One Shots ⚡•Harry Potter•

21. Hermione Granger

Dedicado a Carolinatza

Segunda parte de Licántropo.

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M

aratón 2/3

Título: Por amor.

Al fin todo había terminado, la guerra acabo hace unos minutos, los magis se encontraban ayudando a otros, mientras que otros buscaban a sus seres queridos y había otros que estaban destrozados por sus perdidas.  El trío de oro no era la excepción, Ron Weasley junto a su familia lloraba la perdida de su hermano, Harry Potter, además de consolar a su novia, se encontraba destrozado por la perdida de Remus y Tonks, en cambió Hermione estaba preocupada. Como no estarlo, no había visto a Anahí en ningúna parte, tenía miedo que le haya pasado algo malo, pero en el fondo creía que estaba con su família.

Eso fue descartado cuando vió a Draco ir hacia ella, con la cabeza gacha y sus manos en sus bolsillos. Al estar frente de ella, el primero en decir algo fue él.

—Granger —dijo simplemente, ya no la llamaba sangre sucia o impura, entre otros insultos.

Se lo veía decaído, como si la unica luz que guiaba su camino se hubiese apagado. Hermione no tenía ni la mínima idea del porqué Draco estaba allí, alzo su vista para corroborar si Anahí estaba detrás de él o si estaba viniendo hacia ellos. Pero no había nadie, solo un montón de escombros.

—Malfoy —dijo Hermione, en el mismo tono que el había usado, pero con una pizca de preocupación. Hermione quería preguntarle sobre su hermana, pero no sabía de que manerla hacerlo, así que se armó de valor—. ¿Anahí, ella esta bien?

—Ella, esta bien —dijo Draco, hizo una mueca cuando vió a Hermione a los ojos, pero decidió desviar la mirada—. Eso quiero creer.

—¿A que te refieres? —preguntó angustiada.

—Voy a serte sincero, Granger, no estoy aquí porque quiero, sino que lo hago por Anahí. Se lo prometí —contestó duró, la miró a los ojos de una manera intimidantes—. Se lo que tenías con ella y por eso Anahí me confío este sobre para dartelo.

En cuanto Draco sacó de su bolsillo un sobre se lo extendió a Hermione, que lo tomó con algo de desconfianza y temor.

—¿Donde esta ella? —preguntó con miedo a lo que diría.

—Ya no está —contestó.

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Unos terribles gritos provocaron que Anahí despertara, ya se le estaba haciendo costumbre despertar de esa manera cada vez que se dormía por el cansancio corporal y emocional que provocaba que quisiera dormir todo el tiempo. En la mansión, porque ya no lo podía llamar hogar, ese hogar que tenía antes se habia convertido en todo lo contrario, era difícil poder estar en paz y las causas del porque eran varias. Como el hecho de estar intranquila por las constantes "visitas" que hacia el señor oscuro a la mansión, a las reuniones de mortífagos que se organizaban allí, a las torturas que se hacian a gente completamente inocentes y al no poder vivir en paz, al menos estar tranquila, pero era imposible. Y menos cuando su estado no era tan bueno como lo era antes, cuando era completamente sana.

Su apariencia había cambiado desde que abandonó el colegio junto a su hermano y el profesor de pociones hacia la mansión. Y si antes se veía peor ahora lo era pero mil veces mas. Su cabello platinado que antes era largo y brillante, ahora se encontraba a ka altura de sus hombros y terriblemente seco. Su rostro joven parecía que hubiese envejecido cinco obtal vez mas años, estaba extremandamente delgada y eso se podía notar porque se parcaban más lod pómulos de su cara, al igual que a extremidades, a su espalda y sus manos que parecían huesudas. Y en sus ojos ya no brillaban con vida, solo eran opacados por las ojerss que yacían de bajo de estas.