46.- Primeros pasos

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Hadiya sintió el cambio en la magia, fue apenas un sutil cambio en el aire, apenas como el aleteo de una mariposa. Hogwarts tenía cierta presencia mágica que tenía un dejo gris, eso quería decir que a pesar de ser una escuela dedicada a "la luz", no dejaba de tener magia oscura en menor grado. Lo cual era muy normal en la experiencia de Hadiya, nadie podía ser completamente luz u oscuridad, todos eran matices de grises, algunos más grises que otros, pero en general, muy pocos estaban tan cerca de los extremos.

Pero el cambio en la magia del castillo fue tan imperceptible que fue sospechoso. Hadiya sabia mejor que nadie que no había que descartar las pequeñas cosas, en todos los casos que ya había resuelto en Japón y otros países, habían sido pequeños detalles, ligeros cambios, los que habían llevado a la resolución de los casos. Por eso ponía tanta atención a esos "pequeños detalles".

Sin embargo, dado que apenas había sido un "aleteo" de magia, no podía localizar ni la fuente ni los cambios que podía producir. Así que lo más que podía hacer Hadiya, era estar alerta y proteger a los Gryffindor que le habían asignado.

Mientras Hadiya pensaba esto, Severus Prince intentaba compaginar sus actividades como profesor de pociones y la clase extracurricular de defensa, sus actividades como "maestro" de pociones (y las investigaciones que debía llevar a cabo), sus actividades como padre de Harry y sus actividades de investigación que hacía junto con Dumbledore, Sirius y varios miembros de la Orden.

Estas actividades de la Orden tenían que ver con el fin de Voldemort. Dumbledore ya había logrado varios avances, y estaban cerca de encontrar parte de los artefactos que buscaban, de eso dependía la derrota de Voldemort. Por otra parte, Nicolás y Perenelle Flamel buscaban alguna solución a un problema particular que tenía que ver con Harry y tanto Severus, como Sirius y Dumbledore, oraban a todos los magos por que tuvieran éxito.

Harry, ignorante de todo esto, tenía uno de los años escolares más tranquilos que hubiera tenido hasta ahora, lo único malo era la presencia de Dolores Umbridge dando "rondas" por la escuela. Parecía que lo estuviera siguiendo, o quizás era su imaginación, pero Harry había aprendido a confiar en sus corazonadas, y tenía la corazonada de que debía evitarla.

Quitando eso, la vida era relativamente tranquila, seguía escribiéndole a su primo, estaba bastante bien con sus clases, Cho volvía a ser su amiga (aunque no sabía siquiera que hubiera estado en una relación con ella) y pronto sería la primera visita a Hogsmeade.

La mancha en su felicidad se llamaba Voldemort. Aunque ya no había habido intentos de asesinarlo, si había noticias a diario, ataques, desapariciones, incluso robos a tiendas tanto en el callejón Diagon como el Knockturn. Sin embargo, los alumnos de Hogwarts no leían El Profeta, sino El Quisquilloso.

El Profeta, desde que Voldemort había regresado, se había limitado a "dar la noticia" del regreso del Señor Oscuro, pero hasta ahí, las demás actividades de sus seguidores y el mismo, quedaban relegadas a pequeñas notas, donde apenas relataban la verdad. Mientras El Quisquilloso, el periódico del padre de Luna Lovegood, a pesar de que la mayoría de sus artículos eran "poco convencionales", las notas sobre las actividades de Voldemort y sus mortífagos si eran fidedignos.

Como se enteraban Luna y su padre de esas actividades, era un misterio para Harry, pero fuera el medio que usaran, era efectivo. Moody fue de los primeros aurores en pedirle al padre de Luna que les informara de cualquier posible pista sobre Voldemort y los mortífagos, lo que había hecho que pudieran llegar a tiempo en los ataques y minimizar los daños.

Pero no era suficiente.

Esa era la razón de que Harry dedicara parte de su tiempo libre a investigar en la biblioteca sobre el peculiar "amuleto" que había obtenido de quien sabe qué mago. El amuleto era un nudo perenne de un metal que no podía identificar, cada parte del nudo parecía "dedicado" a una palabra en particular, Storge, Philia, Eros y Ágape. El libro que le había dado su padre solo había esclarecido que cada palabra se refería a un tipo de "amor" según los griegos. Pero nada más. Porque la leyenda se refería a un amuleto perdido en el tiempo, que se había fragmentado y que contenía todo el peso del sentimiento.

Una Serpiente De PelucheDove le storie prendono vita. Scoprilo ora