Cap 24

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Luego de la prueba de paternidad nos dirigimos a su casa. La niña subió a su cuarto y nosotros nos reunimos en la oficina de ella.

- Te dije que era tu hija- dijo ella sin ninguna expresión.

-Bien, me haré cargo de ella-digo resignado- pero hablemos de lo que teníamos que hablar. Unamos nuestros reinos- dije y ella se recostó sobre su silla detrás de su escritorio, de verdad que se ve hermosa.

Cleo's P.O.V

Lo miré y se veía igual que como lo recordaba, pero se hizo más tatuajes y se ve intimidante y más guapo, cuando dijo que quería unir reinos me quede pensando y comiendomelo con la mirada.

-Bien, unamos reinos- dije al final- reunamos a nuestros hombres y demos la noticia- me pare de la silla y contoneando mis caderas y llamar a uno de mis hombres y pedir que se reunieran junto con los hombres de Drank en el jardín.

Le terminé de darle instrucciones a los hombres y volví a entrar a la oficina , cuando me doy vuelta Drank esta de pie mirándome fijamente.

-¿Que?- dije acercándome a mi escritorio quedando frente a él mientras me miraba con sus ojos más oscuros de lo normal.

- Al carajo- dijo y me besó intensamente, con fuerza y rudeza. Como si a mi no me gustaran ese tipo de cosas. Subí mis manos desde su cadera tocando todo su musculoso cuerpo hasta su cabello y tiré de él sabiendo lo mucho que le gustaba.

El bajo sus manos a mis nalgas y me pego a su erección, ahí solté un gemido y el volvió al ataque pero a mi cuello. No era nada suave lo que hacíamos, era todo brusco y salvaje. Cuando estaba ya quitando su camisa y él ya me había bajado mi tanga sonó la puerta, nos separamos por la falta de aire y un poco sobresaltados.

-¿Que?- dije molesta.

-Señora ya están todos en el jardín- dijo y yo me bajé del escritorio y caminé al espejo que había allí en mi oficina como si nada, pero estaba que hervía de molestia.

-Esto no acaba aquí, me lo debes- dijo detrás de mí agarrandome de las caderas y pegándome a su duro miembro que me hizo soltar un gemido.

- ¿Crees que te vas a escapar de esta? No, obviamente no, me debes un polvo rudo, como los de antes- dije apretandolo con mi mano haciendo que jadeara.

Al cabo de un par de minutos salimos al jardín, allí estaban nuestros hombres reunidos. Yo me paré en la entrada y Drank a mi espalda.

-Chicos, los reunimos aquí para que sepan lo que pasará de ahora en adelante. Seremos aliados Drank y yo. Nos uniremos para formar la mafia más poderosa que hay-...- estaremos viviendo en una misma mansión, tendrán que aprender a trabajar juntos y convivir juntos, deberán protegernos a nosotros, sus Reyes. También hay una prioridad, nuestra hija, el hombre que no la proteja será castigado- digo y Drank toma la palabra.

- El hombre que no tome esto en serio será sancionado. Habra 5 hombres cuidando de ella y 5 más a la noche mientras duerma, nuestra hija deberán protegerla con su vida. Él hombre que no cumpla con esto como dijo su Reyna será sancionado y si nos traicionan o cometen alguna falta lo pagarán con su vida- Dijo con voz autoritaria. Que delicia, que me hable así en la cama.

Cuando nuestros hombres se fueron camine hacia mí habitación con Drank a mis espaldas contoneando mis caderas sin mi tanga y mi traje pegado y corto se veía más, también mi traje se subía.

- Eres una maldita perra- dijo con voz gutural. Yo para molestarlo habrí la puerta de mi habitación y al cerrar la puerta me agaché sin doblar mis rodillas para quitarme los tacones y lo que siento luego es que me giran con brusquedad y me besa.

Yo no me quejé, su lengua exploraba mi boca al igual que la mía la de él. No se en que momento estábamos en la cama yo sobre él intentando tomar el control pero él no me dejaba, estaba sobre él jugando con él, aún el no estaba dentro de mi pero yo seguía moviéndome sobre él. Él ya cansado de que solo lo provocara, en un movimiento me encontraba tumbada en la cama con el sobre mi besándome y jugando con mis pechos.

-Niña mala- dijo jadeando

-¿Cuando eh sido una niña buena?- dije igual que él y de un solo golpe me penetró hasta el fondo. Eso me excitaba más, le pedía más y el me lo daba. Tiraba de mi cabello y me besaba bruscamente. Era una delicia, estuvimos un buen rato lleno de pasión y agresividad. Ambos acabamos al mismo tiempo. Nos tiramos en la cama con nuestras respiraciones agitadas y nuestros corazones a mil. El se dejó caer sobre mí pecho respirando agitado.

Nos quedamos callados por un buen tiempo para reponernos de ese mágico momento y por un buen tiempo sin decir nada hasta que me aclare la voz.

- Gracias por recordar viejos momentos conmigo pero tengo que irme- dije moviéndolo a un lado y parando me de la cama. Camine desnuda por la habitación hasta el cajón de mi ropa interior el me seguía con la mirada mientras me vestía. El no dijo nada mientras estuve en la habitación.

Tampoco me importó mucho. Llegue donde mis muchachos me esperaban para irnos al almacén. Tardamos una hora en llegar. Al llegar mis hombres estaban con sus armas fuera, serios y con un poco de temor por mi cara.

-¡Marcus!- lo llamé ya que no había venido a recibirme. Salió detrás de uno de los camiones de carga para recibirme.

-Reyna, lamento la tardanza pero tuve que revisar uno de los pedidos- dijo asustado.

-¿Como van los pedidos?-nos pasamos toda la tarde/noche hablando sobre los pedidos.

The King and The Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora