Cap 4

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Cleo's P.O.V

El príncipe de la ciudad puso vigilancia al rededor de mi casa y ellos creen que no me eh dado cuenta, son unos imbéciles, ya tengo el horario de los cambios de guardia y la llamada que siempre hacen a eso de las 3 de la tarde.
Los ignoro y sigo trabajando en mi campo de tiró personalizado en mi patio trasero.

Vuelvo al interior de mi casa y sigo desempacando las cajas y la maleta, cuando siento que la puerta de la casa fue abierta. Tomo el arma que tenía sobre mi cama y bajo las escaleras.
Reviso la cocina con el arma en lo alto, vacía. Voy a la sala, vacía, reviso toda la casa y está vacía. Me doy media vuelta para seguir desempacando cuando siento un piquete en mi cuello. Lo toco y quito lo que tengo en el cuello. Un dardo tranquilizante. Mierda, todo comienza a verse borroso, comienzo a escuchar pasos y la oscuridad me envuelve.

Me toman en brazos y me hago que estoy inconsciente todavía. Siento que me arrastran, entre abro los ojos para ver a dónde me llevan. Una mansión. Me condicen hasta un despacho y vuelvo a cerrar mis ojos, me sientan en una silla y alguien toma mi cara apretándola un poco. Abro mis ojos y giro dándole una patada al hombre que venía de frente para luego estas detrás de la silla le propinó un golpe a uno de los gorilas que cubrían la puerta y otro me toma por ambos brazos inmovilizandome. Miro al hombre que tengo frente a mi.

- Tu debes ser el príncipe de aquí- dije mirándolo de arriba hacia abajo.

- Príncipe no, Rey de hecho- dice y me toma mi cara y la inspecciona- ¿Quien te envío?- mi cara se desfigura y me rio como demente ante su mirada atenta.

-¿ Me creerías si te digo que vine de vacaciones aquí sin saber en qué pueblo estoy?- digo sincera.

- No, no lo hago- dice.

- Oye, hice mi trabajo en la fiesta que dieron hace una semana y cuando tuve mi paga me fuí, eso es todo, fin de la historia, tómala o déjala- dije moviendo mis manos despreocupada.

- Encierra la en una de las habitaciones- dijo mirando a uno de los hombres que me tenían sujeta.

- Oye yo no soy tu prisionera y si quisieran que te matará, creeme que no compraría una casa aquí, seria muy obvio, ah y también lo hubiera la primera noche que llegue aquí- dije tranquila. Él hizo un gesto a sus hombres y me llevaron arrastras a una habitación en el segundo piso de la mansión.

Me tiraron dentro de la habitación y cerraron la puerta con seguro para que no saliera. Trate de salir por la ventana pero tenía una reja metálica rodeando​todo el balcón. Busque en una de las gavetas que tenía la habitación si encontraba ropa para cambiarme ya que quería dormir. No encontré nada. Me quite mis zapatillas deportivas, mi shorts y mi camisa de Nirvana. Me tire en la cama atrapando rápidamente el sueño.

The King and The Queen Where stories live. Discover now