25

81 6 0
                                    

-Te ves hermosa -opinó la diseñadora, viendo el vestido que Laura había elegido

Laura estaba vestida con un vestido largo de encaje destapado de hombros y se acompañaba con una diadema de flores y de peinado una trenza espiga que demoró en hacerse más de dos horas. Llevaba un maquillaje ligero que destacaba sus labios carnosos color vino suave y unos aros pequeños de perlas. 

Decidió rápido que ese sería su vestuario, puesto que se estaba oscureciendo y debía llegar antes de las ocho a casa.

Tomó un taxi hasta casa y llamó a Ross.

-¿Hola? ¿Laura? ¿dónde estás?

-Ross estoy afuera.

-Oh, mierda, lo siento. Ya voy.

Colgó y Laura arregló su cabello y entró cuando Ross le abrió la puerta. Recibió su mirada y sonrió. Al parecer escogió bien su atuendo. 

-Laura estás hermosa -dijo Maia.

-Por algo Ross se enamoró de ti -Calum completó.

-Te ves radiante -dijo Raini finalmente.

La señora estaba adentro llenando algunos papeles y pidió que los testigos se sentaran y empezó así el evento. 

-Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Laura Marie Marano y Ross Shor Lynch... -comenzó la mujer, pero Laura no pudo seguir prestando atención puesto que nuevamente se perdió en sus pensamientos. 

De pronto comenzó a pensar de que ¿cómo había llegado a tal punto, de enamorarse así de Ross Lynch? De un chico que al principio parecía interesado en ella, pero reservado y tranquilo. Los padres de Laura nunca estuvieron presentes, para advertirle de los problemas de la vida y que tuviera precaución. Seguro su madre le hubiera dicho que se interesara en un hombre con dinero, exitoso y famoso para luego ella terminar de la misma forma, pero Laura no pensaba igual: no conocía lo que era el amor, no sabía lo que era enamorarse perdidamente de alguien hasta que conoció a Ross Lynch. Y menos pensó casarse con él en un tiempo tan jodidamente corto. 

El brazo de Ross la sacó de la luna.

-Laura, la señora te está preguntando... -dijo nervioso.

Asintió y miró a la señora, quien le devolvía una mirada de ''estoy esperando tu respuesta''.

-Acepto -dijo rápidamente.

-Ross Shor Lynch, ¿aceptas casarte con Laura, para serle fiel, para hacerla feliz y estar con ella en los buenos y duros momentos, hasta que la muerte nos separe? 

-Acepto -dijo él mirándola.

-Por el poder que se me concede, los declaro marido y mujer.

A comparación de otras bodas, Ross no esperó a que la mujer dijera que podía besar a Laura. ¿Acaso debía esperar? 

No podía esperar.

No podía resistirse ante esos labios carnosos color vino y a esa hermosura que lo traía loco. Sintió una risita de la mujer que guardaba unos papeles y los aplausos de los amigos detrás de ellos, mientras unía sus labios con los de la mujer que amaba. 

-Vayan arriba, en la habitación hay una pequeña sorpresa -Maia les indicó.

Ross y Laura subieron de la mano por las escaleras, hasta llegar a la habitación y ver una cama llena de pétalos de rosa rojos. 

Ross tampoco tuvo paciencia y comenzó a devorar con la mirada a Laura. 

Laura no quería ser paciente.

Laura quería ser de Ross, pertenecerle y por un momento ser feliz, pero con el hombre que amaba. 




*PENÚLTIMO CAPÍTULO*

Gracias por leer y votar, ¡Estamos llegando a las mil visitas!
Nunca imaginé que una novela que empezó por un afán de perder tiempo y luego convertirse en una actividad en la que dejé actividades de lado y me esforcé, llegaría tan lejos.

Muchas gracias.

-Amanda-




ONLY MY FANTASY; rauraWhere stories live. Discover now