Capitulo 32.

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Desde como bien había dicho Alexander no querido dejar de bailar desde que los Bon Jovi había aparecido

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Desde como bien había dicho Alexander no querido dejar de bailar desde que los Bon Jovi había aparecido. Había bailado y cantado a coro con mis amigos todas nuestras canciones favoritas: "It's My Life, Living on a Prayer, Never Say Goodbye, In these Arms, We Weren't Born to follow, What Do You got, Always, Bed of roses, Have a little faith in me" y no se cuantas mas. Tuve el placer de conocer a todos integrantes de la banda y yo tan amables nos ofrecieron entradas en primera fila para su próximo concierto.

Después de eso cortamos el pastel de bodas que era enorme a pesar de solo ser de tres pisos. El pastel estaba decorado con una cantidad innumerable de tulipanes hecho con pasta de azúcar de distintos tonos de color morada y cada piso del pastel estaba cubierto con una fina capa de pasta de azúcar color blanca para ocultar el sabor de estos ya que como yo no había podido decidirme solo por un sabor en particular, culpa de la pequeña que llevaba adentro de mi que al parecer pretendía poner a su mami antes de tiempo gorda o diabética. Así que cada piso del pastel era de un sabor diferente el primer piso obviamente era de chocolate porque era el piso más grande, el segundo de zanahoria y el ultimo de red velvet. Aun recuerdo el dia que fuimos con mis amigos a esa pastelería francesa y tuve que lidiar en esa vieja antipática con cara de vinagre que nos atendió.

*****Flash Black*****

Habíamos entrado a la pastelería francesa llamada "Magnifique choix" desde hacía tiempo para acá todo estaba con la moda francesa. A todo el mundo ahora le gusta Francia y lo único que realmente conocían de ese país los que no había visitado era la torre Eiffel de París y los dulces de macarons, fuera de eso nada mas. Y habíamos ido allí más porque Dwayne había asistido a una boda donde la ducha había hecho el catering y según él la mujer era picasso en los postres. La pastelería era estilo parisino pink, todas paredes estaban pintadas con colores pasteles y el lugar olía a dulce. La vitrina de muestra estaba llena de diversos postres para comprar: Charlota de fresas y crema bavaroise a la vainilla, clafoutis de cerezas, tarta tarín, coulant de chocolate, magdalena, Macarons de distintos sabores y diferentes formas, visitandines de almendra amarga, croissants, tarta saint honoré, brest relleno de nata montada, etc.

―Dwayne sweetie podía haber elegido un lugar más gay―susurro Monique y todas nos echamos a reír por ese comentario pero nos mordemos la lengua cuando apareció un elegante mujer de talvez la misma edad de mi abuela, con el cabello rubio muy bien peinado, vestida con elegancia y con una cara de pocos amigos que hacía a cualquiera retrocedes.

―Buenos días―saludó de manera seria.

―Buenos días, Mademoiselle Lefevre―saludo Dwayne a la elegante mujer―que placer volverla a ver.―dijo y fue esta donde la mujer tomó su mano y la beso como todo un caballero. Pero señora continuó seria e inexpresiva esta podria decir que parecía aburrida.

―¿como le van señor Marshall?―le pregunto de manera seria.

―Muy bien, a Dios gracias―dijo mi amigo y se aclaró la garganta―bueno Mademoiselle hemos venido porque mi amiga, va a casarse y yo le dicho que la mejor chef para hacerse cargo del catering de su boda es usted.

Un canalla arrepentido [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora