Si no lo va atender, ¡no me lo despierte!

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-¡Ian! Pero... ¿A dónde me lleva?

Ian sujetó a Joe del brazo y lo llevaba casi a rastras dentro de la casa. No sin antes detenerse en el comedor para tomar la botella de vino de la que bebieron mientras comían los aperitivos.

-¿Sabe qué he notado, señor Smith? Que el alcohol le sienta muy bien, le relaja y le desinhibe... ¡Y sería una lástima que se desperdiciara lo que queda de esta botella!

-Bueno... ¡Tiene razón!

Ian le entregó la botella y Joe ni siquiera tomó una copa, sino que cuando la tuvo en sus manos se la empinó. No por nada era una de las cosechas exclusivas que Charlotte Monroe mandaba a descorchar cuando tenía invitados importantes en casa, asi que el goloso gordito había degustado un buen vino además de una deliciosa, aunque escasa, cena. Pero Ian quería ofrecerle un postre de lo más suculento, y sin querer perder más tiempo, se metió con él a la cocina y le recostó del mesón de granito italiano para hacer de las suyas con el gordito.

-¡Ian! ¡Ian! ¿Qué está usted haciendo? -Preguntó Joe con no poca sorpresa al ver que Ian le quitó la corbata y empezaba a desabotonarle la camisa.

-Señor Smith, ¿No está un poco grande ya para entender lo que estoy haciendo? ¿No pensará en serio dejarme con esta calentura? Ya que despertó a la "bestia", ahora debe alimentarla...

Y sin darle tiempo a rehusarse, Ian se le fue encima a Joe. Sujetándole con fuerza, el modelo fue tras los labios del "ya no tan tímido" gordito, que amenizado por el vino no ofreció ninguna resistencia y se dejó llevar por la lengua traviesa del sexi modelo. Aunque las proporciones de Joe eran algo exóticas para Ian, a este no le dio mucho problema acariciar la robusta cintura de su jefe metiendo la mano por debajo de su camisa. Al acariciar la espalda baja de Joe, Ian notó que estaba bastante peludita, algo que le causó un poco de gracia ya que era como acariciar a un oso de peluche tamaño natural. Pero esto en cambio comenzó a inquietar al gordito que en vez de entregarse a la excitación del apasionado momento, comenzó más bien a sentirse muy inseguro con su cuerpo y a ponerse tenso.

-¡Vamos, señor Smith! ¿Por qué no se relaja un poco y me deja sacarle esa camisa?

-¿Quitarme la camisa? ¡No! ¡No! ¡Ee-e-estamos bien así mismo! No...no creo que sea conveniente. Además alguien puede entrar y vernos... Su madre está en la casa, ¿lo olvida?

-Mi madre nunca entra a la cocina y a esta hora el personal doméstico ya se ha retirado. ¡Nadie pasará por esa puerta! ¡Sólo relájese!

Ian se pegó al cuerpo de Joe y bajó una de sus manos para zafarle la correa, la cual estaba bastante apretada luego de que el gordito se hartara de aperitivos. Pero el caliente modelo no estaba dispuesto a dejarse vencer por un simple accesorio de vestir, así que mientras acariciaba a Joe con una mano, con la otra empezó a forcejear con su cinturón. Joe notó que Ian no iba a poder desabrochar el precinto porque su barriga apretada se lo impedía, así que tuvo que darle una mano:

-Esto está un poco...apretado, señor Smith, pero ya lo voy a sacar...

-Mejor déjeme que yo me sacó el cinturón, ¿le parece?

Joe aguantó la respiración y así, como hacía siempre al vestirse y desvestirse, logró desabrocharse el cinturón. También se abrió el broche y bajó la cremallera de su pantalón, así que el sexi y caliente modelo no perdió tiempo para deslizar la prenda de vestir cintura abajo y poder poner sus manos en las grandes nalgas de Joe. Pero cuando el gordito sintió que Ian metió su mano dentro de sus calzones, de pronto se sintió muy cohibido y se llenó de timidez, ya que estaba algo acomplejado porque tenía mucho vello en esa parte del cuerpo. El sexi modelo entonces sintió que el cuerpo de su jefe se puso aún más tenso, algo que tomó como una suerte de rechazo a sus caricias:

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⏰ Last updated: Dec 23, 2021 ⏰

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¡Quiero un gordito para Llevar!Where stories live. Discover now