CHARLOTTE - Porque La Sangre También Es Arte

Traición

*Narrado por Charlotte*

Era una tarde nublada pero no tanto como para traer consigo la tempestad, yo estaba en la planta superior de la casa recostada sobre mi cama intentando estudiar pero me era imposible, tenía tantas ideas y pensamientos rondando mi cabeza, todo estaba tranquilo y en silencio, solo la fuerte brisa se escuchaban en el exterior mientras que en mi, algunos malos recuerdos de mi padre se colaban y no sabía verdaderamente si eran producto de mi imaginación o eran verdad, lo que si se es que producían mucho dolor en mi cuerpo, en mi alma y mi ser.

Decidí bajar por un vaso de agua, lo que en el camino se convirtió en ganas de una taza de chocolate caliente, el frio por el clima nublado estaba presente, en mi decisión rápida no me dio tiempo calzarme unas delicadas pantuflas que tenia, eran rosas y pese a no ser ni remotamente de mis gustos, fue un regalo que recibí hace algún tiempo de parte de una de mis vecinas por lo que decidí utilizarlas, los regalos en mi vida no son muy frecuentes. Baje rápido pero sin hacer ruido ya que no tenía ningún calzado.

Al terminar de bajar las escaleras color caoba y girar a mi izquierda, fueron cuatro pasos los que transcurrí para darme cuenta de lo que estaba pasando, solo cuatro pasos bastaron para que mis ojos vieran y corroborarán sin querer lo que mi corazón y mi alma ya sospechaban.

Ahí estaba mi hermana recostada sobre la encimera de la cocina, con sus manos entrelazadas sobre la nuca de Marc, ninguno de los dos se veían incómodos, ni forzados ante esa situación, más bien se veían que lo estaban disfrutando, mientras que yo tragaba profundo e intentaba hacer paso tras el enorme nudo en mi garganta, y buscaba calmar la rabia, odio y dolor que se apoderaban de mi, quise correr y tomar un cuchillo y sellar sus destino como lo hice con Samanta pero no podía, no pude, al final y pese a todo ella es mi hermana, y él, es el hombre que yo amo.