— Hey, no hagas eso — dijo Lucy con voz ronca al sentir unos labios tocar su cuello.
— Tienes que despertar de alguna forma — Harry rio, abrazó a Lucy, la besó y se levanto.
Lucy realizó la misma rutina de siempre. Se duchó, se vistió con una polera blanca con diseño, jeans, botines y una chaqueta. Bajó a desayunar con su novio, quién luego la llevó a la escuela.
— Mira, ahí tienes a tu club de admiradoras — expresó Lucy apuntando a tres chicas cerca de la entrada de la escuela.
— ¿Eh? — Siguió con la vista el dedo de Lucy y reaccionó — Ah, ¿por qué lo dices amor?
— ¿No es obvio? Hace dos semanas que te esperan acá en la entrada: te ven llegar en el auto, esperan a que me baje, te observan, cuchichean y se van. Ayer se fueron decepcionadas al ver que llegué sola — Le contó Lucy con tono serio.
Harry soltó una sonora carcajada.
— ¿Me hablas en serio? Nunca me había fijado, creo que me preocupo de otras cosas.
— ¿De qué?
— De observarte, ver lo hermosa que te ves cada mañana, pensar “wow, ella es mi novia” fijarme en que ningún baboso te mire y que entres bien a la escuela — enumeró con los dedos mientras hablaba.
— Entonces, sigue fijándote en eso — ambos rieron.
Lucy se acercó a Harry, lo abrazó por el cuello y lo besó. Se bajó del auto, le hizo una seña de despedida a Styles y entró a clases.
— ¡Lucy! — escuchó a sus espaldas.
— ¡Jake! ¡Hola!
— ¿Cómo estás? — se agachó para besar la mejilla de su mejor amiga.
— Bien, ¿y tú? — abrió su casillero y sacó unos cuantos libros.
— ¿Qué tienes en el cuello? — preguntó Jake apuntando un pequeño hematoma morado en el cuello.
— ¿Eh? ¿Dónde? ¿Qué tengo? — se tocó el cuello y recordó el pequeño chupón que su novio le había hecho la noche anterior. No alcanzó a taparlo con base esta mañana.
—Lucy él… ¿Él abusó de ti? — puso una cara de espanto al mal pensar.
— ¡¿Qué?! ¡No! ¡Para nada! ¿Qué dices? —se subió el cuello de la polera — está bien.
— Más le vale, o puedo volver a romperle la…
— No, Jake, no hizo nada malo, está bien.
— No puedo creer que seas novio de ese…
Harry iba camino a casa cuando decidió visitar a su madre.
Desde su cumpleaños que no la veía y la última vez que la llamó tenía su teléfono apagado.
Aparcó el auto y llamó al timbre, estaba decidido a contarle a su madre que él y Lucy son novios.
— ¡Harry! — una sonriente Anne salió a recibirlo — ¿Hace cuanto que no vienes?
— Mucho — besó su mejilla y entraron.
Anne le ofreció una taza de café a Harry y el no dudó en aceptar.
—Te llamé esta semana pero no contestaste, ¿tienes tu celular encendido o…? — dijo bebiendo un sorbo de café.
— ¡No! El celular se me cayó al agua la semana pasada y aún no he podido ir a comprarme uno.
— ¿Quieres que te lleve ahora?
— Por favor — sonrió Anne llevando la taza de café vacía a la cocina.
Ambos iban en el auto cuando Anne notó el chupón de Harry en su cuello.
— Harry, ¿qué tienes en el cuello? — dijo tocándole la zona morada.
