05.- Veranos, un muggle y la carta

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A partir de esa cena, Harry dividió sus fines de semana entre la madriguera y su primo Dudley. Tardo el resto del año escolar en convencer a su tío Sev y a su tía petunia de que dejaran a Dudley acompañar a Harry a la madriguera un par de semanas, ya que los señores Weasley lo invitaron a pasar parte de las vacaciones con ellos. Los gemelos, Ron, y Ginny se habían hecho muy amigos de Harry ese año, Percy los veía como "niños pequeños" y se comportaba como el hermano mayor de todos ellos, todo el tiempo, Charlie se dedicaba a mostrarles el lugar, y a jugar quidditch y Bill, bueno, Bill era feliz enseñándole a los niños los hechizos que aprendía en la escuela, y después de cada "presentación" todos ellos aplaudían muy contentos.

Severus llego ese día a la madriguera con dos niños de la mano, era la primera desaparición de Dudley y se sentía algo mareado.

—Respira Duds, se te pasa en un instante—.

—¿Haces esto todo el tiempo primo? —.

—Sí, pero las primeras veces también me mareaba, tu tranquilo—.

—¿Ya estas mejor Dudley? —.

—Sí tío. Creo que ya se pasó—.

—Bien, vamos. La señora Weasley ya debe estarlos esperando, Harry, ya sabes que debes comportarte, y Dudley, lo mismo para ti. Y Dudley, no... no te espantes si ellos parecen muy entusiasmados contigo, ¿De acuerdo? —.

—De acuerdo, pero ¿Por qué ellos me encontrarían interesante? —.

—Ya lo verás—.

Severus y el par de niños llegaron a la madriguera y Harry vio con placer como su primo abría la boca, asombrado de la casa que estaba frente a él.

—Es una casa genial—Dijo Dudley con genuino asombro.

—Verdad Duds—.

—¡Harry querido! Pasa, y este caballerito debe ser tu primo. ¿Cómo te llamas? —.

—Dudley señora, mucho gusto—Y el pequeño extendió su mano hacia la señora Weasley.

—Todo un caballero. Pasen Severus, niños compartirán cuarto con Ron, espero no les importe—.

Dudley nunca había visto una casa como aquella, su casa de Privet Drive era bonita, eso no lo negaba, pero la casa de los Weasley era, pues; asombrosa. Una bufanda se tejía sola, al igual que los trastes del fregadero en la cocina, los sillones de la sala estaban forrados de una tela hecha de parches y la chimenea estaba encendida con un caldero dentro de ella. Desde la sala, se podía ver el jardín y un pequeño huerto, seguido de un gallinero, del otro lado se podía apreciar lo que parecía un cuarto de trebejos repleto de cosas como llantas, relojes, muchos enchufes y un televisor con la pantalla rota. Si así era la planta baja, Dudley anticipaba que los cuartos eran aún mejor.

—Severus, ¿Te quedas a comer? —.

—No puedo Molly, tengo que ver un par de asuntos respecto a la mejora de una poción, la poción matalobos, esta sabe más horrible aun, pero logre que el efecto dure más tiempo—.

—Bueno, entonces te esperamos en dos semanas para que vengas por Harry y su primo—.

—Hasta luego Molly—.

Dicho esto, Severus desapareció de la sala y los niños se quedaron solos con la señora Weasley.

—Bien queridos, ahora a comer, dejen que llame a los demás—.

La señora Weasley apunto a su garganta con la varita y Harry le hizo señas a su primo de que se tapara los oídos. Molly Weasley murmuro un Sonorus y luego su voz retumbo en el lugar.

Una Serpiente De PelucheWhere stories live. Discover now