Capítulo 50

251 13 2
                                    

Narra Andreu:
Berto nos invita a su casa para tomar algo. Yo me adelanto e invito a los chicos.
Estamos llegando a su casa y en todo el camino no hemos hablado, solo nos hemos cogido de la mano. Llegamos y él se pone nervioso. Estamos solos, las chicas aún no han llegado. Nos acercamos a la puerta y se le caen las llaves. Me mira nervioso y se pone rojo. Yo le sonrío pero no entiendo qué le pasa. Sé que es torpe, toda la vida lo ha sido. Se agacha poco a poco y lo entiendo todo. Está de espaldas a mí y cuando se agacha me roza y yo me tenso. Ahora entiendo por qué le daba tanta vergüenza. Pero sonrojo un poco por la situación y de lejos se ven unos faros, se levanta corriendo y a mí me entra la risa. Quien nos vea por detrás pensará que estamos haciendo otra cosa.
Se bajan del coche y seguidamente llegan Edu y Corbacho. Entramos y nos ofrece algo de beber. Tiene wisky y como sé que es del bueno, pido un poco y todos se unen. Empezamos a beber y a beber y a beber. Me acordé de que tenía que volver conduciendo y me relajé un poco. Vi en medio del salón a Berto bailando muy animado, más que nunca y supe que estaba bastante borracho. Yo me encontraba bien, aún no veía borroso pero dije de no beber y  más hablar. Me puse a hablar con las chicas y Corbacho de algo que yo no entendía. Ni me acuerdo ya. Noté que alguien se me acercaba y ne cogía de las manos, lo miré confuso y vi que era Berto.
Berto: "Vamos, nene. Baila conmigo."- olía mucho a alcohol.
Andreu: "Deberías beber menos, chato"- dije con un sonrisa cuando él intentó ponerse derecho y bailar. Acabó haciendo el pato mareado.
Me cogió de la mano e hizo que diera una vuelta sobre mí mismo. Lo acerqué a mí y lo cogí por la cintura. Él puso su mano en mi hombro y ahora me tocaba a mí controlar la situación. Alguien cambió la música a una un poco más lenta y empezamos a movernos.
Andreu: "Au, Berto. Yo tengo dos pies izquierdos pero tú tienes tres"- dije en su oído riéndome.
Berto: "Lo siento... no estoy en condiciones..."- dijo dejando las palabras casi sin fuerzas.
Andreu: "Déjate llevar..."- le susurré dejando ir mi aliento y a él se le erizó la piel. Yo sonreí y le empecé a mover.
Berto: "Me gusta..."- susurró.
Andreu: "¿Qué te gusta?"- todo en susurro.
Berto: "Tú..."- sonreí y le besé el cuello, él suspiró y me sentí genial.
Seguimos bailando y nuestro público no dejaba de mirarnos. Cada vez que nuestras miradas coincidían, yo besaba a Berto, querían que supiesen que por fin era mío. Eran las cosas que tenía el alcohol. No sabes lo que haces, luego, si consigues acordarte, te sientes ridículo.
Notaba a Berto más pesado y pensé que estaba cansado. Lo llevé mientras bailábamos hasta el sofá. Lo senté, él se echó para atrás, cerró los ojos y se durmió. Estaba deseando que lo soltase para dormir. Sonrío con ternura y muy bajito y con gestos les digo al resto que por favor se marchen. Los acompaño hasta la puerta y antes de cerrar, Silvia me dice:
Silvia: "Andreu... siempre condón, ¿eh?"- me dio un beso y se fue. Yo reí en voz baja y cerré la puerta. Berto seguía dormido y lo tapé con una manta. Lo veía un poco incómodo, así que lo tumbé en el sofá, él se encogió y lo tapé mejor. Estaba muy guapo dormido. Me puse de cuclillas y lo observé mejor. Acaricié su pelo, pasé mi dedo muy suave por su mejilla y le di un beso en la misma. Se movió un poco, me pareció que sonreía pero no se despertó. Aproveché su sueño para recoger un poco la casa, los vasos, las botellas de cristal, barrí un poco y me fui al lado de Berto. Estaba de la misma postura. Estuve como unos diez minutos observándole y no me cansaba de hacerlo, podría haber estado así toda la noche pero pensé que él estaría mejor en su cama y con el pijama puesto.
Metí un brazo por debajo de sus piernas y el otro brazo por su espalda con mucho cuidado de no despertale. Subí los escalones poco a poco. Berto tenía un sueño muy profundo, no se despertó hasta que le quité la camiseta. Abrió los ojos y me miró con picardía. No le hice caso, le sonreí y le quité los pantalones. Él me ayudó quitándose de un tirón los zapatos. Se incorporó como pudo y me miró muy de cerca. Puso su mano en mi mejilla y me besó, yo le seguí y caímos a la cama. Los besos subían de tono aunque yo no quería. Él me cogió la camiseta y quiso subirla pero le paré y me separé. Me miró extrañado.
Berto: "¿Qué pasa?"- aún olía a alcohol y su aliento era muy denso.
Andreu: "No vamos a hacer nada... Hoy no."- dije en su boca casi en un susurro. Él sonrió y me contagió.
Berto: "¿Por qué?"- puso sus manos en mis costados y me besó. Me olvidé de lo que le tenía que decir por un momento.
Andreu: "Estás borracho, no eres consciente de lo que haces... y mañana..."- le besé.- "No te acordarás"- le volví a besar. Estaba encima suya con mis manos apoyadas en el colchón para no caerme encima suya, no podía tocarle ni acariciarle.
Berto: "Que no te quieres aprovechar de mí, en otras palabras, ¿verdad?"- dijo sonriéndome.
Me besó en la comisura de los labios, pasó a la nariz, luego a la barbilla y terminó en mis labios. Fue un beso largo, con pasión pero sin intenciones de nada. Mientras nos besábamos, me tumbé a su lado y nos abrazamos mientras yo conseguí acariciarle el pelo. Su respiración empezó a ser más acompasada. Se estaba quedando dormido y ya no besaba. Le di un beso y me separé. Susurré:
Andreu: "Berto... me voy al baño a cambiarme. No te muevas..."
Berto: "¿Quieres que te acompañe y te ayude?- sonrió pícaro y le volví a besar.
Andreu: "No, gracias. Puedo yo solo..."- sonrió de nuevo y le acaricié la mejilla.
Me levanté y le arropé. Me dirigí al baño, me giré y Berto ya se había dado la vuelta y respiraba profundamente. Encendí la luz, dejé entreabierta la puerta y me cambié. Bebí agua, me lavé la cara y salí. Apagué la luz y me fui a la puerta de la habitación. Me quedé mirándolo con la luz de la luna que entraba por la ventana, le sentaba muy bien. Decidí irme a la otra habitación, no quería ir demasido rápido. Fui a cerrar cuando escuché:
Berto: "No te vayas... te necesito..."
Abrí y lo vi con los ojos abiertos. Me acerqué a él por detrás, abrí las sábanas, me metí en la cama, me pegué a él y le abracé con un brazo. Él me lo cogió, cerró los ojos y se durmió. Le besé la nuca y él se juntó a mí más. Cerré los ojos y así me dormí.

Y de repente... nosotros|| ANDREU & BERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora