Las mentiras tienen patas cortas

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—A ver... Dese vuelta.

Scott estaba sobre una especie de tarima en ropa interior en uno de los estudios de la Agencia de Publicidad. El aire acondicionado estaba en lo máximo y el rubio tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para no temblar de frio mientras su nueva jefa y unos ejecutivos presentes le observaban. Era una especie de casting para un importante comercial para una marca conocida de ropa interior masculina. Gracias a la influencia de Ian Monroe, ahora Scott tenía un contrato con la agencia de Charlotte, pero eso no le garantizaba un contrato laboral, que era lo que verdaderamente necesitaba para ganarse la vida en su profesión. Por este motivo hacía el casting esa mañana, pero las cosas no eran tan sencillas para nuestro guapo rubio...

—Bueno, Scott Wallance es nuevo en la agencia, pero posee una experiencia amplia de trabajo. Es bastante conocido en el medio y ya ha hecho comerciales de ropa interior para otras marcas.

—Me hubiese gustado ver abdominales más marcados, y está algo escaso de nalgas. Pero tiene un rostro muy fresco y una sonrisa encantadora... ¿Podrías sonreír de nuevo?

Scott sonrió, bastante nervioso. A pesar de ser alguien que solía demostrar mucha confianza en sí mismo, su estado anímico esa mañana no era el mejor.

Uno de los ejecutivos no estaba muy convencido aun con Scott, su compañera lo notó y decidió hacerle unas pruebas usando diferentes modelos de la marca:

—Nos gustaría verte usando un conjunto de bóxer y camiseta, ¿podrías pasar al vestidor para probártelos?

Scott asintió y bajó de la tarima para cambiarse. Laura entonces aprovechó para mostrar el siguiente modelo.

—La pauta del comercial menciona a un rubio y un moreno. Yo creo que les gustará nuestro siguiente modelo: Tiene un hermoso cabello negro, una piel dorada bastante llamativa y sus rasgos faciales son muy llamativos, tiene una mezcla europea y latina que lo hace un espécimen masculino muy atractivo. También es uno de los modelos exclusivos de la agencia.

A la tarima entonces subió Alex Taylor en ropa interior. Este inspiraba una gran confianza y mostraba una enorme sonrisa mientras posaba para los presentes.

—¿Puedes darte vuelta? —Le preguntó la dama que representaba la marca.

Este lo hizo sin ninguna inhibición. Justo en ese instante Scott regresaba a la tarima y se quedó boquiabierto al ver allí a su rival. Alex también se sorprendió al verle allí pero luego le ignoró, ya que los ojos de los presentes estaban sobre él ese momento.

—Me gusta el moreno, tiene muy buen cuerpo, bastante proporcionado. Y tiene buena "retaguardia"; destacará mucho en la publicidad en medios gráficos como revistas y banners. Es lo que estamos buscando. El rubio... no nos convenció del todo. ¿No tienen otro modelo rubio en la agencia?

—Si. Eliot Holmes, pero estará disponible mañana temprano si desean conocerlo personalmente. —respondió Laura.

—Esperaremos. Nos gustaría ver otra opción para decidirnos. —respondió uno de los ejecutivos.

Laura les hizo una seña a los modelos para que bajaran de la tarima y fueran a vestirse. Scott agradeció a Dios poder salir de ese salón tan frío pero le molestó tener la presencia de Alex luego de un casting tan patético para su suerte.

—¡Vaya! ¡Qué sorpresa! ¿Resulta que ahora trabajas aquí?

Alex no podía perder la oportunidad de fastidiarlo. El rubio no tenía ánimos de pelear, sólo quería vestirse y perderse de la agencia.

—¿No te fue bien en el casting? Eso no es raro, aquí los clientes son exigentes, cada contrato es muy bien pagado, eso los hace quisquillosos con el personal. Pero si firmaste con la agencia te encontrarán trabajo seguro, es lo bueno de trabajar aquí.

¡Quiero un gordito para Llevar!Where stories live. Discover now