❁ Capítulo #9

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En un pequeño pueblo en la costa de Califonia, una familia de tritones y sirenas habitan en una gigante casa victoriana rodeadas de pequeñas casas con gentes muy extrañas. Allí el tiempo parece ser diferente, es como si los días fueran al revés. Las noches son días, y los días noches. A la familia marina Cooper se les hizo muy difícil el acoplarse al estilo de vida de dicho pueblo, pero tan pronto lo hicieron, todo cambió.

-Lo juro, no le hice nada -sollozó Shirley en una esquina del cuarto-. Estábamos en casa de Katie, de momento Andrés bajó, y al despedirse con la mano Katie comenzó a gritar frenéticamente que nos fuéramos, y eso hicimos.

-¿Y luego?

-Ya te lo he dicho cuatro veces -masculló la chica.

-No me importa, quiero volver a escucharlo.

-Bueno, cuando llegamos aquí Andrés sintió que le ardía la mano.

Andrés estaba en la cama, y atado. Lo que sea que tenía en la mano le estaba provocando severos cambios de ánimo, y lo hacía hacer movimientos bruscos. Su mano ardía y por más que la colocaban en agua no se curaba. Oceanía no sabía ya que hacer, y no quería avisarle a sus padres.

-Tienes que llamar a Aquata y contarle.

-No -gruñó Oceanía-. Esto lo podemos resolver solas, nadie se enterará.

-¡Andrés está casi en coma!

-No va a morir, las sirenas somos inmortales.

-Si, inmortales a la vejez, no a ataques o a adaguas infectadas.

-¿De qué ostias hablas? -habló Oceanía levantando a su hija del suelo y peinando sus coletas de un largo y voluminoso pelo castaño claro.

-Ya sabes, de vampiros. A ellos les pueden matar con unas adaguas especiales, y con ciertas especies. Quizás como sirenas también hay una forma de matarles.

-Nadie nos va a querer matar -explicó Oceanía muy segura de lo que hablaba-. Somos criaturas inofensivas, todo el mundo nos ama. Especialmente los niños pequeños.

-¿Sabes algo acerca de especies mitológicas? -preguntó Shirley.

-No. -Oceanía terminó de peinar a Anamar y la colocó en el suelo-. ¿Debería?

-Si, son muy peligrosas -explicó Shirley-. Se les conoce por lo malignas que pueden ser para algunas criaturas. Son usadas para mantener fuera los espíritus, o las criaturas enemigas.

-Disculpa pero no creo en el vampirismo.

-Ni yo tampoco. -Se encogió de hombros-. Al menos no en los de las series de televisión. Pero, si creo que las especies que ellos usan pueden tener que ver algo con todas las criaturas y les pueden hacer daño a las sirenas de igual manera.

-¿Qué me dices? ¿Qué Katie le ha puesto una especie a Andrés para matarle? Esa niña es incapaz de matar una mosca.

-No estés muy segura, -susurró Shirley-. ¡Oye! ¿Cómo es que son inmortales?

-Bueno, las sirenas ganamos nuestra inmortalidad con una maldición. Fuimos destinadas a permanecer en el mar, y el sería quién nos mantendría con vida.

-¿Cómo nació la primera sirena?

-Según los libros una mujer tenía una hija la cual era muy rebelde, y cierto día se negó a hacer un cumplido y su madre la maldijo mandándola a pasar el resto de sus días siendo un pez.

-¿Es cierta?

Oceanía negó con la cabeza.

-No, en realidad fue algo que ocurrió entre los dioses, una mezcla entre humanos y peces.

Aquarius - Una saga de sirenasحيث تعيش القصص. اكتشف الآن