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Capítulo ocho.

Emily

Desperté por los rayos del maldito sol en mi cara, hoy, gracias a Dios es viernes. Sé muy bien que las faltas que tengo me traerán problemas.

Me levanté sin ganas, como todos los malditos días. Sí, hoy maldigo todo.

Todavía seguía muy adolorida del brazo por lo de ayer.

Me duché rápido y luego me cambié. Bajé y ya se encontraba mi niñero cocinando. Notó mi presencia y volteó para verme.

- Buenos días, pequeña. - dijo sonriéndome.

Mierda, yo reconozco que odio que me digan pequeña. Pero cada vez que él lo decía sentía todo lo contrario, me gustaba.

- Buen día.

Debo intentar manejar mi mal humor con él, se que no se merece verme cada mañana con mi tremenda cara de seria que tengo.

- Hoy si desayunaras, no tienes otra opción.

Controlate Emily, controlate Emily no te enojes.

- C.. Claro. - dije sin mirarlo.

- ¿Te sigue doliendo el brazo?

Miré mi brazo y notaba las marcas rojas que tenía en él, lo volví a mirar y asentí con la cabeza.

- A ver, dejame ver. - dijo acercándose a tomarme el brazo

Rápidamente me quejé por su tacto en mi brazo.

- Duele. - reproché.

- Lo siento, lo siento. - dijo con un tono de preocupación, esta vez me tomó el brazo con sus grandes manos teniendo mas delicadeza. Observó mi brazo con atención y logré escuchar un insulto de su parte. - Llego a encontrarme a ese infeliz nuevamente y...

- Shawn, ya basta, por favor. - dije interrumpiéndolo. - No vale la pena, y lo sabes muy bien.

Me miró con atención y volvió a la parte de la cocina.

Dejó un plato en la mesa con tostadas, que ya no estaban quemadas.

- Que milagro, estas tostadas no están quemadas, ¿Estás seguro que tú las hiciste?

- Ja ja. - dijo riéndose sarcásticamente. - Claro que sí. Soy muy buen cocinero en verdad, esa vez fue porque no presté mucha atención. - dijo sentándose a un lado mío.

Me sonreía, maldita sonrisa.

- Me parece que compró esas tostadas.

Él volvió a sonreír ante el comentario que hice, realmente no se que tan bipolar puedo llegar a ser, hoy me levanté maldiciendo todo, y ahora me encuentro haciendo bromas. ¿Que me pasa?

- Créame que no, Emily, son tostadas hechas por mí. Pruebala para comprobar. - Me dijo en tono de burla.

Comí una tostada e hice una mueca de asco. Podían no estar quemadas, pero el sabor a quemado seguía ahí.

- Oh claro que me di cuenta que usted las hizo. - dije levantándome para tomar agua.

- Que graciosa la encuentro hoy pequeña, me gusta.

Sentí como prontamente me atraganté con el sorbo de agua en mi garganta.

Mierda no te sonrojes, no ahora.

- Oye, tienes algo en la cara. - dijo señalando su cara.

Toqué mi cara y me di cuenta que no tenía nada. Oh claro, se dio cuenta que me sonrojé, mierda.

Perfectly Disagree [PAUSADO]Onde histórias criam vida. Descubra agora