capitulo 21 (Pov Christian)

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Ya es tarde, y estoy cansado, ademas estoy preocupado, hace días que no sé nada de Ana, y eso me está matando, no me coge el teléfono, y es por mi culpa.  Aparte de eso, estoy feliz, mi hijo está conmigo, su madre se ha ido, no sé los motivos, pero si no me caía bien, ahora menos, aparte, me he enterado que es amiga de la novia de mi hermano, que jamás me ha caido bien, es la tipica mujer superficial, y está con mi hermano por el dinero.

Voy a ir a mi habitación, pero decido pasarme por el cuarto de Teddy, espero que se haya quedado dormido, mañana tiene colegio, y aún no sé como lo voy a hacer, creo que le llevaré yo al colegio, es mi hijo y eso es lo que hacen los padres, ¿no?.

Abro la puerta y no puedo creer lo que veo. Mi hijo está con el ordenador, y está hablando con...¿Anastasia?, enseguida se corta la videollamada, pues Teddy cierra la pantalla del ordenador en cuanto me escucha entrar.

— Christian, es que...no podía dormir, pero ya me voy a la cama. — Teddy vuelve a la cama.

— Ted, ¿con quién hablabas?. — Digo en shock. ¿Que hacía mi hijo hablando con Ana?, no entiendo nada...

— Vale, es que hechaba de menos a mami, lo sé, es tarde, pero no podía dormir, siempre me da las buenas noches, pero ya me duermo, lo prometo. — Contesta Teddy nervioso.

No puede ser...¿cómo que mami?

Me acerco a la cama de Ted aún en shock.

— ¿Hablabas con tu madre?. — Pregunto impactado. No sé como sentirme en este momento, ¿Ana es la madre de mi hijo?

— Si, hablaba con mami, ¿no la has reconocido?, es que está muy cambiada, y muy rara desde que ese bicho malo vive en su estomago. — Ted se sienta en la cama y me mira con los ojos cristalizados.

No puede ser...aún lo estoy asimilando...

— ¿Qué bicho Ted?, ¿donde está tu madre?. — Estoy muy nervioso. Solo he visto a Ana unos segundos, pero la he visto muy cambiada, demasiado delgada, ¿qué está pasando?

— Un bicho se la está comiendo por dentro, por eso está tan delgada, ahora está de viaje, pero me ha dicho que volverá muy pronto. — Mi hijo agacha la mirada, señal de que está triste.

¿Cómo que un bicho se la está comiendo?, ¿donde está?. Todo este tiempo ha sido ella...y encima yo comportandome como un imbecil, dios mio, necesito saberlo todo, necesito hablar con Ana ahora mismo.

— Escucha Ted, es importante que me digas donde está tu madre, y explicame eso del bicho. — Creo que nunca he estado tan nervioso como lo estoy en este momento. La preocupación me está matando, no entiendo absolutamente nada, me estoy volviendo loco.

— Es que mami, está malita, el medico la ha dicho que tiene un bicho en el estomago, que se come su comida, y cada vez se hace más grande, pero mami es fuerte y sé va a curar, ¿a que sí?. — Trato de asimilar lo que ha dicho Ted. ¿Cómo que Ana está enferma?. Mierda, por eso estaba tan delgada...dios mio, ¿donde está?, necesito verla.

Me llevo las manos a la cabeza. Ana está mal y no me lo ha dicho, encima es la madre de mi hijo. Una mezcla de felicidad, preocupación y desesperación me invade. Tengo la sensación de que algo va muy mal...

— Ted, tu madre se va a curar, te lo juro. — Contesto desesperado.

Cojo el móvil y marco su número muy nervioso. Un móvil empieza a sonar bajo la almohada.

Cojo el móvil que suena bajo la almohada. No puede ser, es su móvil, ¿y ahora como puedo hablar con ella?. Cada vez la preocupación aumenta.

— Mami me ha dejado su móvil. — Dice Ted y me mira fijamente.

Mierda. ¿Por qué lo ha hecho?, ¿cómo es posible que se haya ido así?, ¿que mierdas la pasa?. Siento un leve dolor en el corazón, señal de que algo está muy mal.

Observo el móvil de Ana, en el encuentro dos fotos suyas con mi hijo. Me aguanto las lagrimas como puedo. Esto no puede ser, esto no puede estar pasando, Ana está loca llendose así, ¿por qué se ha ido y sin decirme nada?, quiero saber donde está y quiero saberlo ahora.

Dejo el móvil sobre la mesa, trato de parecer entero y me acerco a mi hijo, que me mira esperando que diga algo.

— Teddy, tengo que hablar con tu madre, necesito que la llames. — Logro decir.

— ¿Para que?, ¿vas a hacer que vuelva?. — Pregunta mi hijo entusiasmado.

— Ted, te juro que te traeré a mami de vuelta, pero para eso la tienes que llamar. — Cierro los ojos y aguanto durante más tiempo las lagrimas. No puedo derrumbarme, no delante de mi hijo.

— Vale Christian, traela por favor. — Ted me abraza sin que me lo espere, y eso hace que me emocione.

— Ted, llamala. — Digo con la voz apenas audible.

Ted enciende el ordenador, abre el skype y marca el número de Ana, pero no lo coge. Maldita sea, por dios cogelo Anastasia...

Las horas pasan y Ted se queda dormido en mis brazos. Le dejo en la cama y lloro en silencio. Ana es la madre de mi hijo, tengo un hijo con la mujer a la que amo, y hasta ahora no tenía ni idea. Me he perdido su embarazo, el nacimiento de mi hijo, y todo por idiota.

Salgo del cuarto de mi hijo, intento recuperarme, cojo mi portatil y sin dudarlo, abro mi skype y llamo a Anastasia.

En unos segundos, puedo observar esos ojos azules que tanto me gustan, esos ojos que ahora no tienen brillo y me miran en shock.

— ¿Christian?. — Dice Ana impactada.

— Anastasia...— Contesto roto. Ana está fatal, se le notan los huesos, no hay más que verla para darse cuenta de que está enferma.

— Christian, me alegro de verte, ¿cómo estas?. — Ana me sonrie, me habla como si nada pasará. ¿Cómo es posible que sea tan buena?

— Anastasia, ¿por qué te has ido?, ¿donde estas?, necesito verte. — Digo nervioso, como no me lo diga y no pueda verla, no respondo.

— ¿Cómo has conseguido mi skype?. — Dice Ana esquivando mis preguntas.

— Estoy con Ted, que por cierto, te hecha de menos, así que tienes que volver Anastasia. — Estoy empezando a ponerme más nervioso

— ¿En serio?, no sabes cuanto te lo agradezco Christian, por favor, cuidale, es muy bueno, gracias por quedarte con él, no sé porque pero me fio más de ti que de otra persona, y me alegra saber que mi hijo está contigo. — Ana me sonrie, pero por mucho que sonrría, sé que está mal.

— Anastasia, va en serio, contestame, ¿donde estas?, dimelo y voy a buscarte. — Que no me diga lo que quiero saber me está matando.

— Christian, por favor, no te preocupes, cuida de Ted, te necesita. — De nuevo sigue sin decirme lo que quiero saber.

— Te he hecho una pregunta, no me hagas repetirla. — Contesto preocupado y enfadado

— Lo siento Christian, no puedo, sabes que te quiero y sé que cuidarás de Ted si no...vuelvo. — Ana se tapa la cara con sus manos para que no la vea llorar. Definitivamente me va a dar un infarto como no me diga donde está...

— Ana, no te lo repito más, dime donde estas, ¿y a que viene esto?, contestame. — Le grito al ordenador desesperado. Creo que ya no puedo más.

— Adios Christian, te amo y siempre te amaré, dile a Ted que le quiero mucho, es un niño muy especial, ya te darás cuenta. — Se despide Ana con lagrimas en los ojos

— No Ana, ¿por qué me haces esto?, ¿por qué esto me está sonando a despedida?. — Intento contenerme con todas mis fuerzas, de verdad que lo hago.

— Es que no sé si podré volver. — Contesta Ana. Se corta la videollamada.

Buenas noches, volví xD, ha sido poco tiempo.

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Besiiis 😍😍😘😘

Capricho del destino (Terminada)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin