¡LIBEREN AL OSO!

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—Murray, ¿Ya tienes el número de su expediente? —preguntó Danny a su jefa cuando la vio salir de la oficina.

—¡Sí! y Entraremos en unos minutos al tribunal —La diminuta dama se acercó a Sam con mucha seriedad— ¡Tienes que mostrarte fuerte y segura si te llaman a atestiguar! Porque si ven que te desmoronas, no te creerán y se te desacreditara como testigo. Tienes la verdad de tu lado, Sam y esa debería ser tu fortaleza.

—Lo sé. —Contestó la castaña con timidez.

—¿El señor Smith irá a juicio? —Preguntó Ian con mucha preocupación.

—No, precisamente. Se hará la presentación de su caso en unos veinte minutos. La parte acusadora llegará y pedirá a la jueza que Joe vaya a prisión bajo los cargos que todos conocemos. Nuestra labor, como la defensa, es desestimar esos cargos, reducir su culpa, e intentar negociar una salida rápida de todo este entuerto.

—¿Y si no quieren negociar?

—¡Lo harán! Tenemos con que presionarlos. De todas formas Joseph Smith saldrá hoy de aquí, por eso no se preocupe. Lo que queremos realmente evitar es que vaya a juicio, eso sí complicaría más las cosas.

Murray hablaba con mucha seguridad, como quien dice que el burro es "negro" porque tiene los pelos en la mano. Aunque los amigos de Joe seguían muy preocupados por su suerte. En ese Tommy entró y reconoció a Danny; asi que se acercó al grupo. Sam al verlo se acercó a su amigo el paramédico.

—¿Tommy?

—¿¿¿SAM??? ¡WOOW! ¡Pero sí que estás hermosa, amiga!

Para mayor molestia de Ian, vio como la mejor amiga de su jefe abrazaba con mucho cariño a su rival. Thomas también saludó a Danny que de inmediato miró a Ian con sorpresa, obviamente el azabache comprendió que los dos "pretendientes" de Joe estaban allí, en el mismo lugar.

—Thomas, ella es la doctora Murray. Asumirá la defensa de Joe hoy.

El paramédico, con algo de recelo ya que no la conocía, ni sabía que tan buena era en su trabajo; se presentó con la abogada.

—Mucho gusto, soy Thomas Green, un amigo muy cercano de Joe. Si hace falta algún apoyo económico importante para este caso, yo lo cubriré, no importa el monto.

—¡Ay, Tommy! ¡Eres tan lindo con Joe! —Sam se sintió muy conmovida al escuchar como Thomas estaba dispuesto a cubrir los gastos del osito.

—¡Yo también! Y no solo dinero, de hecho mi familia es muy conocida en esta ciudad. Si se necesita manejar alguna influencia, seguro puedo hacer algo... —Por supuesto que Ian no estaba "pintado en la pared" y de ningún modo permitiría que el paramédico se aprovechara de la situación para ganarse el favor de Joe.

—No se preocupen, caballeros; ¡tranquilícense! Para este caso no hace falta ni mucho dinero, ni influencias, sólo LA VERDAD. Esa siempre ha sido mi mejor estrategia, ¿Cierto, Danny?

—¡Si, Murray! ¡Eres la mejor! Sacarás al osito de esa horrible jaula donde lo tienen.

Minutos después todos esperaban con impaciencia que llegará el turno de presentar el caso de Joe ante el juez. En el pequeño salón de espera de la jefatura distrital parecía que hubiesen dos "bandos" muy definidos: Thomas y Sam estaban sentados uno junto al otro y platicaban entre ellos, y en los puestos de enfrente, Ian y Danny también se juntaron y conversaban.

—¿Es cierto que el señor Smith y "ese tipo" están saliendo? ¿Desde cuándo? ¿Ya son novios?

—¡No, Ian! ¡Cálmate! Sólo se han visto un par de veces...bueno, luego de lo que sucedió, Joe lo llamó porque nos accidentamos y el osito se lastimó, entonces llamó a Thomas y él nos pasó buscando en su ambulancia. A mí me dejaron en la residencia estudiantil, pero llevó a Joe hasta su casa y conoció a sus padres...

¡Quiero un gordito para Llevar!Where stories live. Discover now