Cuando por fin llegaron a la casa de Zayn, Harry se extrañó. «¿Qué hacían ahí? ¿Cómo sabía Lucy donde vivía Zayn si sólo se habían visto una vez?» Ahí era donde se equivocaba.
Lucy giró las llaves deteniendo el auto, apoyo las manos sobre el volante unos segundos y luego bajó del auto. Al verla hacer esto, Harry la siguió.
—Harry… —Pronunció Lucy.
— ¿Qué sucede? —Se acercó a ella y le acarició la mejilla con su mano, provocando que una ola de calor recorriera todo el cuerpo de Lucy. Rió ante su reacción a una caricia que ya empezaba a echar de menos.
—Feliz cumpleaños —Lucy pasó su brazos por el cuello de Harry y lo aprisionó contra ella para que él no se intentara escapar, pero al parecer eso no estaba en sus planes, ya que Harry pasó sus brazos por la cintura de Lucy apretándola más contra él, dejando un nulo espacio entre sus cuerpos, tan diminuto que ni los átomos más pequeños lograrían pasar por entre medio de ellos.
Sus labios se juntaron por fin, después de haberse deseado por tanto tiempo, finalmente lograban establecer contacto.
Harry atrapó el labio inferior de Lucy y ella lo hizo así con su labio superior. Se habían necesitado tanto que se besaban como si fuera el último beso, pero sabían que no era así. Sus labios se acoplaban perfectamente, encajaban como piezas de rompecabezas al igual que sus cuerpos. En ese momento Lucy sintió que todo se desvanecía, y que estando junto a Harry todo era paz y tranquilidad. En eso recordó que tenía que llevar a Harry dentro de la casa.
Sus labios volvieron a conectarse con su cerebro, haciendo que el beso fuera más despacio.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Ven… —Susurró Lucy en sus labios, juntando sus frentes
—No, quiero quedarme contigo, acá, así —Volvió a besarla.
—No, Harry, ven —Lucy tomó su mano y lo llevó dentro. Abrió la puerta y espero tres segundos…
Uno…. Dos… Tres…
— ¡SORPRESA! —Harry se sobresaltó y una sonrisa se formo en sus labios.
La fiesta de Harry era todo un éxito, tal como Lucy y los chicos lo habían planeado.
Estaba la mayoría de los amigos de Harry, ya todos universitarios y mayores de edad, en eso Lucy se sentía algo extraña, ya que ella tenía 17, y las amigas de Harry parecían tener 18 o más.
— Hola hermosa — Alguien la abrazó por detrás y le susurró en el oído.
— Hola, cumpleañero —Lucy se giró y le acomodó el cuello de la camisa.
— Pensaba que no me ibas a perdonar nunca, y hoy no me dirías ni hola.
— ¿Estás loco? ¿Sabes lo horrible que fue mantener el secreto y seguir enojada contigo? Me moría de ganas de decirte que tenía una fiesta preparada, y de besarte, abrazarte, dormir contigo — Lucy escondió su cara en el cuello de Harry y le dio unos cuantos besos.
— Hey no hagas eso, acá no.
— ¡Feeeeeeliz cumpleaaaaaños Harry! — Dijo Zayn con voz divertida.
— Hey Zayn; ¿No son ni las doce y ya estás borracho? — Bromeó alejándose un poco de Lucy sin dejar de abrazarla.
— No estoy borracho, y ya llevaba al cuatro — Bromeó Zayn. Se dio media vuelta y se fue.
La fiesta de Harry terminó a eso de las cuatro de la madrugada. Lucy estaba cansada ya que ese viernes se había levantado temprano para ir a la escuela. Cuando ya todos los invitados se estaban yendo, ella agradecía que nadie la hubiera reconocido y la haya hecho alguna broma de mal gusto.
Cuando llegaron a casa Lucy iba a subir a su habitación, pero Harry la detuvo.
— ¿Me acompañas afuera un momento?
Harry se sentó en el pasto mientras Lucy prendía algunas antorchas que tenían de adorno en el patio para iluminar y luego fue a sentarse al lado de Harry. El pasó su brazo por el hombro de Lucy mientras ella lo abrazaba y apoyaba su cabeza en el pecho de Harry.
Nadie emitía una palabra, el silencio de la noche los envolvía. El sonido del agua en la piscina, los pájaros al pasar por su atmósfera, la brisa nocturna rozando las hierbas, disfrutaban el encanto que la noche les entregaba, hasta que Harry decidió interrumpir su sesión de silencio.
—Lucy —Dijo mirándola a los ojos.
— ¿Que sucede? —Respondió Lucy, sonriéndole.
—Lo estuve pensando y… —Se detuvo a pensar unos segundos. ¿Estaba seguro de lo que haría? Sí, completamente.
—Lo pensaste… ¿Y? —Lucy acarició su mejilla con una mano.
—Lucy tú… ¿Quieres ser mi novia? — El la miró a los ojos y una sonrisa de dibujó en los labios de Lucy.
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