La Bella & la Bestia [KaiSoo]

Capitulo 16

"Solo una sorpresa, hyung"

Capitulo 16: 

―Y dime, Sehun, ¿Por qué me has comprado tanto chocolate y este delicioso y bien oliente pollo? ¿Es acaso que quieres algo de mí? ―el bajito lo miro dubitativo; achicando sus ojazos, frunciendo sus cejas y logrando abultar más sus mejillas regordetas aún más, sabiendo bien que el bebé de Sehun no le compraría algo porque se la da la gran gana, a menos, que quiera algo a cambio―. ¡Suéltalo, niño!

― ¿Acaso no puedo regalarte simplemente tus antojos de cada día? ¿Por qué eres así conmigo, hyung? ¡Yo que tanto de quiero! ―dramatizo y el pequeño hombrecillo de enorme barriga se echó a reír sin poder evitarlo.

El rubio conducía su precioso y valioso Cadillac color plata. Un auto que su abuelo le había obsequiado en su cumpleaños 17 ―hace apenas un unos meses atrás―. SeHun había, prácticamente, arrastrado a su relleno y adorable amigo hasta su auto una vez que las clases en la universidad finalizaran. KyungSoo se rehusaba, ya que solo quería llegar a casa y tirarse a su gran y acolchonada cama, pero claro está, que SeHun siendo un niño mimado, hizo de todo ―hasta de comprarle sus antojos― por llevárselo consigo. Solo el bonito castaño sabía lo que tramaba.

― ¿Y bien? ¿Qué es? ―insistió, provocando que su menor bufara.

― Hyung, solo es un sorpresita de mi para ti, una muy bonita, que espero, ames ―se rindió, sin dar mucho lujo de detalle―. Y dime ¿Hoy que te ha dejado su enamorado secreto? Uh, uh ―canturreo, volviendo las mejillas de su mayor tan rosas como las fresas.

― ¿Por qué has cambiado de tema tan repentinamente, mocoso? ―reclamo avergonzado.

―Anda, dime. Yo siempre te cuento todo ―ataco.

―Bien. Me ha dejado un bonito y adorable peluche afelpado de un gordo pingüino ―confeso y de inmediato giro su rostro abochornado hacia la ventanilla mirando como la nieve reinaba las calles de Seúl. SeHun casi se echó a reír, sabía que Jongin no tardaría mucho en enviarle ese peluche, puesto que, decía que KyungSoo era muy similar a ese pequeño y adorable animalito―. Al principio me sentí ofendido, ¡Un gordo y enano pingüino, por Dios!, pero después de leer el post-it, quería con fuerzas encontrar al chico que deja eso en mi banco. Ha sido tan dulce y lo mejor es que ¡Me dejo gomitas en forma de oso! Cabe decir que las verdes y rojas son mis favoritas ―sí, sí y sí. Sehun comprobó lo que tanto suponía, su hyung era un niño.

―Tendremos un largo viaje, quizá de una o una hora y media. Puedes dormir o comer, lo que gustes. Iremos a unas cabañas ¡Ops! ¡Dije demasiado! ¡Diablos, Jon―Dios, me va a matar! ―de inmediato giro a ver a su hyung, con el rostro lleno de pánico pero en segundos se alivió y dio gracias al señor que KyungSoo ya estuviese clavando sus dientes en un muslo de pollo por lo cual no pudo percibir la metida de pata que estuvo a punto de hacer. Así que cómodamente y más tranquilo, se dedicó a conducir.

Ya habían pasado dos semanas desde que habían puesto las cartas sobre la mesa y parecía que Jongin estaba haciendo toda más que excelente. KyungSoo sonreía tan bonito y deslumbrante cuando llegaba casi corriendo hasta su aula para ver la sorpresa que le tocaba en el día ―cada día era diferente, nunca igual―. Baekhyun estaba feliz por su pequeño, ya no se veía tan abatido y él, podía respirar mejor. ChanYeol por el contrario, parecía nervioso, preocupado... celoso ― ¡pero esperen, no esos celos de me gustas y te quiero para mí, no, no, NO. Hablamos de celos más paternos que nada! ―. Pero había una personita que comenzaba a sospechar por donde iba el rollo del tal Enamorado Secreto y SeHun no percibió eso. Chen, él veía todo analíticamente y siempre con una ceja alzada, uniendo las piezas de su puzzle, eso, era una alerta a sus planes con Jongin, sin embargo, si después de la primera reunión todo salía bien, no había de que preocuparse.