Capitulo 24.

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Alexander Pov

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Alexander Pov.

Tenía la cabeza Kimberly, acostada sobre mi pecho y con cuidado la levante para no despertarla porque estaba profundamente dormida se veía preciosa así.  Me levanté de la caba y me puse la misma ropa que había llevado puesta hora antes. Necesitaba un trago así que baje al bar de hotel y afortunadamente no había casi nadie solo un par de persona y más que nada parejas que segura estaba teniendo un encuentro romántico, sexual y secreto. Puro y ordinario cliché.

―¿qué le sirvo señor?―me preguntó el barman

―Dame un vodka en las rocas. Vaso gran sin demasiadas rocas y tres aceitunas―dije con desgano.

Necesitaba un trago para poder pensar sin que se me reventara la cabeza por las punzadas de dolor. Necesitaba pensar, en cómo ir acelerar mi boda con Kimberly pero más que nada necesitaba tiempo. Tiempo para pasarlo con Kimberly, quería disfrutar todo el tiempo que pudiera a su lado pero eso era lo que menos tenía tiempo.. El barman puso el vaso de vodka frente a mi y comence a tomarlo despacio  

―Hola―dijo una voz cerca de mi oído, levante la mirada y me encontré con una mujer mirándome fijamente. Era pasablemente aceptable. Alta, de piel blanca, cabello ondulado color negro, ojos, buen cuerpo. Llevaba puesto elegante vestido que tenía un provocador escote en los senos, legaba hasta las rodillas. Y tenía una alta bota del mismo color.―me invitas un trago―me sugirió la mujer que se acaba de sentar en el taburete de junto.

La mujer o bien podría ser una prostituta o alguien como yo que solo necesita un buen trago para pensar o dejar de pensar más bien. Fuese por la razón que fuese  no me importaba le pagaría el trago y me iría de allí sin tocarle un pelo.

―claro―dije―¿que se te ofrece?

―Un Moonshine Martini, por favor―sonrió de manera coqueta. Le hice señal al barman para que le sirviera un martini a la mujer.―Soy Diana por cierto.―se presentó y extendió la mano para que yo la estrellara.

―Richard―me presenté con mi segundo nombre. Por si acaso es una prostituta, jamás digo ni mi primer nombre ni mi apellido.

― Y dime Richard ¿qué hace un hombre como tu ? guapo, atractivo y seguramente con dinero solo en bar bebiendo―me preguntó justo cuando el barman podía la copa de Martini frente de ella.

―Solo vine por un trago.―dije encogiendome de hombro, la mujer me escudriño con la mirada y luego habló nuevamente.

―esa mirada de desgano yo la conozco y solo la tienen los hombres que tiene problemas: de trabajo o familiares―dijo le dio un sorbo a su trago.―¿cuál es el tuyo?―me pregunto y yo sonríe de medio lado

Un canalla arrepentido [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora