18. La Corte.

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Desperté en una pequeña selda, justo abrí los ojos, miré a mi alrededor y corrí hacia las pequeñas rejas que tenía la puerta.

-¿¡Tyler!? ¡Maldita sea Tyler! ¡Te necesito carajo! -gritaba golpeando el acero de la reja.

-¡Eh tú, mariquita! ¡Si no te calmas me obligaras a calmarte! -diji el uniformado.

-¿¡Cómo me llamaste hijo de puta!? ¿¡Dónde está Tyler!? ¡Necesito verlo! ¡Necesito a Tyler conmigo!

-Estás enfermo.

Deje de luchar y me lancé al suelo, esto jamás hubiese pasado, esto no tendría que haber pasado... ¿Dónde estaba Tyler? ¿Acaso no había venido a verme? ¿Por qué no tengo su compañía? Estaba llorando, en posición fetal, en un sucio suelo. Quería sentir su piel de nuevo, quería tener a Tyler de nuevo conmigo, jamás le volvería a hacer daño, quería abrazarlo hasta no tener fuerza en mis brazos.

-Marica, tienes visita.

Mi corazón se aceleró, ¿será que era Tyler? ¡Dios, que emoción! Corrí hacia la puerta y mire por la rejilla.

-¿¡Tyler!? -dije emocionado.

-Señor Dun, mi nombre es James Smith y soy su abogado. -mi emoción se borró de repente, sentí un nudo en la garganta y mis ojos se inundaron pero sin revalsar.

-Ah... ¿si? -dije sin prestar mucha atención.

-Mañana estaré acompañándolo en el tribunal de juzticia, donde se declarará su contena.

-¿Contena?

-No crea que con lo que hizo quedará libre señor.

-Oh... ¿Qué hay de Tyler? -el hombre miro al suelo. -Hablaremos de eso mañana, por ahora descanse. Si me permite, me retiro.

El hombre se fue abandonandome con mi existencial duda de donde estaba Tyler. Me senté de nuevo, tomé aire, miré al suelo y gota a gota por mis ojos las lagrimas comenzaron a fluir. Empecé a tener un flashback sobre lo que Tyler era para mi, lo recordé a sus once años cuando lo ví por primera vez, lo recordé como se veía en su graduación, lo recordé tan elegante como cuando se casó, lo recordé como el primer día que lo lleve conmigo, cuando parecía un pequeño y asustado conejo. Lo recordé cuando besé sus labios por primera vez, cuando él se negaba a mi. Lo recordé cuando se veía tan perfecto estando desnudo, sin necesidad de ser algo sexual, lo recordé cuando lo volvía mío. Lo recordé la primera vez que su boca dijo "te quiero, me importas y te amo".

Mis mejillas estaban tan mojadas que mi camiseta no las alcanzaba a secar. Se escuchaban mis largas tomadas de aire, la forma en que mi llorar llenaba el silencio del lugar. Era un llanto suave y a la vez ruidoso, muy seco pero con ojos mojados. Mis cuatro parades estaban declarando me loco.

-Tyler, te necesito.

Tomé mi cabello y tiré de él. Volvi a temerle a la noche, estaba tomando prisioneros y su oscuridad me estaba envolviendo.

-¿Podrías llorar más bajo? -dijo el amargado tipo de fuera.

No le preste atención, mi mente estaba nadando, pensando en que ese era mi fin. La noche estaba llegando a su fin, el sol se levantaría e intentaría de nuevo. Espero no ser mi único amigo, aunque así lo parece. Mi llorar era cada vez más pesado. Necesitaba a Tyler con mi alma, él era el único que salvaba mi sucia alma pesada. Me quedé dormido de tanto llorar.

-¡Despierta escoria! -golpeó la puerta el hombre. -Tu caso es en dos horas, yo que tu voy arreglandomelas.

Me dolió abrir mis ojos, estaban pegados por la mucosa de ellos mismos. Me senté, me sentía una mierda y estaba seguro de parecer una mierda. No pensé en nada para decir o excusar pues no pensaba hacerlo. Esperé el tiempo necesario y entonces, esposado, me sacaron de mi celda.

Recuerdo caminar por el amplio y tétrico pasillo, no era muy largo pero se me hizo una eternidad cruzarlo, todo el tiempo observé al suelo. Entonces llegamos a una sala abierta, donde habían muchas personas. Sentí como fui golpeado por alguien.

-¿¡Qué le hiciste, desgraciado!? -se encontraba gritandome la rubia, Jenna. Se encontraba llorando.

-Yo... -los policías la tomaron y la llevaron a su lugar.

-¡Maldito infeliz!¡Te irás al infierno bastardo!

Seguí caminando, hasta que me indicaron sentarme junto al hombre que me había visitado el día anterior. En ese momento logré visualizar a Tyler, estaba en una silla, estaba vestido casual, se veía angelicalmente tierno. Me vió, me sonrió  y se mordió el labio. Sentí como mi cuerpo se estremeció y mi piel se erizó. Sonreí pero estaba triste, yo no estaba con él. Las personas hablaban a mis espaldas, susurraban cosas. Me sentía encerrado, me sentía oprimido pero mi luz estaba frente a mí, Tyler. Las voces se callaron al escuchar el martillo del juez. Todos se levantaron y él soltó:

-Se da inicio al tribunal de justicia. Se acusa a Joshua William Dun por el asesinato de Brendon Urie y a su vez por el secuestro y asesinato de Tyler Robert Joseph.

Sentí una pulsación en el pecho, mi mente se disparó con cientos de pensamientos... ¿dijo asesinato? Busqué desesperadamente a Tyler con la mirada, pero no lo pude encontrar.

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Lo prometido es deuda y aquí está.
Espero les guste.

Stay Alive |-/

Sindrome de Estocolmo. [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora