28

1.4K 120 468
                                    

Capítulo veintiocho.

—Nos vemos, Em. Y... Gracias. — sonreí al verlo a los ojos.

—No tienes nada que agradecer, ¿Sí? Yo tendría que estar agradeciéndote.

—¿Por qué?

—¿Sabes? Has venido hasta la puerta de mi casa, sólo para disculparte. Eso es un acto de pura madurez, aunque no lo creas así. — sus ojos ahora se tornaron más azules. — Nadie antes había venido hasta mi casa, a disculparse de ese modo. Lo aprecio, de verdad.

Sonrió de costado, se acercó y dejó un leve pero largo beso en mi mejilla.

Desde aquí estoy viendo a un tomate.

—Eres encantadora, de verdad, no entiendo como pude ser tan...

—Ya, Tyler. — interrumpí. — Ya no te sientas culpable, ¿Sí?

Asintió y sin nada más que decir se despidió.

4 semanas después.

Al salir del colegio llegué lo más rápido a mi casa, encontrándome a Shawn sentado cruzado de brazos.

Estas semanas me estuve juntando mucho con Tyler, y el haberlo conocido profundamente, me hace pensar que después de todo, no es una mala persona.

—Tengo sueño. — dije dejándome caer en el sofá.

No recibí respuesta.

—¿Shawn? — levanté solo un poco mi cabeza para darme cuenta que él ya no se encontraba en el living.

Sin ganas, me levanté solo por curiosidad y me dirigí a la cocina.

No tenía mucha hambre, pero el solo hecho de ver una cajita cerca de la mesa, me tentó.

—Amor de mi vida. — exclamé en un susurro al ver lo que tenía frente a mis ojos.

Tomé uno en mano, y solo segundos antes de acercarlo a mi boca escuché una voz ronca.

—Ni se te ocurra tocar un muffin. — sonó amenazante.

—¿Quién me obliga, eh? — dije desafiante.

—Yo. — se fue acercando hasta la mesa.

—Como si eso me importara. — sin más le di un mordisco al muffin, esto era delicioso.

—Has roto las reglas.

Rápidamente me atraganto con el trozo de muffin en mi garganta al escuchar eso, y comienzo a reírme a carcajadas.

—Dios. — limpié una lágrima falsa. — No me haga reír, señor Mendes.

—Solo te advierto, que habrá venganza. — su tono era amenazante, pero gracioso a la vez. — Nadie come mis muffins.

—Como usted diga. — le di otro mordisco al muffin. — Esto está delicioso. — susurré con propósito.

Antes de que piense tomar otro muffin, él rápidamente sostiene la caja en sus manos.

—Oh vamos. — me quejé. — Uno más. — supliqué.

—Ni lo pienses. — rió maliciosamente. — Demasiado que robaste uno.

—No lo robé. — me crucé de brazos. — solo lo probé un poco.

—Que te compre muffins tu novio. — se encogió de hombros.

—¿D-Disculpa? — tragué saliva. — No tengo novio.

—Oh, tal vez Tyler sí piense eso.

Me quedé observándolo por unos cuantos segundos.

Perfectly Disagree [PAUSADO]Onde histórias criam vida. Descubra agora