21

53 7 0
                                    

Su cuerpo comenzaba a sudar, él podía sentirlo.

Más que en su propia vida, pensaba en Laura, que si este fuera su último día, sería el mejor para pasarlo lo más rápido posible y llegar al cielo con ella... 

Pero abrió los ojos. Los abrió y estaba en su cama, sudado y con la respiración agitada. ¿Qué estaba pasando? Miró a su alrededor y vio a Laura durmiendo dulcemente a su lado. ¿Su muerte y la de Courtney fueron una pesadilla? 

-Buenos días Ross -Laura abrió lentamente los ojos y sonrió, pero por el rostro de Ross su sonrisa se borró lentamente-. ¿Estás bien? Estás transpirando.

Ross pensó de nuevo y respasó todo el sueño. Pero algo estaba pasando; estaba olvidando la muerte de Courtney. Aunque sus manos apretaran su frente, aunque sus deseos por recordar todo eran los más grandes que jamás había sentido, no podía y por dios que quería dar todo por recordarlo.

-¿Estaba soñando? -Ross preguntó confundido.

Laura sonrió, como una madre mirando a su hijo pequeño cuando no entiende algo.

-Sí Ross, estabas soñando. Ayer fue una de las mejores noches de mi vida, luego de mi cumpleaños ¿Acaso no recuerdas? ¿No me recuerdas? -Laura le dió la espalda.

Ross la volteó, besándola dulcemente, moviendo dulce sus labios que encajaban perfectamente con los de Laura.

-No cariño, sólo no recuerdo lo que pasó ayer... Sólo un sueño.

-¿Un sueño? -frunció el ceño.

-Sobre que tú morías por un virus raro, el mismo por el que antes había muerto Courtney... Que te ibas por mi culpa y que denunciaba al hospital. Luego me dolía todo y me moría... Pensaba en ti antes de hacerlo y... Ah por favor, Laura abrázame -pidió con los ojos llenos de lágrimas, asustado.

A Laura parece que le hubieran dado mil golpes en el pecho. Dolía verlo destrozado, imaginándolo ver cosas que no pasan. Lo abrazó. Pero lo abrazó con todas sus fuerzas, con todo el amor que tenía para ofrecerle a Ross.

-Dime que me amas...

-Te amo -dice, mirando sus labios irresistiblemente besables.

-Bésame -pide soltando sus lágrimas.

Laura lo besa apasionadamente. Poniendo sus brazos rodeando el cuello de Ross, sintiendo el momento, disfrutándolo como si  no hubiera un mañana. 

-¿Estás bien? -pregunta acariciando su cabello.

-No quiero que pase lo que pasó en el sueño, Laura te amo con mi vida -cerró los ojos y sonrió, viéndola desnuda a su lado. 

¿Cómo Laura Marano puede ser tan perfecta sin ropa que la cubra?

-Contigo siempre voy a estarlo -sonríe, para unir sus labios con los de Laura.

Quien viera esta escena, estaría muerto de ternura. Ross estaba acurrucado en el cuello de Laura, aspirando su olor profundo y llorando por la felicidad.

-Ojalá nunca te perdiera amor mío -decía Laura, acariciando los nudillos de la mano de Ross en su cadera.

-No sé cómo más decirte que estoy loco por ti Laura -unió sus labios con los suyos.

Ross amaba a Laura. Su Laura. 

Luego de un rato de estar acostados y besándose, y en más de una oportunidad tocándose tentadoramente, Laura se levantó poniéndose la camiseta de Ross como vestido y bajó. Ross sonrió. ¿Cómo podía estar tan enamorado de Laura? 

Aparte de enamorado, estaba aliviado porque su sueño no era la realidad. Estaba aliviado porque lo que más quería en este mundo, no estaba en el cielo. Estaba aliviado porque puede tocarla, amarla sin restricciones. Era su sueño.

Laura minutos después regresó con una bandeja con tostadas y jugo de naranja.

-Buenos días, ahora sí -sonrió, acostándose con Ross a su lado.

-Oh, te amo más por esto -sonrió Ross mordiendo las tostadas, lamiendo sus labios-. Dios Laura, no sé qué hiciste pero están deliciosas.

Ross no podía pedir más de Laura.

Era perfecta.

La amaba.

No quería perderla.

ONLY MY FANTASY; rauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora