"El Príncipe Bastardo"

Una familia dividida

—¿Por qué no vas a jugar con tus primos al jardín?

La reina besó la frente del pequeño príncipe y le sacó del recinto donde estaba reunida con algunos funcionarios de la corte.

—¿Lo sigo? —preguntó Varek discretamente a la reina.

—No...—le respondió en voz baja— Te necesito aquí. Estará seguro.

Frente a la Reina Helena estaban tres hombres, personas de mucha importancia dentro de la corte. Estos le informaban a la reina las reacciones de la nobleza acerca de "La Profecía" del Oráculo; y también de una posible alianza con el Rey Merryn que podría beneficiar al trono de Thesa.

Para la Reina era muy importante obtener la mayoría de apoyo de los nobles de la corte. El orden político de Thesa consistía en una familia monárquica, representada por el Rey Georgie que tomaba las decisiones ejecutiva del Estado y una Corte compuesta por ciento diez funcionarios, todos nobles, que apoyaban o no las decisiones del Rey. 

La Corte también tenía la potestad, avalada por leyes que regulaban las funciones de sus miembros y del Monarca, de abolir algunas decisiones e incluso derrocar al mismísimo Rey si se determinaba que este hubiese corrompido su gobierno o atentase contra su nación. Pero para eso se requería que al menos dos tercios de los funcionarios tomasen tan importante decisión y una mayoría de votación para deponer al rey en un clima tan dividido, era muy difícil de lograr.

Aunque para ese momento fue grato para la Reina escuchar que aún conservaba la mayoría a su favor, o en tal caso a favor de la familia monárquica que incluía a su hijo como heredero del trono. Después de la profecía de la Oráculo, muchos se inclinaron a que el príncipe Alexander fuese el sucesor del actual monarca, de modo que se mantuviese la misma línea sucesora y también la estabilidad del Estado. Aunque aún había fuertes voces dentro de la Corte que pedían que se depusiera al Rey Georgei y en su lugar reinase su hermano menor Jankin Thorner, ya que se especulaba que este era sólo una marioneta de la Reina Helena con el fin de que su hijo bastardo alcanzara el trono. 

—¿Qué del conde Horan?

—Gael es impredecible. Pero hasta ahora mantiene una apatía inmensa por los asuntos políticos del reino y parece más bien estar sumergido en toda esa vida disoluta y depravada que le caracteriza. —Respondió Beorht, uno de los hombres presentes y fiel asesor de la Reina Helena.

—Una vergüenza para su padre que debe estarse revolcando en su fría tumba al ver en lo que ha convertido su hijo.

—Pero mantiene a un "representante" en la Corte, majestad. Este parece que tiene como un único objetivo abstenerse en su lugar en cada votación. Lo que significa que no nos favorece, pero tampoco está en nuestra contra.

—¿Y qué si Jankin lo manipula o lo soborna? —preguntó la reina con sobrada desconfianza.

—No creo que este "representante" ceda por la influencia de alguna de las partes. El conde podría reaccionar de inmediato si este vota diferente a lo que se le ha mandado. En tal caso, si este ejerciera un voto a "favor" o en "contra" será porque así lo haya querido su señor. Y ya sabemos que Gael Horan no es ni manipulable, ni menos sobornable.

—Tendremos que seguir creyendo que en cierto modo no está en nuestra contra...—comentó la Reina con cierto alivio. —Pero me gustaría que averiguasen alguna forma de definir su postura hacía nosotros. El condestable de Horan sería un apoyo formidable para el príncipe Alexander, sólo su ejército es casi tan poderoso como el del mismo Rey. Con una fuerza así, nadie se atrevería a enfrentarlo ni mucho menos cuestionar su autoridad.