Capricho del destino (Terminada)

Capitulo 30

No puedo creer lo que dice mi hijo, espero que Christian no se moleste, es solo un niño, y para él, Christian es lo más parecido a un padre que ha tenido.

— Teddy, cariño, Christian...—  Christian me interrumpe.

— Si campeon, Mamá es muy cabezota. — Ambos me miran fijamente.

¿Qué?, ¿no está enfadado?, estoy en shock, no entiendo nada.

— Mami, te lo dije, ¿es qué no estas contenta?, llevas mucho tiempo buscandole. — Dice Teddy entusiasmado.

¿Qué?, ¿por qué mi hijo cree que Christian es su padre?...

— Ana, tenemos que hablar. — Dice Christian cogiendo a Teddy en brazos.

— Christian, lo siento, Teddy no tiene a su padre y...pues a tí, te ve como su padre, no...— Christian vuelve a interrumpirme.

— No te disculpes, Ted tiene razón, soy su....padre. — Christian me deja en shock.

¿Cómo qué es su padre?. Siento un leve mareo, creo que me voy a desmayar, esto no puede ser.

— Mami, estas blanca, ¿es qué no estas feliz?. — Pregunta Teddy mirandome extrañado.

— Yo...lo siento Ana, iba a decirtelo, pero ya te habías ido. — Dice Christian al ver que no reacciono.

— ¿Osea has sido tú todo este tiempo?. — Pregunto en shock. No me lo esperaba para nada, esto debe de ser capricho del destino.

— Si Ana, y perdonáme, yo, nunca te olvidé. — Christian intenta acercarse a mí, pero me aparto.

Christian es el hombre que me dejó tirada, cuidé de su hijo todos estos años, y no obtuve noticias suyas, desapareció sin más, y ahora está aquí, ¿qué se supone que tengo que hacer?

— Ana, ¿qué pasa?, ¿estas bien?. — Dice Christian alarmado.

Siento como mi vista se nubla, me voy a desmayar, me fallan las piernas, todo es oscuro.

Abro los ojos lentamente, no sé donde estoy, me duele mucho la cabeza.

— Mami. — Escucho la voz de mi niño.

Vuelvo a cerrar los ojos y sonrío al escuchar a mi hijo.

— Ted, no molestes a tu madre, está un tanto delicada. — Le regaña Christian.

— Ted, ven con mamá. — Le digo a mi niño. Necesito tenerle conmigo.

— Me ha llamado ella, ¿puedo ir papi?. — Le pregunta Ted a Christian.

— Anastasia, ¿te encuentras mejor?. — Pregunta Christian preocupado.

— Si, no te preocupes, es que no me lo puedo creer. — Me llevo la mano a la cabeza. No sé como actuar en este momento, estoy feliz y enfadada al mismo tiempo.

— Mami, ¿estas enfadada?. — Pregunta mi Ted, y se acerca a mí.

— No cariño, yo nunca me enfadaría contigo. — Le digo a mi niño.

Christian coge a nuestro hijo.

— Ted, ve con Gail, creo que está preparando algo, mira a ver que es. — Dice Christian serio. No, si encima estará enfadado.

— No papi, me quiero quedar aquí con mami. — Responde Ted.

— Ted...— Antes de que siga hablando, mi niño sale corriendo de la habitación.

— ¿Por qué has hecho eso?. — Estoy molesta.

He estado mucho tiempo sin mi niño, lo que quería era estar con él, pero Christian necesita hablar justo ahora.