Capítulo 5

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Abigail buscó a Alisa con la mirada y la encontró en la cima de la colina a la sombra de un árbol discutiendo con un muchacho.

- Te e dicho que me dejaras en paz Stewart y lo digo en serio! Si no dejas de fastidiarme...

Abby carraspeó para hacer notar su presencia.

- Soy Abigail, que tal? Os está molestando este muchacho?

Otro soldado se había acercado a Stewart y se quedó mirando a Alisa y Abigail.
Stewart se acercó y tomó a Alisa de la cintura, ella soltó un chillido y trató de liberarse de su abrazo.

- Sueltame Stewart!

- Ya la has oído - ordenó Abigail - más vale que te alejes de ella!

- Solo quiero un beso - dijo Stewart sonriendo - y luego la soltaré! Tal vez te robe un beso a tí también, en mi opinión eres tan bonita como Alisa!

- Quieres apartarte de mí? Hueles a perro mojado! - dijo Alisa.

El otro joven se acercó presuroso.

- Ya has atrapado a una de las mujeres, yo atraparé a la otra - alardeó - y le robaré un beso!

En ese instante Stewart gritó de dolor y soltó a Alisa dando un salto hacia atrás.

- Me has mordido! Tú, pequeña... - gritó mirándose el brazo.

- Pequeña qué? - dijo Alisa desafiandolo.

- Perra - masculló Stewart.

Abby no pudo hacer otra cosa que quedarse con la boca abierta.

- Eres un imbécil Stewart, vete y déjame en paz pesado!

- Eres una mujer fácil!

- Y tú eres un niño con sueños de guerrero y no llega ni a escudero! - decidió intervenir Abby con desprecio.

Ahora fue el turno de los muchachos quedarse con la boca abierta.

- No soy ningún niño - dijo Stewart frunciendo el ceño - y lo demostraré, conseguiré el beso - dijo mirando a Alisa - con tu permiso o sin él!

- Entonces yo también lo conseguiré - se jactó el otro soldado.

- Ese joven se llama Donal - dijo Alisa - es tan joven e ignorante como Stewart - se acercó a Abby y susurró - tienes miedo? Puedo pedir ayuda!

- Tengo cara de tener miedo? - dijo ella alzando una ceja - que opinas si los arrojamos por la colina?

Alisa sonrió cómplice, el plan le pareció arriesgado pero divertido. Siguió los pasos de Abby y ambas retrocedieron hasta encontrarse cerca de la pendiente.
Donal y Stewart sonriendo como idiotas fueron acercándose. Alisa los alentó haciéndoles señas con el dedo.

- Haz lo mismo que hago yo - le susurró a Alisa y entonces ordenó a los muchachos darse la vuelta y cerrar los ojos con la promesa de recompensarle.

Excitados como cachorros ante un hueso, los muchachos se dieron la vuelta.

- No miréis - les ordenó Alisa - cerrad los ojos con fuerza!

- Estáis listos? - preguntó Abby.

Donal asentía vigorosamente cuando recibió un fuerte empujón en la espalda. Al mismo tiempo Alisa le dió otro empujón a Stewart; Donal salió volando pero Stewart demostró ser mucho más ágil. Lanzando un grito de victoria dió un paso atrás para evitar caer por la cuesta y se volvió para ver como caía su amigo colina abajo. Alisa y Abby aprovecharon su distracción, alzándose las faldas le dieron tremendas patadas en el trasero logrando que rodara junto a Donal.
Desgraciadamente, durante el proceso Alisa perdió el equilibrio. Antes de poder recuperarlo rodaba ella también por la ladera de la colina. Sus carcajadas podían oírse resonando por la arboleda.
Abigail queriendo ayudarla fue tras ella, se enredó con sus propias faldas y terminó cayendo sobre Alisa.
Quedaron cubiertas de hierba, tierra y hojas pero a ninguna de las dos pareció importarle. Estaban muertas de risa y armaron tal alboroto que los soldados que entrenaban en los campos de más abajo hicieron un alto para mirarlas. Ellas intentaron recobrar el control pero cuando lograron sentarse y vieron a Donal y a Stewart que se escapaban corriendo, las hizo tanta gracia que volvieron a estallar en histéricas carcajadas.

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