en la cama, con una aguja y cinta despegada. Se preocupó al ver que Laura se retorcía con los ojos abiertos a más no poder, éstos estaban abiertos como platos, arqueaba la espalda, era extremadamente preocupante. Pensó rápido, y recordó que había un botón rojo que activaba una alarma, apretó el botón y sintió el sonido de las sirenas, como si fueran unas de el camión de bomberos.

En menos de dos minutos tres enfermeras llegaron corriendo, pero se detuvieron al ver que Laura no estaba moviéndose como esperaban, la máquina que indicaba los latidos de sucorazón marcaba una línea plana sin movimientos verde, y sonaba un pito agudo.

Los ojos de Ross se llenaron de lágrimas y tomó a la chica al parecer muerta entre sus brazos, y enterró su cabeza en su pecho frío. Lloró.

Las enfermeras bajaron su cabeza en señal de condolencia.

DRAMAAA xd
Perdón por no actualizar, no tenia escritos ños capítulos, pero ahora tengo los treinta más o menos que son los que tiene la novela en total.
10 votos y seguimos. ¿Va?


ONLY MY FANTASY; rauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora