Capítulo 11.

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N/A: Dedicado a una personita muy especial que está de cumpleaños😍 Feliz día. ♥ NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, ES GRATIS ;3

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El día con Lauren pasaba más rápido de lo normal y para cuando me daba cuenta, ya estaba en su departamento lista para jugar. Nunca pensé decir esto, pero me encantaba.

Bajé mi mirada por mi abdomen hasta mi entrepierna donde la ojiverde parecía darse todo un festín. Sentí la succión de mi clítoris y gemí fuerte. —¡Lauren! ¡Déjame correrme! —Grité extasiada ante el sentimiento de su lengua lamiendo cada rincón húmedo y como si fuera poco, sus dedos presionaban mi entrada torturando más mi cuerpo. Con un movimiento de caderas logré que entraran dejándome sin aire.

—Mierda. —Lauren maldijo al notar como mi humedad se extendió por sus labios y mi orgasmo me dejó tumbada en la cama sin poder respirar. Dio una última lamida y se deslizó por la cama hasta quedar sobre mí, moví mi cuerpo como pude logrando probar sus labios con mi sabor en ellos. Le di una mordida suave y Lauren gimió.

—¿Algún día me dejarás ser yo quien juegue con tu placer? —Pregunté abrumada por el calor que invadía mi cuerpo mientras se dejaba caer a su lado. La ojiverde me mostró una leve sonrisa que me regalaba un poco de esperanza al respecto.

—Creo que no es el momento para hablar de eso. —Respondió mirando su reloj. Se levantó de la cama y caminó hasta el baño. —Tenemos que ir a trabajar. —Me aclaró desde la puerta y se encerró a tomar una ducha mientras yo me dirigía al otro baño a hacer lo mismo.

Habíamos venido a almorzar y terminamos en medio de una guerra de besos que trajo consigo lo demás, esta mañana habíamos dejado a Sofi en la escuela después de que se preparara en casa de mi madre. Salí del baño con sólo una toalla en mi cuerpo y una en mi cabello, caminé hasta la habitación y me encontré con Lauren sentada de piernas abiertas, mientras se secaba.

Se me hizo agua la boca. Traté de alejar todo pensamiento de mi mente con respecto a Lauren y me dispuse a vestirme sin el uniforme, Lauren ahora me dejaba vestir a mi gusto siempre y cuando llevara ropa decente y, mi carnet de la empresa. De vez en cuando miraba su cuerpo desnudo y quería hacerla tocar el cielo.

—Camz, límpiate. —Dijo señalando mi mentón y yo me toqué para ver porqué lo decía. — Estás babeando. —Comentó una Lauren graciosa y le mostré el dedo del medio. Tomé una almohada y se la arrojé. —Oh, Cabello. —Continuó riendo. —Que golpe tan gay.

—Como mi jefa. —Respondí y ella paró de reír, pero al cabo de unos minutos, soltó otra carcajada más. Era simplemente hermosa y odiosa a la vez. —Perdona, pero yo salí del closet.

—Y es que te quedaba muy pequeño. —Tomó su chaqueta y caminamos hasta la puerta mientras ella lloraba de la risa. —Bueno, ya. No te molestes. —Me besó pero no le correspondí. —No es mi culpa que tu pasividad sea más grande que tus ganas de vivir.

—Ya, vámonos. —Bajé por el ascensor sola y esperé a que bajara ella, cuando la vi, subí al auto y nadie mencionó nada hasta llegar a la empresa. —Hola. —Dije al portero después de bajarme del auto de Lauren sin decirle, pues, se encontraba estacionada hablando con alguien. Para cuando subí a la oficina, tomé asiento y anoté todo lo que tenía Lauren para el resto del día.

—Camila. ¿Puedo saber qué...? —No terminó de preguntar porque la interrumpí.

—Estas son tus reuniones hoy, tendrás casi todo el día libre así que pasé todo para dentro de diez minutos. Así podrás irte temprano. —Respondí cortante y le entregué la nota. La ojiverde la tomó arrugándola y me hizo mirarla.

BOSS | Camren Where stories live. Discover now