15. Declaración

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AVISO:
Si eres sensible y no quieres ver pornografía, abandona el capítulo.
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Había pasado más de una semana desde el incidente. Creo que Josh y yo sufrimos por separado, juntos no tocábamos el tema y creo que era lo mejor por la seguridad mental de Josh, aunque creo que en menoria también por la mia.

Josh y yo estábamos comiendo palomitas sentados en la cama, él había traído una laptop y puesto una pelicula, realmente no le había puesto mucha atención, mi mente estaba llena de pensamientos tanto negativos como positivos.

-Josh... ¿puedes pausar la película un momento?

-¿Qué pasa? ¿Más palomitas? ¿Está aburrida?

-No, no es eso. Tengo algo que decirte. -pausó la película y dirigió su mirada hacia mi.

-Bien, te escucho Ty.

-Verás Josh, estos días he estado pensando.

-¿Si?¿En qué?

-En todo esto, lo que a pasado y eso...

-¿Es algo malo?

-No, déjame terminar. -hice una mirada amenazante.

-Bueno, sigue, perdón.

-Es solo que tuve un pequeño conflicto conmigo mismo...

-¿Lo del ave? Tyler... ya te dije que esta bien, no tienes que discul...

-No Josh, no es lo del ave. Dejame terminar por favor.

-Está bien, sigue.

-Es solo que... hay algo que jamás te he dicho y estoy seguro de que es real.

-¿Y que es eso?

-Y es que... te amo. -bajé la voz en lo último, volteé la mirada a otro lado y me quede callado.

-¿Ah? No te escucho si balbuceas.

-Te amo, Josh. -dije más fuerte y viendolo a los ojos. Josh se quedó observándome como en shock, luego comenzó a llorar tapándose los ojos con las manos. -¿¡Qué pasa!? ¿¡Porqué lloras!? -me abrazó.

-Jamás pensé que esas palabras saldrían de tu boca. -dijo llorando. -Tyler, me siento demasiado feliz. Aún después de lo que te he hecho, aún después de mi egoismo, aún después de lo que pasó, aún después del dolor que te he causado... tu dices que me amas. Sin importar la mierda que soy.

-Cállate. No digas eso, tu no eres una mierda y menos para mí. Josh, si te dije que te amo, es porque es verdad... -quité la mirada.

-Tyler... -tomó mi barbilla y me hizo verlo. Sin nada que decir, plantó un beso en la comisura se mis labios. -Yo te amo más.

-Yo más. -lo besé de nuevo.

Me subí sobre él, tomando su rostro con mis dos manos y besandolo a como diera lugar. Leguas, saliva y caricias sucias nos acompañaban. Deje de besar su boca, para comenzar a lamerle el cuello, besé a chupetones bajo su oreja, Josh soltó un corto pero fuerte gemido, seguí besando su cuello y luego deje una mordida. Inmediatamente quedó un moretón. Sentí su erección bajo mío. Abrí su pantalón, moví su ropa interior para poder sacar su pene y comencé a masturbarlo mientras no dejaba de besarlo. Los pequeños quejidos de Josh se hicieron más fuertes a medida aumentaba la velocidad. Comencé a quitarme la ropa y Josh hizo lo mismo con su camiseta.

-Amo tu cuerpo. -dije acariciando su pecho.

-Calla y sigue besandome.

-Cómo ordenes.

Continúe besando a Josh como si mi vida dependiese de ello. No deseaba estar en ningún otro lugar que ahí con él y es que no cambiaría estar con Josh por nada más. Todas mis dudas se borraba con él presente o al menos se habían borrado en ese momento. Después de darnos un festín de besos, terminamos de quitarnos la ropa. Su pene estaba bajo mi trasero y el mio, en su abdomen. Yo estaba sentado sobre él, con mis dos pierdas a cada lado.

-Tyler, ¿puedo entrar ya? -dijo.

-Sí, esta bien.

Antes de nada, mojé un poco el pene de Josh con mi saliva, me lo metí a la boca y comencé a moverlo dentro de ella. Josh demostraba su placer con los pequeños gemidos que soltaba y su cara de placer también me decía mucho. Deje de comermelo para meterlo, pero antes me despedí chupando uno de sus testiculos. Volví a ponerme en la misma posición de antes. Josh introdujo dos de sus dedos en mi ano, me hizo soltar un gemido bastante fuerte.

Después de abrir un poco mi cavidad anal, Josh posicionó su pene justo en la entrada. Me vió como pidiendo permiso o quizá solo para saber si estaba listo, yo solo asentí con la cabeza. Comenzó a sentarme sobre él, bajando mis caderas y haciendo que su Mini-Josh (no tan mini) se abriera paso. Creí que no dolería, pero fue el mismo dolor insoportablemente soportable de la vez pasada, clave mis uñas en la nuca de Josh para soportar el dolor.

-¿¡Paro!? -dijo él.

-No, tonto... sigue. -respondí.

Dejo entrar su pene completamente, le indiqué que esperara a que me acostumbrará un poco al dolor, poco a poco se fue y comencé a moverme. Empecé subiendo y bajando lentamente, mientras dolía un poco aún, fui aumentando el nivel. Después de un minuto estaba saltando apresuradamente, escuchando como Josh dejaba salir sus pequeños gemidos de nuevo. Moví mis caderas en circulo, Josh sonrió con los ojos cerrados Cómo sí le estuviesen dando el mejor regalo de su vida. Luego seguí saltando y en un momento sentí como Josh me apretó las caderas, contrajo sus piernas, soltó un jadeo acompañado de un hermoso gemido y sentí como mi interior se sentía tibio, Josh se había corrido dentro mio. Yo estaba muy sudado, pero no satisfecho, no había eyaculado y mi erección no desaparecía.

-Josh...-dije jadeando.

-Dime Tyler. -su voz se escuchaba pacífica y soñolenta.

-¿Pu... puedo entrar yo? -dije viendo al suelo. -pude ver con el extremo de mi ojo como Josh se sorprendía.

-Está bien Tyler. -besó mi frente, me apartó de él y se puso en cuatro. -¿Así está bien?

-S... si, supongo.

Mi pene estaba húmedo ya de por sí, así que no necesitamos lubricarlo pero si escupí en el trasero de Josh. Sabía lo que dolía, así que hice todo lo posible porque doliera poco. Empecé entrando lentamente, escuché como Josh se quejó, esta vez de dolor y apretó la sabana, seguí entrando... ¡Dios! ¡Se sentía tan bien! Estaba tibio, angosto y apretado, hizo que una corriente corriera por mi espalda. Josh estaba haciendo su mayor esfuerzo por soportar, deje que se acostumbrará un poco al dolor y luego comencé a moverme. Me sentía en el cielo, me sentía tan bien. Con mis manos tomé su cadera y así lo hacía entrar y salir, aumentando proporcionalmente su velocidad. Escuchaba el chocar de nuestros cuerpos. Tanto Josh y yo estábamos gimiendo. No soporté durante mucho tiempo y eyaculé dentro, sin preguntar. Saqué mi pene, aún lanzando semen y un poco del blanco líquido salia del agujero de Josh.

Ambos jadeando nos tiramos a la par, sin limpiarnos ni nada.

-Cómo te decía Josh, te amo. -él me vió y rió.

No me respondió pero con el beso que me dió, no se necesitaban palabras. Era toda la respuesta que yo requería.

Sindrome de Estocolmo. [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora