52.- Dos citas que no son citas

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El lord estaba feliz, por decirlo de alguna manera, su fiel mortífago, Lucius Malfoy, había triunfado donde Umbridge había fallado. La profecía de Harry Potter y él, estaba ahora en sus manos.

Y toda esa felicidad cambio a furia cuando oyó por fin la profecía completa. Si tan solo hubiera escuchado en su momento al traidor de Severus, pero eso era cosa del pasado, el mismo había hecho "valida" la profecía. Ahora solo tenía que ver como eliminar al mocoso que parecía más resistente que una cucaracha.

El Lord tuvo que hacer primero un recuento de todas las cosas que estaban pasando. En primera, el mocoso Potter era más resistente de lo que había esperado. Segundo, su tutor era un traidor de sus mortífagos, pero uno de los más poderosos, lo que lo había peligroso para sus planes. Tercero, toda la casa de Slytherin estaba ahora fuera de su alcance, y todo gracias al hijo de Lucius, un hijo al que el mismo Lucius expulso de su familia con la venía de su esposa.

¿Y a donde va a parar el hijo de Lucius? Justo al lado de Potter y Sirius Black, quien hábilmente había mandado "quemar por accidente" la bóveda de su prima Bellatrix. Así que, como cuarto punto en su lista, estaba el hecho de que tenía un horrocrux menos.

Y ahí estaba el quinto punto, Lucius, quien había puesto uno de sus valiosos horrocruxes (y que ya había sido eliminado) justo en las narices de Potter y Snape, ahora Lord Prince. Era increíble que el mestizo, pero hábil Severus ahora era un Lord con todo lo que el titulo conllevaba.

Si no fuera porque la fuga de Azkaban, de sus más leales mortífagos, fue un éxito, Lucius y alguno que otro mortífago, estarían siendo Cruciados hasta la locura.

Era hora de hacer un plan y terminar esta guerra, no sería vencido por un mocoso y su "guardián", pero primero tendría que recuperar sus horrocruxes restantes para ponerlos a resguardo.

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El cumpleaños de Severus se acercaba vertiginosamente y Harry parecía estar haciendo planes muy a escondidas de Severus y Hadiya pudo constatar que Harry se escabullía en el castillo a horas muy poco "convenientes".

Severus le había proporcionado a Hadiya el mapa del merodeador para que pudiera vigilar a Harry, y esta, luego de que se repuso de la sorpresa de ver para que servía el mapa, pudo ver que Harry salía del mapa, pero jamás dejaba el castillo. Luego de días vigilando le informo a Severus y esté le dijo sobre la Sala de los Menesteres, pero tampoco estaba ahí.

Severus estaba seguro de que Harry no salía del castillo, entonces ¿En dónde se metía?

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Alastor Moody, Molly Weasley, Perenelle Flamel, Hermione Granger y Pansy Parkinson estaban con Harry en la cámara de Salazar Slytherin, ya con el basilisco muerto y convertido en ingredientes de pociones, cada cierto tiempo, Harry había ido ahí a limpiar un poco, y adaptarlo para su uso "particular". El sitio no aparecía en el mapa del merodeador que tenía su padre, y no es que no quisiera compartir ese "santuario Slytherin" con él, sino que aún no estaba listo, había libros por docenas, pero todos en pársel y Harry había estado traduciendo algunos que decían "pociones" en la portada, y aun no terminaba, quería que su padre ya tuviera algo que leer cuando le enseñara la cámara.

Albus había "sellado" la cámara, pero Harry descubrió otra entrada cerca del bosque prohibido y una vez dentro de la cámara, simplemente abrió la puerta por dentro y las protecciones de Albus se desvanecieron, la cámara había aceptado a Harry como su legítimo dueño.

Como el año anterior Harry y compañía habían usado la sala de los menesteres, ya no era un sitio seguro para escabullirse, y lo que planeaba con este grupo en particular necesitaba sigilo y astucia. Era una suerte tener a Perenelle, Hermione y Pansy en el "equipo". Esas chicas podrían hacer lo imposible, posible.

Una Serpiente De PelucheWhere stories live. Discover now