Perfectly Disagree [PAUSADO]

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Capítulo veinticuatro.

Shawn

¿Acaso no se da cuenta todavía? ¿No vio las claras indirectas?

Díganme que es broma

- Espera, ¿En serio me estás preguntando esto? ¿No sabes de quien estoy habl..? Deja, dejalo así, no importa.

- No espera, dime lo que tienes que decir, por favor, no te arrepientas antes de tiempo.

Los pasos de alguien se aproximaban, maldecí internamente.

- Señor, la paciente necesita descansar, tiene que salir de la habitación, terminó el horario de visitas. - dijo esta chica esperando a que saliera.

Me acerqué hasta el rostro de Emily, mejor dicho hasta su oído.

- Hablaremos de esto luego. - luego de eso le di un suave beso en su perfecta mejilla y desaparecí de la habitación.

No pude evitar irme sin antes dar una mirada hacia la ventanilla que daba a la habitación de ella, mi corazón latía a mil por segundo al verla tocar su mejilla con una gran sonrisa impregnada en su rostro, era tan adorable esta visión.

(...)

3 días después.

Hoy finalmente Emily saldría de esa clínica. Por fin podré pasar más tiempo con ella, sin que nada ni nadie interrumpiera.

- Con cuidado. - dije a un lado de ella cubriéndola con mi brazo.

- Shawn, tengo fracturado el brazo, pero eso no me impide poder caminar. - rió alzando sus cejas.

Rápidamente alejé mi brazo en ella.

- Tienes razón, sólo es que luego de lo que pasó, no quiero dejarte sola. - miré de reojo a quien se comenzaba a ruborizar, claro de Emily, me fascinaba pensar que yo causaba eso en ella.

Salimos de el maldito hospital y la cara de Emily se volvió a una totalmente seria.

- ¿Dónde está tu auto? - dijo señalando a la nada.

- Oh, se averió. Lamento decirte que tendrás que caminar. - dije encogiendome de hombros.

- ¿Es broma? P.. Pero, agh. - terminó bufando la última palabra. - La casa está muy lejos, no creo aguantar tanto.

- No seas melodramática, Emily. Tranquila que si llegarás. - sonreí sin mostrar los dientes y ella comenzó a caminar dejándome atrás. - ¿Ves que te dije? - frenó y volteó a verme.

- Ya me cansé. - dijo respirando con dificultad sarcásticamente. Yo en cambio reí por eso.

- Has hecho a penas 5 pasos. Aún faltan casi 18 cuadras, así que si quieres llegar más te vale caminar. - sonreí pícaro a lo que ella rodó sus ojos, y comencé a caminar.

- A veces necesitaría ahorcarte. - escuché decir entre dientes.

- Volviste a pensar en voz alta. - reí con sarcasmo sin voltear.

- Oh, fue a propósito. - contraatacó.

(...)

El camino era silencioso, era una calle aislada y sin un rastro de vida.

- ¿Cuánto falta? - se quejó nuevamente Emily, quien ya se notaba cansada, no era broma, los dos lo estábamos.

- No preguntes, así se te hará más eterno el recorrido.

- Pero, ya me duelen los pies. - lloriqueo en broma.

Me adelanté un poco más que ella y frené haciendo que ella también frenara.