Capítulo 24

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Era un verdadero placer despertarse sintiéndose tan maravillosamente fresca...o así pensaba Abby hasta que los acontecimientos del día anterior irrumpieron en su conciencia. Los vividos recuerdos la hicieron sonrojar y estuvo a punto de retorcerse en la cama pero no quiso despertar a Bruce cuyo brazo descansaba sobre su cintura.
De donde había sacado ella el valor para hacer lo que le había hecho a Bruce la noche anterior? Estaba loca? Y todas las cosas que le hizo él durante toda la noche? Su rostro ardió mucho más.
Carraspeó apenas y el brazo de Bruce se movió, su mano le volvió el rostro hacia él.

- Te sientes bien, amor?

- Yo...te e despertado?

- No - respondió él.

Abby lo miraba intensamente pero no de pasión sino de fascinación y pena; una extraña combinación.

- Que está pasando en esa cabecita tuya? - dijo Bruce dándola toquecitos en la frente.

- No puedo evitar pensar...

- En qué, - dijo Bruce acariciando su mejilla - puedes decírmelo, soy tu marido.

- Es eso mismo.

Bruce lo malinterpretó.

- Te arrepientes?

- No, mi amor, no me arrepiento de nada - dijo calmandolo.

- Entonces?

- Me haces tan feliz... - susurró Abby - y sin embargo no puedo dejar de pensar que estoy siendo egoísta.

Al verlo fruncir el ceño prosiguió.

- No quiero que sufras cuando me vaya y sin embargo no soporto pensar en dejarte.

- No sufriré porque no te irás - dijo él abrazándola fuerte - cuando solucionemos todo te quedarás conmigo; estaremos juntos siempre. Me crees?

Abby quería creerle con toda su alma pero tenía que ser realista, aunque para tranquilizarlo asintió.

- Te amo Bruce Sinclair.

- Te amo Abigail Sinclair - dijo él y ella sonrió al escuchar su apellido junto a su nombre.

Se dieron un beso y después se quedaron abrazados cada uno pensando en lo mismo.

Que les depararía el futuro? Lo tendrían?

                                                    ~~

Pasaron meses y cada vez estaban más lejos de descubrir quién era el traidor. No podían permitirse fracasar pero por mucho que habían buscado, no encontraron rastro de los Mclean ni de la bruja. Desde el ataque del lago, Abby estaba más vigilada pero al ver que no volvía a pasar nada, todo se normalizó. Bruce no podía creer la felicidad que estaba viviendo con Abby; nunca se le habría ocurrido que una descendiente de uno de sus mejores amigos pudiera ser la mujer que querría para toda la vida. Pero también se sentía cada vez más frustrado; tenía que reconocer que no saber la identidad del traidor lo carcomía por dentro. Él era la pieza clave para descubrir donde se escondían los malditos Mclean; era como un castillo de naipes, cayendo el traidor caerían todos.

                                                       ~~

Una mañana Abby se despertó notando que Bruce no estaba desde hacía tiempo ya que el sitio donde solía dormir estaba frío. Le pareció extraño ya que había tomado la costumbre de despertarla con un beso pero no le dio mucha importancia.
Desayunó y salió encontrándose con el comandante de Duncan.

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